New Beginnings

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Natasha tenía los ojos cerrados. Dejándose llevar por cada una de las emociones que Bruce estaba despertando en ella.

Sin romper contacto ni detener el beso, habían llegado hasta la habitación que habían estado compartiendo. Natasha estaba acorralada entre la puerta y el cuerpo de Bruce quien la mantenía pegada a él.

De la boca de ambos solo salían pequeños suspiros y suaves gemidos que servían únicamente para encender aún más la llama de la pasión.

Bruce bajó una de sus manos hasta la cadera de Natasha, donde comenzó a jugar con el elástico de sus pantalones deportivos. Gruñó cuando notó que quitarlos no sería tan fácil como él pensaba.

- Por más que me encante como se te ven estos pantalones - habló con la respiración agitada al separarse de Natasha - Estoy a segundos de desgarrarlos o tomar unas tijeras y cortarlos para sacarte de ellos.

- ¡Ni se te ocurra! - Natasha lo miró lo más enojada que pudo en un momento como ese - Estos pantalones son mis favoritos. Deja que me los quite.

- Pero hazlo rápido porque estoy duro desde que te vi salir con ellos puesto - y para puntualizar su comentario, tomó una de las manos y la llevó hasta su dolorosa erección.

- ¿Esto debe doler verdad, amor? - preguntó Natasha en un tono provocador mientras tomaba la erección de Bruce en sus manos por encima de su pantalón.

- Tu me vas a quitar el dolor, ¿verdad? - preguntó mientras sus caderas comenzaban a embestir contra la mano de Natasha - Vas a ser una buena nena y vas a ayudarme porque fuiste tu la que lo provocó.

Natasha se lamió los labios provocativamente antes de acercalos al oído de Bruce.

- ¿Qué quieres que haga... papi?

Bruce gruñó más fuerte y, tomando por sorpresa a Natasha, la alzó enredando sus piernas en su cintura. Ambos gimieron ante el contacto del uno con el otro.

Bruce giró y dio unos pasos hasta que se topó con la cama, donde se dejo caer. Dejando a Natasha debajo de él y sin perder tiempo, comenzó a besarla mientras comenzaba con la tarea de quitarle esos pantalones deportivos que comenzaba a odiar.

Una vez que logró retirarlos, dejó a Natasha con unas braguitas de encaje color rojo que no ayudaron en nada a mantener su control. Natasha sonrió satisfecha mientras comenzaba a trabajar en el cinturón de Bruce y en el pantalón.

Varios besos y caricias después, Bruce se encontraba únicamente en boxers mientras Natasha tenía puesto solamente su brasiere rojo. Bruce movía insistente su erección contra el centro de Natasha. Provocando gemidos en la pelirroja y que su espalda se arqueara constantemente.

- Te voy a hacer mía toda la noche - susurró Bruce en su oído sin detener sus movimientos - Te lo voy a hacer tan duro y fuerte, que me vas a sentir por días.

Natasha dejo salir un gemido más largo y alto que los anteriores y comenzó, desesperada, a bajar el boxer de Bruce. Dejándolo desnudo en cuestión de segundos. Sin duda Natasha disfruto de lo que encontró.

- Mmmm - gimió al mismo tiempo que movía su mano para comenzar a trabajar en Bruce - No lo recordaba tan... grande.

- Es... tuyo... todo... tuyo - logró decir Bruce con dificultad ante lo que estaba haciendo Natasha - Haz... lo que... quieras... con él.

Natasha lo miró antes de guiñarle un ojo y comenzar a bajar su rostro hasta quedar a la altura de la prueba de su exitación. Bruce tiró su acbeza hacia atrás en cuanto Natasha comenzó a usar su boca en él. Una de sus manos fue hasta el cabello de la pelirroja, retirándolo de su rostro y ejerciendo un ritmo demasiado placentero para él.

- Me... voy.. a... maldición, Nat... - Bruce no podía pensar coherentemente - Tienes una... mmmm... boca maravillosa... joder - la cadera de Bruce se movía sin control. Embistiendo contra la boca de Natasha quién seguía concentrada en su tarea.

No tardó mucho para que Bruce finalizara con un gemido y Natasha tomara todo de él. Aún con la respiración agitada, colocó a Natasha encima de él e inició un movimiento que lo tuvo nuevamemte duro en cuestión de segundos.

Esta vez fue Natasha quien tomó el mando, y alzando un poco las caderas, se alineó con la erección de Bruce. Disfrutando de como la iba llenando conforme entraba en ella.

Una vez que Bruce estuvo todo dentro de ella, Natasha comenzó con un ritmo lento. Movimientos circulares y de arriba hacia abajo que rápidamente se volvieron desenfrenados y sin sentido t ritmo. Ambos entregados y decididos a obtener el mayor placer posible en ese encuentro.

Natasja fue la primera en llegar al orgasmo, seguida casi inmediatamente por Bruce. En ese momento, poco importó que no hubiesen pensado en protección. Ninguno tenía cabeza para esas cosas.

Una vez que sus respiraciones se normalizaron, Bruce se retiró del interior de ella y Natasha se recostó sobre su pecho. Trazando círculos sobre él.

- No se porque no hemos hecho esto durante los dos meses que hemos estado viviendo juntos - comentó Natasha.

- Ha valido la pena la espera - respondió Bruce - Este era el momento en el que tenía que pasar.

- Eres muy romántico, Bruce. Me encantas - Natsha lo miró - Nunca había conocido a alguien que pudiera volverme loca en la cama y derretirme con sus palabras.

- Soy una caja llena de sorpresas - respondió sonriendo.

- Y estoy dispuesta a descubrir cada una de ellas - aseguró Natasha con una sonrisa sincera - Lo que dije es verdad, Bruce. Creo que puedo enamorarme de ti.

- Quizá yo ya estoy enamorado de ti, Nat.

Natasha se enderezó y lo miró sorprendida. En la mirada de Bruce solo había sinceridad. Natasha sabía lo díficil que era para Bruce darse una nueva oportunidad, y estaba agradecida de que ella fuese la elegida para hacerlo.

Se prometió en ese momento nunca lastimao y serle sincera. Aunque en su momento las verdades dolieran, Natasha nunca le ocultaría nada a Bruce. No solo por lo que ambos habían sufrido en sus anteriores relaciones, sino porque en ese momento, en los brazos de Bruce y con una sensación de plenitud, Natasba también descubrió algo.

- Creo que yo también estoy comenzado a enamorarme de ti, Bruce.

My Biggest... ¿Mistake? (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora