El Internado Harrison

29

P.O.V Alex

Tengo exactamente veinte segundos, quince minutos y ciento veinte horas sin ningún tipo de contacto con mi mejor amiga; con un demonio que lo he intentado, pero cada vez que lo he hecho ella solo me ignora. Para ser sincero no se ni qué diablos voy a hacer.

Solo falta una semana más para que acaben las clases y podamos volver a casa por las vacaciones de verano, pero si ella y yo no nos hablamos, ¿Qué voy a hacer todo el verano?

Como si eso no fuera lo suficientemente horrible, luego de la jodida pesadilla la maldita canción terrorífica se me repite en la cabeza una y otra vez. Y no puedo olvidarme de la cerecita del pastel: la zorra de Laurel, que no ha hecho más que joderme la existencia. Yo creyendo que la odiaba menos, pero es todo lo contrario.

Mi última clase se acaba y huyo tan rápido como puedo. Corro aún más rápido hasta que por fin me encuentro con mi objetivo, Loki está acostado con el cabello lleno de pasto. Me lanzo a su lado, él me sonríe.

-¿Puedo quedarme esta noche contigo?

-¿Aún sigues mal con Irene?

Me sonrojo profundamente.- ¿Qué acaso no puedo compartir con mi mejor amigo?

-Sí, sí lo que digas.-se incorpora.-Iba hacia allá de hecho, vamos.

Entramos sin hacer ruido a la residencia Unicornio, le envío un texto a mi hermana pidiéndole que se quede esta noche con Irene, que yo voy a quedarme con su compañero esta noche. La habitación de estos dos es el lugar más desordenado que he visto en mi vida, ni siquiera puedo explicar el horror que me rodea.

-Iré a bañarme, puedes tomar algo de mi closet.

El pelirrojo sale de la habitación dejándome solo, siguiendo al pie de la letra lo que me dijo, decido buscar algo de ropa en su armario. Me deshago de mi uniforme y me pongo un pijama color aguamarina de él. Vuelvo a tirarme en la cama.

Y me duermo.

Despierto llorando y gritando.

-¡¿QUE PASA?!-me pregunta Loki asustado.

Aunque al principio soy reticente al final me rindo y le cuento la pesadilla que no quiere dejarme en paz. Él lo entiende perfectamente, y sabiamente no dice nada, se acuesta a mi lado mientras comienza a acariciarme el cabello. Pongo mi oreja en su pecho, escuchando los latidos de su corazón alterado.

Su respiración se calma al mismo tiempo que yo, así que supongo que nos dormimos al mismo tiempo.

Sólo faltan dos estúpidos días para poder largarme a mi casa, tengo dos días sin ir a dormir a mi residencia (lo que significa que es Alyssa quien duerme ahí). Ahora soy yo quien está molesto, durante el transcurso del día todas las veces que Irene intenta hablar conmigo la ignoro. Finjo que no existe.

Al final de la tarde nos convocan a una reunión con la directora, ella nos explica que ciertos alumnos podrán asistir a una excursión al bosque. Debido a cosas que no entiendo (mira soy inteligente, pero nunca creí que al nivel de la gente de este lugar) soy de los pocos sophomore afortunados que pueden ir al viaje. Hay gritos de todo tipo: de emoción, indignación e incluso fastidio.

No obstante mi hermanita por ser una freshman no tiene suerte, porque ellos no irán al viaje.

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Muy bien, no me gustan muchos los espacios abiertos, en especial los putos bosques. No obstante este es súper lindo, aunque para mí lo mejor son las imponentes cabañas de madera rojiza y maciza. Para mi sorpresa Em nos une a todos en una sola cabaña (Helena, Loki, Lafayette, Ian, Kenji, Irene, yo e incluso Grove).

Nos deja decidir con quién queremos compartir habitación yo escojo a Loki, Irene a Lafayette, sorprendentemente Grove a Helena y por ello Kenji e Ian quedan atrapados juntos. Mi líder nos da permiso de hacer lo que queramos por lo que no es muy sorprendente que todos decidamos ir a dormir.

Aun así yo solo consigo dormir entrecortadamente debido a la jodida pesadilla que no me deja en paz, alrededor de las tres am, no lo resisto más y le pido al pelirrojo que venga a acostarse conmigo. Él lo hace sin dudar; no es ninguna sorpresa que por fin consiga quedarme dormido.

Al día siguiente, me despierto luego de una noche de sueño reparador. Me ducho tan rápido como puedo y me visto con un mono gris, una camisa de color rojo intenso con dibujitos de dinamita con cuello en ''V" y unos nikes. Me recojo el cabello en una trenza y salgo de la habitación que comparto con Loki.

Soy el único que está despierto, aunque no tengo mucha hambre decido tomar una manzana verde que hay encima de la mesa y decido internarme en el bosque. Paso mucho rato caminando, tanto que el precioso atardecer frente a mí me asusta y enamora al unísono. Finalmente la luna reemplaza al sol en el cielo. Me levanto de espacio.

A pesar de que mi cerebro me dice que me vaya ya al "campamento"-porque nadie me ha visto en todo el día-, me llama la atención un río que está bastante cerca de mí. Me acerco como si el canto de una sirena me llamara desde dentro de el. Me enjuago la cara y veo mi reflejo.

Estoy demacrado y horrible.

Me incorporo pero lo hago tan velozmente que no me percato que el suelo en el que estoy es resbaloso. Antes de que pueda reaccionar caigo en las heladas, despiadadas y rápidas aguas. Me golpeó la cabeza con algo, abro los ojos de par en par encontrándome con que mi sangre decora de rojo las aguas.

Grito.

Subo a la superficie y respiro todo lo que puedo, mientras consigo estar arriba escucho el sonido de una cascada; entonces la corriente vuelve a hundirme, comienzo a llorar pero debajo del agua no estoy seguro de si en serio me están saliendo lágrimas. Aunque veo borroso consigo observar unas hermosas mariposas con alas de oro y rubíes sobre mí.

Intento buscar la superficie o lo que creo que es la superficie.

Como resultado obtengo otro golpe en la cabeza. Este duele más.

Me duele el pecho por la falta de oxígeno así que dejo de luchar y me resigno a solo ver las mariposas sobre mí. Le envío todo mi amor a Irene, Helena, Loki, Alyssa, Lafayette, Kenji, Em, Leo e incluso Josh.

Les aseguro a mi mamá y a Jean que los amo.

En un intento de respirar trago una cantidad excesiva de agua.

Me estoy ahogando.

Y voy a morir.

Te amo, Grove.

Comienzo a caer con violencia.

Me estampo con fuerza contra el agua, dejo de ver a las mariposas y los rostros de todos ellos.

Creo que este es el fin.

Así que cierro los ojos.