2.

592 45 3
                                    

Mia.


Mis padres siempre hablan de cómo, cuándo nací, traje a su vida una alegría que no se creían capaces de experimentar. Mis padres, Joe y Gus (sí, dos hombres), me trajeron al mundo en un vientre de alquiler y me cuidaron a cada segundo desde que fui concebida, hasta que cumplí veintiún años y decidí salirme de casa. Cuando tomé semejante decisión, ellos lloraron mientras repetían que no podían creer que solo había sido de ellos veintiún años y nada más, recuerdo haber dicho que yo no era de nadie, pero si ahora lo veo en retrospectiva, creo que soy de ellos y de muchas otras personas.

No lo digo por sonar intelectual o sabia, tampoco quiero parecer poeta, es simplemente que los últimos días me he cuestionado mucho sobre quien soy y a donde pertenezco. No sé si sea parte de la genética de ser una bebé concebida en un vientre alquilado o si solo es mi cerebro incomodándome de manera abrupta, pero últimamente me quedo hasta tarde haciendo meollos en mi mente y conforme pasa el tiempo la vida pierde sentido, las respuestas a mis preguntas me parecen vagas y no sé por qué me siento vacía.

Puede que sea un cambio hormonal, puede que sea depresión o puede que sea el hecho de que acabo de pasar por mi décimo sexta ruptura. Sea lo que sea, me vuelve loca.

Y es por eso, por mi décimo sexta ruptura, que creo que soy de muchas personas, o al menos, de muchos chicos.

¿Alguna vez has pensado que con cada persona que pasa por nuestra vida se queda un pedacito de nosotros?

Yo lo creo, creo que un pedazo de mí se quedó con mi madre de alquiler, otros pedacitos se quedaron con mis novios (ahora exes) y dos grandes pedazos estarán siempre con mis padres, también hay pedazos con mis amigos, mis familiares y las personas a las que les importo. Y tal vez el dejar tanto de mí en otros es lo que me hace sentirme vacía.

—Tal vez te sientes así por la nostalgia — dice Frank, mirándome con sus grandes ojos cafés —. Siempre que tienes una ruptura, terminas en lo mismo, Mía.

—Pues tal vez dejaría de cuestionarme tanto, si los chicos no terminaran tanto conmigo — le reprocho.

Frank es mi exnovio y mi amigo. Lo sé, una combinación extraña de títulos, pero funciona con él. Además, no es cualquier amigo, es el amigo que puede asegurarme que nunca le gustaré, porque ya le gusté una vez y no funciono para nada. Así que nuestra relación está libre de enamoramientos inesperados. Aparte, Frank, como otros quince chicos después de él, terminó conmigo y eso refuerza la teoría de que no volveríamos nunca, cosa que me da estabilidad, porque soy una mujer de decisiones definitivas y no me gustan las medias tintas.

—Si los chicos no terminaran contigo, no escribirías tan bien las novelas de romance — dice como si fuese algo fenomenal.

Y lo dice porque soy escritora. No una de esas personas que se aclaman escritores pero que nunca han publicado nada. No, yo estoy en las librerías y a la gente le gusta mi trabajo, me pagan muy bien por ello y se me reconoce. Diría que soy una chica que escribe y que tuvo suerte. Pero nunca he ligado mi éxito en ventas con mi infortunio en el amor. Ni siquiera cuando Frank y mi mejor amigo, Charlie, insisten en que si están relacionados.

—Pues preferiría no volver a vender un libro nunca más si eso me asegura que tendré una relación que dure más de cuatro meses — digo, entre frustrada y bromeando.

—¿En serio? — cuestiona él, enarcando una ceja, retándome.

—Claro que no — me retracto, jamás cambiaría mi trabajo por un chico.

—Exacto — asiente, con una risa cansina, de esas que pone cuando le gusta tener la razón.

Tomo un gran sorbo de mi leche achocolatada y niego repentinamente.

—¿Sabes? A veces solo quisiera resolver la incógnita.

—¿Cuál?

—De ¿por qué todos me dejan apenas las cosas se tornan serias y con la misma excusa?

—Pregúntaselo a un experto en chicas o en relaciones o a un psicólogo, porque eso, ni yo, que ya pasé por ahí, podría decírtelo.

—Tal vez lo haga — respondo pensativa. 

DOCTOR CORAZÓN | Angie JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora