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Maratón 1/4

Al día siguiente me desperté de la peor manera.

- Al fin se despierta - escuché que Taylor le decía a Lily.

- Me siento mal - dije con un hilo de voz y ambas me miraron preocupadas
- ¿Que tienes? - preguntó Lily sentándose a mi lado, y Taylor hizo lo mismo pero del otro lado de la cama.
- Me duele la cabeza, y creo que estoy resfriada
- ¡Tienes fiebre! - gritó Taylor apenas tocó mi frente.

Taylor me quito las mantas y con las pocas fuerzas que tenía me quejé, tenía mucho frío, pero según ella eso me haría bien así que cerré los ojos, esperando que vuelva Lily.

- Resulta que no eres la única que ha resfriado, Shawn está igual que tú, que casualidad, ¿verdad? - dijo Lily cuando regresó y me puso algo frío en la frente.

- ¿Qué? - pregunté abriendo los ojos, intentando levantarme

- Tranquila, recuéstate - dijo y volví a apoyar la cabeza en la almohada - Shawn se fue a la habitación de Frank y tu mamá se está encargando de cuidarlo, ya le avisé y ya debe estar por venir- dijo colocándome el termómetro bajo el brazo y suspiré, necesitaba verlo.
- Hija ¿Cómo estás? - preguntó mamá entrando a la habitación y sentándose a mi lado
- Mal - dije - ¿y Shawn?
- Igual que tú, yo he dicho que se iban a enfermar, son unos inconscientes, ¿Por qué estaban en medio de la lluvia noche?
- ¿Qué? - preguntó Taylor sorprendida, mamá y yo reímos, como cómplices.
- Luego te cuento - dije sin ganas

Mamá me dio un una pastilla. Me trajo también un té y me prohibió moverme de la cama. Eso era algo imposible para mí, que soy una persona inquieta y encima estaba desesperada por ver a Shawn. No lo soporte y le envié un mensaje.

Camila: ¿Cómo te sientes?

Esperé unos minutos y al fin respondió.

Shawn: Mal, ¿Tú?
Camila: Yo estoy igual que tú
Shawn: Tu madre no deja irme de aquí, pero quiero verte
Camila: A mí tampoco me deja irme de aquí, también te quiero ver

Hablé con mi madre y finalmente llegamos a un acuerdo, me prometió que después de comer podríamos bajar los dos a la sala, pero solamente si nos sentíamos mejor. Me quedé dormida mientras esperaba a que el tiempo pasara y me desperté con unos brazos que rodeaban mi cintura por detrás. Giré sin entender y ahí estaba, acostado a mi lado, sonriendo.

- Qué bien se siente despertarse de esta manera - dije mirándolo con los ojos apenas abiertos
- Buen día - hizo una pausa – Que bonita te ves, ¿Te puedo dar un beso?
- ¿Por qué lo preguntas? - dije y lo besé.

Puedo parecer exagerada, pero lo extrañe y mucho, lo adictivos que sus labios son y cómo se siente besarlo. Pasamos un largo rato, comimos y hablamos de cosas no tan interesantes

- ¿Ahora si podemos ir a la sala? – Le pregunté a mi madre cuándo entro a la habitación
- Claro que si - dijo dándome un beso en la frente - si pueden, pero no olvide de abrigarse - asentimos y bajamos los dos envueltos en mantas.

Nos sentamos en el sofá y nos unimos con los demás, no puedo explicar lo difícil que es tener a Shawn cerca y no poder darle ni un solo beso.

El día estaba feo, seguía lloviendo así que no podíamos hacer otra cosa más que quedarnos en casa. Mis padres subieron a dormir la siesta y los demás nos quedamos mirando una película. Shawn y yo teníamos la ventaja de estar resfriados, nadie quería acercarse a nosotros, por lo tanto nos adueñamos del sofá y de las mantas. Con Shawn aprovechamos la oscuridad y la concentración en la película para darnos besos mientras no nos miraban y estuvimos abrazados todo el tiempo por debajo de las mantas. Apoyé mi cabeza en su hombro y en la mitad de la película me quedé completamente dormida.

you keep me coming for you - shawn mendes & camila cabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora