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Baje las escaleras y cuando logro escapar me encuentro con Ryan. No dudé y agarre de su cuello, abrazándolo muy fuerte. Las lágrimas no tardaron en caer, y él solo acariciaba mi cabello.

- ¿Qué sucede Camila? - preguntó preocupado
- Por favor, sácame de aquí - le supliqué inundada en lágrimas
- ¿Qué? - preguntó sorprendido separándose de mí
- No quiero estar aquí, por favor llévame a casa
- Esta bien, quédate tranquila

Él no entendía lo que pasaba pero aun así me acompañó. Se detuvo a abrazarme y mientras lo hacía, me sentía observada y sí, ahí estaba él, Shawn, con los brazos cruzados sobre su pecho, observándonos fijamente. Giré rápidamente mi cabeza hacia donde estaba Ryan.

Nos sentamos en los escalones de afuera de la casa mientras Ryan esperábamos un taxi, no tenía fuerzas para hablar así que simplemente apoyé mi cabeza sobre su hombro y él me abrazó. Así nos quedamos por unos minutos, en silencio, hasta que llegó el taxi. El viaje fue corto, y aburrido, solo quería ir a dormir.

- Cuídate Camila, sabes que puedes llamarme cuando sea, estoy para lo que necesites - dijo sosteniendo con ambas manos mis hombros
- ¿Qué? ¿Ya te vas?
- Si, ya debería irme a casa - dijo sonriendo
- Igual me refería a que.... podrías quedarte un rato, si quieres...
- Prefiero que no, estas triste y no te quiero invadir, necesitas descansar - dijo acariciando mi mejilla y sonreí, después de mucho tiempo
- Ryan, necesito hablar con alguien, aunque sea cinco minutos, por favor - dije y asintió con la cabeza.

Noté que estaba un poco incómodo, así que ya que hacía calor, le sugerí sentarnos fuera en el jardín, y él aceptó. Le conté todo lo que había pasado con Shawn, le tengo confianza, me gusta cómo me escucha y aconseja, siempre tenía las palabras justas.

Descargué toda mi furia con Ryan y al cabo de unos minutos ya me sentía relajada y aliviada, definitivamente necesitaba hablar con alguien. Nos quedamos hablando por un largo rato, el cielo empezó a aclararse y ahí fue cuando nos dimos cuenta que estaba amaneciendo, perdí la cuenta de la cantidad de horas que estuvimos hablando y realmente me sorprendí.

- Creo que ahora si ya debería irme - dijo sonriendo y asentí
- Gracias, por todo - dije levantándome y él hizo lo mismo
- No tienes que agradecerme, cuando me necesites yo estoy aquí, ¿Sabes? - asentí sonriendo y él se acercó, me agarro las manos y me dio un beso en la frente.

Cerré los ojos por unos segundos y por impulso, aprovechando la cercanía, atrapé sus labios con los míos. El beso, a diferencia de los de Shawn, era suave y lento. Separé nuestras manos para rodear su cuello. Él solo rodeó mi cintura y deposito sus manos en algún lugar de mi espalda. Nos separamos por un segundo pero la sonrisa que tenía en su rostro, me impulsó a besarlo otra vez, dispuesta a no soltarlo hasta que me quedara sin aire.

Eran diferentes a los besos de Shawn. No sentí lo mismo, lo que me pasa con Shawn es algo distinto, insuperable, pero no puedo negar que me gustó este beso.

Y así estoy con Ryan,  abrazados, besándonos, con el amanecer como único testigo.

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¡¡¡No me maten!!!

Estas situaciones son necesarias para la historia

Prometo que ya vienen cosas buenas

you keep me coming for you - shawn mendes & camila cabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora