Mia.
La despedida abrupta de John me hace querer salir corriendo a casa, a buscarlo y solucionar las cosas, pero como estoy del otro lado del mundo, ejecutar esa opción es imposible. Si estuviéramos en la misma ciudad, sin dudarlo iría a buscarle para saber qué es lo que le ocurre y por qué le ha molestado tanto mi comentario, pero en su lugar, lo único que puedo hacer es intentar contactarlo por mensaje. Desafortunadamente, ni los mensajes, ni los correos, ni las llamadas son atendidas por los siguientes días. Y por si fuera poco, aún falta casi un mes más de gira para que pueda regresar y plantarme afuera de su apartamento.
Thomas y yo no hemos vuelvo a discutir, aunque ahora no puedo verlo de la misma manera en que solía hacerlo.
No es que yo pensara que él es un hombre sin defectos, pero lo cierto es que luego de la escena que protagonizamos días atrás, ahora noto detalles mínimos que me disgustan.
Y mientras más noches paso recostada a su lado y con John ignorándome, más me lleno de dudas, de incertidumbre y de nostalgia.
Cuando se cumplen las dos semanas de que John Maxwell no se aparece por mi vida ni con una notificación de algún "me gusta" en alguna de mis publicaciones en Facebook, decido que es suficiente y termino por llamar a Charlie.
Contesta la video-llamada al tercer timbre y me sonríe de inmediato.
—¡Hola tú! ¿Cómo va esa gira?
—La gira va de maravilla pero mi vida personal está un poco jodida — le digo en tono de broma.
Charlie es mi mejor amigo desde que estábamos en primaria y es el único hombre al que escucharía siempre, sin dudas. Es la única persona en la que confío plenamente y puedo jurar que es el único ser humano por el que me pondría frente a una bala además de mis padres.
Con él, todo es hechos y nada de dramas, pero además, siempre está ahí para mí sin importar el día, la hora o el lugar.
Sus ojos me miran con cejas alzadas y luego pregunta en una voz muy baja:
—¿Ya te cansaste de Thomas?
Frunzo el ceño sin entender su comentario.
—¿Qué significa eso?
—Oh, vamos, Mia. Si te conozco tan bien como creo hacerlo, Thomas es un mero capricho tuyo.
—¡Thomas me ha gustado toda la vida! — le grito en mi defensa y agradezco que el aludido no se encuentre en el hotel, pues ha ido en busca de comida.
—Pero solo te gusta su idea — explica.
—¿Qué idea?
—Escucha, Parker, esto es algo que no quieres oír pero que necesitas escuchar con mucha atención. Las relaciones cambian cuando pasan de ser una amistad a ser algo más, aun si ya creías saber todo de esa persona, porque efectivamente sabes todo de esa persona como amigo, pero no como pareja — se detiene brevemente para tomar aire y continua —. Thomas es un buen chico y te ha gustado desde siempre porque cumple con todas esas cosas que tú cumples también. Pero son tan iguales que terminaran por aburrirse del otro. Además, yo conozco a Thomas y puedo decirte que no te veo una vida entera con él. Es muy buen material de amigo, pero yo lo veo como pésimo material de novio. Al menos en lo que respecta a ti.
—¿Qué? ¿Por qué? — Recriminó —. ¿Y por qué rayos me lo dices apenas? Hemos hablado semana tras semana, ¿y recién te parece buena idea sacar a relucir tu análisis?
—¡Yo no voy a interferir en tus decisiones! — se defiende —. Para eso le pagas a John, ¿no?
—John no me habla — le hago saber.
Charlie pone su mejor cara de sorprendido y luego comienza a reírse mientras niega.
—¿Qué es tan gracioso? — inquiero molesta, su actitud sabelotodo no siempre me llena de gozo y diversión.
—Que le pagas a ese chico para ver lo que tú no puedes ver en tus relaciones y resulta que puede aconsejarte sobre todas las cosas que él nota en ti, pero no puedo decirte algo que no estás viendo y que es importante, porque eso lo implica a él y pone en duda su ética laboral. Ese cabrón es mucho más honorable de lo que pensé, me cae bien — explica.
La puerta de la habitación de hotel se abre y por ella entra Thomas, que trae cargando las bolsas con comida.
Se acerca a saludarme, presionando sus labios contra mi mejilla y cuando ve que en mi celular está Charlie a través de la llamada por video, le saluda y luego mi mejor amigo se despide, dejándonos para que podamos comer.
Quiero decirle que lo llamaré más tarde para que termine de explicarme lo que ha dicho antes, pero lo cierto es que ya no será posible porque tengo que alistarme para una presentación y una firma. Así que por ahora, solo me queda analizar sus palabras.
¡Ay no!
Yo quiero mucho a Mia, pero si de algo padece esta muchacha es de despistadez, porque vaya que no se entera de nada...
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DOCTOR CORAZÓN | Angie Jack
Romance¿Es raro pedirle a un mujeriego que te aconseje en el amor? SINOPSIS COMPLETA EN LA OBRA. PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA. REGISTRADA Y PROTEGIDA. SÉ ORIGINAL.