you keep me coming for you - shawn mendes & camila cabello

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Ya estaba oscureciendo así que decidimos volver. Hablamos de muchas cosas, y verdaderamente me siento mucho mejor porque ahora estoy entendiendo todo perfectamente. Entramos riéndonos a casa y todas las miradas se fijaron en nosotros. Esto es incómodo

- ¿A dónde estaban? - preguntó Frank, celoso.
- Hola Frank, salimos a caminar - dije
- Ok, está bien - dijo Frank no muy convencido de mi respuesta. ¿Porque era así?
- ¡Quédate a comer Shawnie! - gritó mamá desde la cocina. Shawn me miró, esperando mi aprobación.
- Sí, quédate - le dije sonriendo
- Bueno, está bien, pero tengo que ir a casa a bañarme, cambiarme, y luego regreso
- Báñate aquí y pídele ropa a cualquiera de los chicos - hice una pausa mientras él me miraba dudoso - Oliver, ¿te animas a prestarle algo de ropa a tu primo? - dije poniendo mi mejor cara
- Si claro Shawn, elige lo que quieras - dijo ignorándome por completo a mí y dedicándole una sonrisa a Shawn.

Subí las escaleras con él para mostrarle cuál era la habitación de Oliver y el baño, si como ya he dicho esta casa de playa es gigantesca. Me quedé en la puerta del cuarto mientras escogía la ropa, mirándolo con una sonrisa en mi rostro. Levantó su mirada y me miro, al parecer recién se dio cuenta de mi existencia allí.

- ¿Me esperas porque quieres bañarte conmigo? - dijo divertido
- Ya quisieras Shawn
- Si, y tú también - dijo entre risas y le dediqué un gran "fuck you" mezclado con una sonrisa falsa antes de irme. Lo escuche reírse mientras bajaba las escaleras y sonreí.

Me fui con mis amigas al living y empezamos a hablar, pintarnos las uñas y esas cosas que nos gusta hacer cuando hablamos. Un tiempo después me levanté para ir a cambiarme de ropa y arreglarme ya que todavía estaba vestida como hoy en la tarde. Subí las escaleras corriendo y me choque con Shawn, que el salía del baño.

- Ay lo siento, no te he visto - dije cuando finalmente lo miré. Wow.

Estaba todo mojado, con una toalla blanca muy por debajo de la cadera. Las gotas caían por su pelo y rodaban por su cara. Bajé la vista y wow, wow, wow. ¿Cuándo aparecieron esos músculos en sus brazos? ¿Y esos abdominales? ¿Cuándo ha crecido tanto? Me quede observándolo y el rio al darse cuenta.

- Cam, sé que soy muy guapo, pero me estas intimidando - dijo entre risas.
- Que tonto eres - dije cuando por fin reaccioné.

Me di la vuelta para irme a mi habitación, no sabía cómo disimular lo roja que estaba, ¡qué vergüenza!

Me cambié, esta vez bastante rápido, ya tenía más o menos pensado mi outfit, ya que soy sencilla a la hora de elegir ropa. Mientras me maquillaba, tocaron la puerta.

- Pasa - grité sin saber quién era.
- Que linda eres - dijo mirándome de arriba a abajo cuando abrió la puerta.
- Gracias - le dije aunque moría por decirle "tú también" – ¿Qué haces aquí? - dije frunciendo el entrecejo una vez que terminé de pasarme la máscara de pestañas.
- La verdad, no lo sé, supuse que ibas a seguir aquí...
- ¿Bajamos? – le dije mientras le golpee el brazo suavemente
- Si claro, pero que no se te haga costumbre eso de golpearme cada vez que quieras decirme algo - ambos reímos y bajamos juntos las escaleras.