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P.O.V Alex

No puedo creer que haya pasado ya casi una semana desde que me dieron el alta. El tiempo literalmente vuela. Hoy mientras estamos comiendo en mi casa y estamos todos juntos, Helena pide que le prestemos atención.

-Les tengo una sorpresa, vamos a ir de vacaciones a una isla privada, bueno la isla privada de mi familia. No lo había dicho con todo lo que estaba pasando.

No tengo ni idea de cómo conseguimos que mi madre y la madre de Irene-quienes tienen que trabajar-nos permitan ir al viaje. A pesar de los ánimos con Grove no son los mejores-de parte de ellos, claro-también va a ir con nosotros. Y aunque ni mi bestie ni yo le dijimos a nuestras señoras madres, vamos a estar solos en esa isla.

Obviamente tenemos un montón de cosas por hacer, Helena nos asegura que tiene lo del avión cubierto así que no nos preocupamos por eso y al terminar de comer, todos se van para poder arreglar todo, lo más seguro es que salgamos el fin de semana.

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En sólo veinte minutos llegamos al aeropuerto y no tengo idea de cómo demonios lo logramos. Todos nos quedamos con la boca abierta cuando vemos el "avión", que es en realidad un jet-¡UN PUTO JET!-y de paso es de color rosa y está decorado con una imagen nuestra en el parque de diversiones.

-¿Pero qué demonios Helena? ¿Tus padres son narcos o qué?

-No, es sólo que soy hija única, súper mimada y además mi papi es dueño de una aerolínea entera.

Okey, está niña suda dinero en serio. Todos subimos al jet; que es hermoso aún más por dentro que por fuera. Todo es de cuero o terciopelo y de color oro y fucsia. Loki e Ian son los primeros en escoger sus lugares, sentándose muy juntos.

-Al menos esperen hasta llegar a la isla, tortolitos.-bromeo y ambos se ponen rojos cómo tomates.

A pesar de que aún me desagrada un poco Kenji y Alyssa no se quedan atrás.

-Eh, ustedes dos, el mismo consejo que le dimos a Ian y a Loki.-gruñe Irene.

Aun así mi gruña mejor amiga se sienta corriendo con Lafayette. Todos estamos en silencio pero yo le dirijo la típica mirada de no-debes-zorrear. Que entiende en seguida, Helena desaparece en el interior de la cabina asegurando que es el copiloto.

-No quiero morir.-bromea Loki, mientras todos nos reímos.

Aunque aún quedan algunos lugares libres, voy hasta donde está Grove y me siento junto a él. La verdad es que tengo mucho sueño, que me gana por supuesto, así que me recuesto en el regazo del rubio-quien seguramente quiere decirme un montón de cosas-.y me entrego a Morfeo.

Me despierto porque alguien está manoseando mi culo, cuando abro los ojos me doy cuenta de lo obvio: es Grove. Desde la posición en la que estoy lo fulmino y me incorporo, al estar derecho me doy cuenta de que le llene de baba todo el pantalón; además también parece tener una... le doy un manotazo en el hombro.

-¿En serio?-gruño en su oído.- ¿Tuviste una erección mientras dormía?

Él se encoge de hombros.-Eres muy sexy, no es mi culpa.

Estoy a punto de ahorcarlo, cuando la voz de Helena suena por todo el jet informándonos que casi llegamos a la isla, que veamos por las ventanas y estemos atentos. Entonces la veo: La isla es más o menos grande rodeada por kilómetros y kilómetros de agua color zafiro. Este lugar es...

-¡PER-FEC-TO!-grito y todos están de acuerdo conmigo.

Finalmente el avión desciende y aterriza. Bajamos corriendo-casi volando-, entonces podemos darnos cuenta que de cerca la isla es aún más hermosa que de lejos. A unos treinta pasos de nosotros hay una hermosa cabaña de caoba, rustica y de una sola planta. Cuando entramos en seguida nos damos cuenta de que lo rustico es solo para el exterior. El porcelanato perfectamente blanco y perfectamente pulido contrasta con las paredes de madera.

