John.
Ha pasado una semana desde que Mia Parker me cancelara nuestra sesión y cuando me llega su mensaje preguntándome si nos veremos a la misma hora de siempre, un estúpido pensamiento me dice que debería cancelarle para que ella sepa cómo me sentí. Sin embargo, ese impulso se ve opacado por mi sensatez y por la realidad.
Y lo cierto es que si yo le cancelo, ella lo tomaría con gracia, me diría que no me preocupe y que nos veremos después, porque así es ella, amable y educada, para nada iracunda o inmadura.
Aun así, le escribo un mensaje bastante cortante que dice "pues a menos que necesites cancelarme de nuevo, lo de hoy sigue en pie" y antes de poder pensar en lo dolido que eso luce, presiono enviar.
Ella, demostrando que es toda una señorita de refinados modales, me contesta "hoy no cancelaré, lo prometo, realmente quiero verte y que hablemos, te veo más tarde".
Y la odio.
La odio en el buen sentido de la palabra, si es que eso existe y tiene lógica.
Porque es la clase de chica que no se engancha, no se toma las cosas personales y no guarda rencores. Ella siempre le ve el lado positivo y brillante a todo. La odio porque es encantadora y porque me hace sentir cosas que no había sentido desde...
Me siento a hacer la tarea, que consiste de escribir un ensayo y me pongo los auriculares con la música que me gusta escuchar. Mientras trato de redactar, con el objetivo que se nos ha puesto para este deber, mi concentración se anda por las ramas, sin cooperar conmigo.
Termino por cerrar la computadora cuando noto que no puedo pasar del primer párrafo y me recuesto sobre la cama, mirando al techo y pensando en que sentirme de esta forma está consumiéndome la poca energía que tengo.
"Estoy enamorado" pienso de forma repentina y salvaje.
¿Qué? ¿Yo? ¿Enamorado? ¿Después de todo este tiempo? ¿Y de una chica con la que no tengo oportunidad?
Mike abre la puerta sin avisar y me sobresalta.
—Amigo, hoy daré una fiesta a eso de las nueve, vendrán algunos chicos y chicas de la universidad. ¿Podrías ayudarme a aspirar en lo que voy y compro algunas provisiones?
Asiento.
Él sale con prisa a su destino y yo me vuelvo a quedar solo con mis ideas, pero me pongo de pie, dispuesto a hacer lo que me ha pedido para no seguir con este hilo de mis pensamientos.
Mientras paso la aspiradora por la alfombra y los sillones, me doy cuenta que esta fiesta es un respiro, pues quizá si logro beber hasta embriagarme, no seguiré pensando en tantas estupideces.
Aun con la idea de alcoholizarme, cuando llega el momento de la video-llamada con Mia, cuando su bonito rostro aparece en la pantalla y me saluda con una enorme sonrisa, todo plan que he hecho para no pensar en ella se derrumba a mi alrededor y me siento vulnerable, nervioso y devastado.
—Hola — le digo a secas.
—¿Cómo estás? — hace una pausa y antes de poderle contestar, agrega —. Escucha, de verdad lamento lo del otro día, fue muy desconsiderado de mi parte, avisar de última hora y cancelar. De verdad me siento tan avergonzada y quisiera que sepas que no sucederá de nuevo.
—Está bien — respondo alzándome de hombros.
Un silencio incómodo se genera entre ambos y no quiero actuar como un imbécil frente a ella, de verdad no me gusta comportarme de esta forma, pero todo lo que soy, todo lo que estoy sintiendo y el perder el control sobre la situación, me está dejando a la deriva.
—John, si estás molesto y prefieres que lo dejemos para después, yo lo entiendo. ¿Bien? Solo me gustaría que supieras que no quise de ninguna manera irrespetarte o a tu tiempo. Tampoco me gustaría que creas que no voy a tomarlo enserio. Sé que lo hablamos antes de que yo me viniera y también sé que me comprometí contigo, sé que estás contando con la paga y...
—¿Crees que esto es por la paga? — la interrumpo bastante sorprendido, el comentario se me ha clavado con un cuchillo yendo a toda velocidad hacia un tablero de dardos.
—Pues — hace una pausa y sus enormes ojos miran hacia otro lado —, ¿qué otra motivación podrías tener? Es decir, además del dinero, no veo otra razón por la cual estés haciendo esto.
—Pues, lo creas o no, luego de todo el tiempo que hemos pasado juntos, luego de conocerte y luego de darme cuenta que eres demasiado fantástica como para ser dejada siempre por un montón de idiotas, también lo hago por ayudarte y porque te tengo aprecio. Pero ¿sabes qué? Tienes razón, creo que deberíamos dejarlo para después — me detengo un segundo para respirar y concluyo —. Nos hablamos y no te preocupes por depositar mi salario.
Cierro la computadora y aviento una pequeña pelota para manejar el estrés que tengo sobre el escritorio hasta el otro extremo del cuarto.
¿Por qué carajos me está pasando esto? ¿Por qué rayos Mia Parker venía sin advertencia?
¡Hola de nuevo!
Oigan, perdón que estuve un rato sin actualizar esto...
Entré en un conflicto mental porque no sabía si seguirla o si resubirla (ya editada).
Decidí que la seguiré y una vez que esté terminada aquí, la resubiré ya editada. ¿Les parece bien?
¡Gracias por seguir leyendo!
¡Les quiero! ¡Besos!
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DOCTOR CORAZÓN | Angie Jack
Romance¿Es raro pedirle a un mujeriego que te aconseje en el amor? SINOPSIS COMPLETA EN LA OBRA. PROHIBIDA LA COPIA TOTAL O PARCIAL DE ESTA OBRA. REGISTRADA Y PROTEGIDA. SÉ ORIGINAL.