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Ya estaba todo ordenado, y limpio. Max me insistió para lavar él los platos, pero llegamos a un acuerdo, la mitad cada uno. Y así, entre risas, en 10 minutos ya habíamos terminado.

Nos empezamos a servir los tragos, ya que todavía era temprano para ir a la fiesta. Una vez que estábamos todos con sus respectivos vasos, a Lil se le ocurrió la maldita idea de jugar a un juego para beber. Trajeron cartas y jugamos, nunca lo termine de entender pero me decían lo que debía hacer y cuantos sorbos debía beber.

- Que juego aburrido - protesté luego de haberme bebido unos cinco vasos, o más, en realidad perdí la cuenta.
- Es porque no entendiste - dijo Frank despeinándome y me crucé de brazos, enojada.
- Bueno, tengo una idea... Verdad o consecuencia - propuso Oliver con una sonrisa pícara y todos aceptamos

Estuvo todo bien, hasta que finalmente me tocaba a mi.

- Camila, Verdad o consecuencia? - gritó Taylor para captar mi atención
- Emm... consecuencia - dije decidida, Tay sabía muchas cosas de mi, no podía arriesgarme a una pregunta por parte de ella, definitivamente no.
- Tienes que darle un beso a... al que más te guste de los que estén aqui! - dijo sonriéndome cómplice, ¿de verdad pensaba que me estaba ayudando? La fulminé con la mirada y me paré, mirando a cada uno de los chicos a mi alrededor.

Miré a Tom, no. Max, no. Frank, reí, claro que no. Miré a Nick, y Lil me amenazó con la mirada, definitivamente no. Oliver, no, no podía darle un beso a mi ex. Adam, ¡es mi amigo! Y finalmente, quedaba solo él. Lo miré un buen rato, analizándolo. Obviamente era él el que más me gustaba de aquí, el único. Me miró a los ojos, su mirada rogaba en silencio que lo escogiera. Levantó una ceja, expectante y yo tape mi cara con las manos.

- ¡No puedo! - grité desesperada. Miré a Tay suplicándole - ¿Podría ser a un amigo? - ella solo asintió con la cabeza, rendida.

Me acerque a Adam que se estaba riendo, no se lo esperaba, abrió los ojos como platos y me observo serio. Tiré de su mano para que se levantara y lo hizo, dudoso, con miedo.

- Relájate, es solo un beso de amigos - le dije en el oído y él solo me sonrió, como si me estuviera dando permiso.

Nos reímos los dos, esto definitivamente iba a ser raro. Se escuchaban los gritos y risas, y me puse un poco nerviosa. Me acerque un poco más a Adam, apoyé una mano en su hombro, y con la otra agarré su cara. Tomé aire, cerré los ojos y le di el tan esperado beso. Fue corto, y un poco incómodo. Me separé y lo miré, no pude contener la risa y él tampoco. Menos mal que lo elegí a Adam que tengo confianza, si hubiera sido otro, moría de vergüenza. Volvimos a nuestros lugares y recién ahí lo vi. Su mirada transmitía odio, tristeza y decepción. No le pude sostener la mirada, me ponía nerviosa. Jugamos un rato más hasta que le tocó a él,


Eligió verdad.

- Mmm, ¿te gusta alguien de aquí? - preguntó Lily. Mis amigas se estaban esforzando por ponerme incómoda, ¿no? Cerré los ojos y agaché la cabeza, no estaba muy segura de querer escuchar su respuesta.
- Sí - contestó seco, directo, casi sin pensarlo. Me paralicé, un ejército de mariposas recorrió todo mi estómago. Levanté la cabeza casi por impulso y no pude evitar mirarlo. Sin embargo él estaba tan relajado, como si no le incomodara haber dicho que alguna de nosotras tres le gustaba.


you keep me coming for you - shawn mendes & camila cabelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora