Despliegue

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En la órbita terrestre.

21 de febrero de 2026.

3 días Antes del Evento.

Año del Evento.

Todos los telescopios de la Tierra fueron capaces de ver las luces que iluminaron los cielos. Hubo algunos que desde ciertas latitudes manifestaron haberlo hecho, incluso, a simple vista.

Carlos era uno de ellos. En el sótano de la casa habían construido una especie búnker, llenándolo de todo lo que suponían se iba a necesitar, si una crisis mundial estallaba por la llegada de alienígenas.

Sus padres le habían dado la tarea de inspeccionar los cielos y las redes sociales sobre cualquier noticia que se dijera sobre el extraño punto en el cielo. Ellos se asignaron la función de escuchar distintas radios por el mundo, y filtrar lo que se veía en la televisión.

En los pocos días que habían transcurrido desde la aparición del punto sobre Madrid, habían analizado y desechado infinidad de historias. Nada los convencía del todo, pero les pareció que equiparse con provisiones, agua y diversos elementos de supervivencia era el paso lógico dadas las circunstancias.

Carlos avisó a sus padres y subieron al observatorio.

Largas hileras de luces formadas por unidades más pequeñas, ubicadas en formación lineal, como emulando a un ferrocarril espacial, comenzaron a moverse en el espacio circundante al punto en el zenit de Madrid.

Los trenes luminosos comenzaron a moverse en dirección a La Tierra, recorrían los cielos cubriendo distancias inmensas a velocidad sin igual, para terminar su recorrido formando un halo protector sobre los tres puntos, conocidos ya por todo el mundo, y que eran llamados: "los visitantes".

Menos de una hora después, las naves despidieron de forma pulsante, unas luces más pequeñas que fueron envolviendo al planeta. Miles de esas piezas menores se convirtieron en una especie de coraza que protegía o aislaba a La Tierra.

Cada una tomó una posición geoestacionaria.

Uno de los puntos se acercó a un satélite espía de la serie CUBE. Se estacionó casi a 200 metros de su posición.

El satélite pudo dirigir una cámara en su dirección, consiguiendo las primeras imágenes del dispositivo alienígena que luego se conocería como: "el dardo".

Una pequeña cabeza con una especie de punta o antena, seguido por un cuello corto que acababa en palas de distintas dimensiones.

El dardo se enfrentó al satélite espía. No hubo ningún tipo de comunicación. Ni intercambio de datos.

Por parte de la humanidad, el satélite grabó en vídeo al dardo y lo fotografió todo lo que pudo, enviando esa información a su base en La Tierra.

Por parte de los visitantes, un minuto después, el satélite había sido inutilizado.

Formalmente, fue el primer ataque por pulso electromagnético recibido desde el espacio exterior.

Lamentablemente, no fue el último.

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