you keep me coming for you - shawn mendes & camila cabello

21

- Si Cami pasa - dijo Lily y Shawn la fulminó con la mirada - yo voy a buscar algo de hielo a la cocina y regreso - dijo y salió del baño cerrando la puerta.
- ¿Te duele? - pregunté sentándome en el piso, a su lado.
- Un poco - dijo, ni siquiera me miró a los ojos.

Me quedé un largo rato mirándolo, no sabía que decir y las lágrimas me lo hacían más difícil aún.

- Lo siento - largué por fin, rompiendo el silencio y él me miró a los ojos por primera vez desde que yo estaba ahí. Su mirada me dolió.
- Me lo merezco por lo que te hice - hizo una pausa - Yo soy el que te tiene que disculpar - dijo y negué con la cabeza, no puedo verlo así.
- Fui impulsiva - cerré los ojos con fuerza –Por eso no te paré.
- No llores, ya está - dijo secando mis lágrimas y no pude evitarlo, lo abracé bien fuerte.

Me hundí en su pecho mientras acariciaba mi pelo. Aunque él no lo supiera, no había nada que me calmara más que me acaricien el pelo. Sonreí y me aferré más a él.

- Adam está loco, no sé qué le sucedió - dije separándome de ese abrazo perfecto para poder mirarlo.
- Yo ya te he dicho, el gusta de ti - dijo intentando sonreír y puse mis ojos en blanco
- No gusta de mí, él es como un hermano sobreprotector
- Sí, claro - dijo irónico y le pegué en el hombro – ¿Tú también vas a pegarme? - dijo haciendo puchero y me reí, me dio mucha ternura.

Me levanté y agarre cosas de un estante para curarle las heridas. Volví a sentarme a su lado y el rio.

- ¿De qué te ríes? - dije sonriendo, me gustaba volver a ver su sonrisa y sus dientes perfectos.
- Es que... no sé si lo haces a propósito, pero no se me hace fácil mantener una conversación seria contigo, si estas así en bikini - me miré y me puse roja al instante. Con todo lo ocurrido, me olvidé de vestirme y seguía con el bikini.
-¿Es una broma?
- No es una broma, y tampoco pierdo la oportunidad para decirte lo linda que eres - dijo mirándome de arriba a abajo y mordiéndose el labio inferior.
- Shawn deja de mirarme así, ¡me das miedo! - grité entre risas
- Está bien, voy a dejar de observarte porque si no mañana tendré también el otro ojo morado.

Reí y saqué un poco de algodón, para mojarlo con alcohol y pasarlo al rededor del labio, donde tenía lastimado.

- Auch - se quejó
- Lo siento ¿Te ha dolido? - negó con la cabeza aunque obviamente sí.

Cuando terminé de curarle el labio tocaron la puerta.

- Permiso, no quiero interrumpir - dijo Lil cuando abrí la puerta- pero tengo hielo para el ojo de Shawn
- Gracias amiga - dije agarrando la bolsa - pasa
- No, los dejo solos mejor - dijo dando la vuelta y le agarré del brazo
- Espera, tengo que hablar un minuto contigo - le entregué el hielo a Shawn y le hice señas de que ya regresaba.

- Cuéntame ya lo que pasa allí abajo - le susurré a Lily una vez que estábamos fuera del baño
-El ambiente sigue muy tenso, no les recomiendo a ninguno de los dos que bajen - asentí y siguió hablando – Frank y Adam siguen en el jardín pero ahora están hablando como personas civilizadas - bajé la mirada, apenada, no podía evitar sentirme culpable
- Todo esto es mi culpa, ¿entiendes? Les arruine el día a todos - dije al borde del llanto y Lily me abrazó, automáticamente.
- No digas eso, ya va a pasar, tienen que hablar juntos, y tranquilos y las cosas se van a arreglar, te lo prometo - susurro para luego darme un beso en la mejilla y bajó por las escaleras nuevamente.

Entre al baño, sin decir ni una palabra y Shawn me miró preocupado. Me senté a su lado sacándole la bolsa de hielos de la mano y la apoyé con cuidado sobre su ojo hinchado. Hizo un gesto de dolor pero trató de disimularlo para que no me preocupe.

- ¿Por qué lloras? - dijo al rato, aún sin abrir los ojos
- No estoy llorando - mentí y él sonrió
- No te creo
- No puedo evitar sentirme culpable, no podemos quedarnos encerrados aquí toda la vida - dije y abrió los ojos para mirarme
- Cami tú no eres culpable de nada, no has hecho nada malo. Yo voy y me voy a hacer cargo, voy a bajar y hablar cuando estén calmados - agarro mi mano izquierda con la suya y sonreí, él me daba confianza y seguridad, y era todo lo que necesitaba en ese momento.