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P.O.V Alex

Estoy de nuevo frente a la puerta de Gro, han pasado dos días desde la última vez que hablamos. Porque por alguna razón no ha estado en el comedor, para el caso tampoco Kenji. La mano me tiembla un poco pero tomo el picaporte y entro en la habitación, las jodidas hormonas se me alborotan.

El rubio está desnudo y de espaldas, sus perfectas y redondas nalgas escurren gotitas de agua, su cuerpo esta tan musculoso como siempre pero sus brazos lucen como si hubiera estado ejercitándolos hace poco.

Doy pasos cortos hacia él-quien no se ha dado cuenta de mi presencia-, cuando estoy detrás suyo, coloco mis brazos alrededor de su cintura. Se asusta un minuto pero luego se relaja cuando se voltea, no puedo despegar la mirada de "allí". Oye, un chico necesita sexo. Lo abrazo con mucha más fuerza de la que creí tener; en un movimiento uno mis labios con los suyos, y él me corresponde. Aunque unos segundos después se separa de mí y dice:

-Esto es todo lo que quiero desde que te conocí.

-Me pasa exactamente lo mismo, Grove.-luego trago saliva antes de dejar salir todo muy rápido y en un confuso desastre:-Te necesito, idiota.

El zoológico, gruñe en mi panza.

Se siente tan bien admitir que lo necesito, que lo deseo. Pasa tanto tiempo mirándome que me sonrojo fuertemente. Entonces une sus labios con los míos, y trasmite toda su dulzura. Me atrae más hacia él, provocando que se erice cada vello de mi cuerpo. Luego de varios minutos, por culpa del puto aire que nos falta, nos separamos.

-Yo también te necesito, Alex Zeller-dice, para luego suspirar-Porque te amo.

-Yo también te amo.

-Me vestiré-dice agitado.

-¿Para qué?-refunfuño.-Si así estas para devorarte ¡Grrr!

En serio estoy seguro de que lo digo en mi mente hasta que lo escucho reírse a carcajadas. Con un demonio, se supone que no debía oír. J-O-D-E-R.

-Tú siempre estas como para devorarte.

La cara se me calienta, más de lo debido. ¡Ay no me jodan! ¡Putas hormonas! ¡No a esta hora!

-Vamos

-¿A dónde vamos?-pregunto, sorprendido.

-A tomar un café.

Salimos con el espacio suficiente de tiempo como para que nadie diga nada. Para mi sorpresa hay un espectacular Mercedes 300SL Roadster de color rojo cereza y con asientos de cuero color caramelo. Veo sus intenciones de abrirme la puerta pero en seguida le doy un empujón con mi cadera y yo mismo me abro la puerta, aunque igual él la cierra. Luego escucho el motor rugir y salimos disparados hacia la cafetería.

P.O.V Grove

Estaciono mi auto-regalo de mis abuelos por mi cumpleaños número dieciocho-, enfrente de la cafetería, para molestar al enano yo le abro la puerta. Por supuesto sale hecho una furia-de las griegas-del auto, me golpea el hombro y comienza a caminar hacia la cafetería. Pero luego se detiene, se da media vuelta y se para frente a mí.

Me estampa contra el auto y comienza a darme un beso-que yo quería robarle-, la cosa es bastante dulce para quien pueda vernos hasta que me coge la mano izquierda y la pone en una de sus nalgas. Sin pensarlo mucho comienzo a acariciar ese lugar.

Pero mi concentración se pone en otra cosa cuando siento su lengua acariciando mi labio inferior. Se separa de mí y provocativamente me hace un chupetón en el cuello, luego me toca ambas nalgas y al comenzar a caminar de nuevo dice:

-Eres mío, por ese morado en tu cuello todos lo sabrán-a mí no me molesta la idea-Por cierto, te lo corto si te veo hablando con alguna chica.

Okey, me asusta un poco su actitud pasiva-agresiva, pero este chico me encanta. Corro hasta ponerme a su lado y le digo al oído:

-Me encanta que seas pervertido.

Él sonríe. Entramos a la cafetería y nos permitimos olvidarnos un rato del mundo.

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P.O.V. Alex

Varias horas después salimos del café y nos dirigimos a su precioso auto, Dios, voy a casarme con ese auto. No obstante no puedo dejar de pensar en Brandon, tengo que terminar con él, porque no quiero hacerle daño. Gro se detiene delante de mi residencia. Me acerco hasta él y lo beso dulcemente y con intensidad.

Nos separamos y al hacerlo me agarra por los hombros; en vez de hacerme un chupetón, me muerde en el hombro.

-Te amo-dice besándome la nariz

-Te amo, pero esto se está volviendo bastante meloso.

Ambos nos reímos como idiotas, salgo del automóvil con un leve dolor de cabeza. Tengo que dejar pronto a Brandon. Porque ahora que lo admití solo quiero estar con este sexy idiota.

Cuando entro me encuentro en seguida con mi querida mejor amiga, de brazos cruzados viéndome fijamente por haber estado con Grove, trago duro y le sonrío tímidamente.

-¿Crees que está bien lo que haces?

-Ire, yo...

-Tienes que hablar con Brandon, Dios sabe que no lo conozco demasiado y al principio me desagradaba. Pero no se merece esto.

Su voz está quebrada mientras lagrimas caen por sus ojos.

-Irene...

-Le hiciste lo mismo que Grove me hizo a mí.

Entonces sale corriendo, pasa por mi lado y sale de la casa Sirena. Me pego de la pared y me deslizo hasta el suelo. Comienzo a llorar porque mi bestie dijo la verdad y nada más que la verdad.

Lo que significa que tal vez Gro y yo somos tal para cual, después de todo engañamos a nuestras respectivas parejas al menos una vez.

El Internado HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora