Lluvia de ideas

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Málaga, España.

16 de febrero de 2026.

8 días Antes del Evento.

Año del Evento.

Emma entró a la sala de forma apresurada, quitándose el abrigo mientras lo hacía e intentando atinarle al perchero, cosa que logró al segundo intento.

—¿Has oído lo que se dice hoy? —inquirió a bocajarro a Franco

—No. He pasado de todo. Mejor dicho, sigo pasando de todo. Apagué la televisión y el teléfono. No me dejan concentrar. He decidido que lo único que me una al mundo seas tú.

"Bueno, sonaría romántico... si no fuera que lo dices porque hay tres naves extraterrestres orbitando La Tierra".

"Quizás tenga razón Franco, estar conectado a los telediarios te enfurece".

—Prefiero concentrarme en lo que nos llega del portátil. Verifiqué las coordenadas de la nave que está sobre Madrid. Son exactamente las coordenadas del centro geográfico de la ciudad. Creo que ahí hay un significado también, otro mensaje —terminó golpeando repetidas veces su cuaderno con el índice y aclarando de forma retórica—. Lo que nos llega al portátil es información verdadera. Son hechos. Está libre de opiniones.

Emma creía exactamente lo mismo, por lo que no vio nada que oponer a ese concepto.

—Bien, seré tu enlace con el mundo —admitió mientras se tranquilizaba un poco— ¿Qué planes tenemos hoy? —dijo mientras se dirigía a la cocina— ¿Un café?

—No, gracias. Antes dime ¿Algo que destacar? ¿Qué dice el mundo? —preguntó Franco.

Emma elevó la voz para que Franco pudiera oírla.

—Pues depende de donde mires. Pero la noticia va corriendo muy rápido. Decían en el telediario que ya hay miles de blogs hablando sobre el tema. Sitios de internet enteros que se lo atribuyen a conspiraciones de los gobiernos. Instagram y compañía a punto de explotar. Twitter estuvo caído algunas horas debido a la saturación de mensajes, Line, Blogme y los demás funcionan muy lento, como si los bytes se arrastraran —dijo divertida— Y manifestaciones.

—¿Manifestaciones?

—Si. En El Vaticano, la Meca, Jerusalén y así... ya sabes. Todo creyente se está preguntando honestamente si los puntos luminosos son una señal de Dios. Y todo fanático está buscando indicios de que los envía Dios o el diablo. Y van empatados —terminó Emma mientras soltaba una breve risa.

—Me temo que irá a peor —se lamentó Franco.

—También creo eso. Entonces: ¿Qué planes tenemos hoy? —preguntó lista para empezar a trabajar.

—Un ejercicio lingüístico —dijo Franco sonriendo.

—¡Cuidado! Ese es mi área —se quejó Emma señalándole con el dedo.

—Propongo un ejercicio del tipo lluvia de ideas.

—Tú mismo dijiste que dos personas es poco volumen para una lluvia de ideas que se precie. Así que, ¿Cómo propones que lo hagamos? —dijo Emma demostrando interés.

—Algo simple. Del tipo básico de preguntas y respuestas. Yo pregunto y tú respondes. No se juzgan las respuestas, solo tomamos notas y luego analizamos todo.

—Estoy de acuerdo. A ver qué sale —terminó Emma encogiéndose de hombros.

—Bien, vamos a ver, empecemos por lo básico.

—¿Que es...? —preguntó mientras abría los brazos.

—Quiénes son y qué quieren.

—¿Es la pregunta número uno? ¿Ya empezamos?

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