El Internado Harrison

9

P.O.V Alex

Es sábado, y al final nuestro plan resulta ser ir al mejor-y más cercano-parque de diversiones. Por desgracia uno de nuestros líderes tiene que ir con nosotros. Primero lo intentamos con Em, quien no puede. Luego Helena intenta con su líder, quien ninguno de nosotros conoce y que tampoco puede. Al final Ian y Grove corren hacia su casa mientras Loki a la suya. Resulta que los tres corren con suerte porque los lobos regresan acompañados por el lobito. Y Loki trae a su líder a quien presenta como Josh.

Son alrededor de las cinco de la tarde cuando por fin conseguimos salir de Harrison, tomamos el tren de la vía 85 y nos bajamos en la estación 54. Caminamos un rato por el pasto hasta que frente a nosotros se escuchan risas, gritos de emoción y muchos colores, burbujas, algodón de azúcar, atracciones, caramelos, hombres con zancos que se ven gigantes inundan nuestra vista. No es hasta ahora que me fijo en Josh, el líder de la casa Unicornio. Su cabello es negro como el ébano, sus ojos de un lindo marrón chocolate con leche, tiene piel oscura, un cuerpo de infarto y una barba de dos o tres días que lo hacen ver aún más sexy.

-¿A cuál vamos a subir primero?-chilla emocionada Ire.

-¡Al martillo!-responde Loki visiblemente emocionado.

-¿Estás loco?-lo acusa Leo.- ¡Odio las alturas!

-¡Vamos Lobito! ¡Será divertido!-insiste Grove.

Leo nos mira a los demás-Helena, Ian, Josh y a mí-y cuando asentimos suspira sonoramente y acepta. Mientras caminamos hacia la atracción-que es una que poseo dos cabinas, que una queda boca arriba mientras la otra está boca abajo-, Leo se acerca a mi lado y espeta:

-Bastante interesante su broma.-sonríe, y suspiro debido a que no está molesto.

-¿Te gustó?

-Sí, aunque... ¿Quién carajo me dibujo los besos a mí?-mis mejillas comienzan a enrojecer levemente.

-Yo.-respondo bajito.

-Buen trabajo.-me sonríe aún más.-Ni siquiera sentí que me estaban dibujando.

-Tu retaguardia me encanta.-comento aún más bajo que antes pero para mí "buena suerte", escucha porque comienza a reírse.

-Mmmm, tu retaguardia también es atractiva.-murmura.-Si no fueras tan joven y no estuviera enamorado de alguien más, estaría cogiéndote en este momento.

-¿Hablas en serio?-tartamudeo mientras el sonrojo de mis mejillas se profundiza tanto como cuando Loki estaba leyendo a Zarina, ayer.

-Por supuesto que hablo en serio.-asegura y se le marcan los hoyuelos.

-De cualquier modo... ¿Quién te gusta?

Ahora es su turno de tartamudear.-Pues...yo...a...mí.-se vuelve rojo como tomate.-Ya llegamos.

Y no es mentira, estamos frente a la atracción.

-Ni creas que te escaparás de esta conversación.

-Lo sé.-asiente mientras nos subimos a la atracción.

-¿Al menos podría besarte un poquito?-pregunto, coqueto.

-Tal vez, déjame pensarlo.-responde igual de coqueto.-Por cierto, buena manera de distraer a alguien que le teme profundamente a las alturas.

Una chica nos asegura los cinturones, luego de que nos sentamos-Helena se sienta con Loki, Ian con Grove, Irene con Josh y yo con Leo-, cuando la atracción comienza, la adrenalina comienza a enviarme a volar y aún más cuando quedamos de cabeza, todos gritamos de emoción-excepto Leo, claro-, cuando estamos boca arriba de nuevo tomo su mano y él se aferra con fiereza y volvemos a estar de cabeza. Aquello se repite otras tres veces, hasta que se detiene por completo.

Luego, nos encaminamos hacia el "Revolución I", el cual da vueltas hasta que quedas de cabeza y entonces gira aún más rápido. Esta atracción dura un poco más que la anterior. Pero cuando nos bajamos Leo luce verde y está prácticamente besando el suelo, por lo que nos decidimos ir a la "Casa endiablada". Me siento en el último vagón junto a Leo. Y entonces comienza a moverse. Esta mierda no da miedo, por supuesto. Los muñecos son en serio patéticos, pero aún así, los sonidos-los cuales son llantos y gritos-al menos consiguen erizar cada vello de mi cuerpo. Antes de que pueda arrepentirme, aferro mis manos al rostro de Leo y lo beso.

Al principio no me corresponde, pero, un segundo después, se aferra con fuerza a mí y nuestras lenguas juguetean. Nos separamos justo a tiempo y con las respiraciones entrecortadas. Pero como estamos en esta jodida atracción espero que todos piensen que sólo estamos asustados. Al menos un poco.

Al bajar, decidimos ir a comer-sin Loki ni Ian, porque andan MIA-, Leo, Ire, Gro y Josh deciden comer hamburguesas de carne, mientras que yo la pido de pollo y Helena pide un perro caliente. Por supuesto, mientras comemos, los chistes a costa de los MIA, cada uno más peculiar y gracioso que el anterior.

Aunque para ser sincero, yo sólo puedo ver a Leo, e imaginar que lo tengo desnudo en mi cama.