Los sofás en la sala principal son de cuero color aguamarina, una pequeña mesa baja con 5 patas está entre ambos sofás y sobre estas múltiples botellas de ron y otros licores. Hay cuadros preciosos de animales marinos decorando el lugar aquí y allá. Luego entramos a la sofisticada-y-nada-rustica cocina. Todo en ella es de acero inoxidable, hay vajilla de color rojo intenso, con vasos de cristal rojizo a juego. Hay un mesón de granito blanco, al igual que todas las otras superficies.

Mis pensamientos son interrumpidos por la voz de Ian.- ¡Este lugar es increíble! ¿Cómo vamos a dormir?

Helena entra de nuevo en modo anfitrión.-Las puertas tienen número, la uno es mía, de Alyssa y Kenji, Ian y Loki tienen la dos, Irene y Lafayette la tres y Alex y Grove la cuatro.

-Les advierto algo a todos ustedes-digo serio y fulminándolos con la mirada-¡Si hacen ruido los castro a todos! ¡Necesito dormir al menos diez horas!

Todos a mi alrededor parecen ponerse blancos-excepto mi bestie, por supuesto-luego nos dividimos y cada quien se va en busca de su respectivo cuarto. Soy seguido por Grove, quien está prácticamente con su pelvis pegada en mi culo. La verdad es que eso no me molesta, pero... demonios, es obvio lo que quiere que hagamos.

Nuestro cuarto es gigante, y no bromeo las paredes están pintadas con océanos y animales marinos. Hay dos camas matrimoniales, con sábanas blancas y las colchas son de color azul grisáceo, con dos almohadones gigantescos. También un gran ropero hecho con madera de cerezo japonés. Grove y yo prácticamente nos peleamos para guardar las cosas, pero conseguimos arreglarlo todo.

El rubio se lanza sobre una de las camas mientras que yo salgo en busca de mi mejor amiga, necesito hablar con ella. Toco la puerta de la habitación dos y sale con su cabello rojo alborotado. Arqueo la ceja y de inmediato ella niega con la cabeza. Sale de la habitación y luego yo la tomo de la mano.

-Necesitamos hablar de algo, Irene.

Ella asiente y decidimos escabullirnos-nada difícil-, salimos corriendo por la isla, luego de un rato, cuando nos sentimos lo suficiente alejados de la cabaña, nos tiramos en el suelo para poder recuperar el aire.

-¿Qué pasa?-me pregunta

-¿Me puedes decir que relación tengo con nuestro profesor de deportes?-Ella me mira cómo si me acabara de salir un cuerno en el centro de la frente o algo por el estilo.-Lo que pasa es que encontré un mensaje de él, y no entiendo nada.

-Ustedes son novios, Alex.

Ella lo deja salir cómo si esta relación fuera algo tan normal, de una forma tan ligera. Mi mejor amiga acaba de soltar una puta bomba y... ¿Cómo que es mi novio? Esto es simplemente demasiado, así que me dejo caer en la arena.

Ella se sienta a mi lado y entrelaza sus dedos con los míos.-Tranquilo, ya recordarás todo.

-Creo que debemos volver ya, Irene.

Nos incorporamos, nos sacudimos la arena y esta vez no corremos sino que caminamos. Ellos están todos sentados en un círculo cerca de la cabaña, Gro tiene cara de querer asesinar a alguien y al verme sus ojos se llenan de lágrimas, que no deja caer, y en seguida desvía la mirada.

-¿Y si jugamos?-pregunta Alyssa emocionada.

-¿Qué cosa?

-Verdad o Reto-responde Helena con una sonrisa ladina-Alex, ¿verdad o reto?

Sinceramente no tengo ganas de decir aquí nada. Así que elijo algo de lo que quizás me arrepienta.

-Reto-le digo mirándola desafiante.

-Date un chapuzón de 5 minutos.

-De acu...-me interrumpe, casi con una risa malvada.

-Desnudo.

-Estás loca, maldita.

-Elegiste Reto.-ríe.-Hazlo.

-Lo haré, bruja. 

El Internado HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora