You Are "It" For Me

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Mañana no tengo clases yeeeiii!!! Así que trataré de hacer un maratón para reponer toda la inactividad que he tenido. Gracias por los favoritos, comentarios y vistas que no dejan de llegar!!! Son los mejores.

Natasha se despertó con un cansancio digno de una noche entera sin dormir. Los ojos le ardían y los sentía hinchados. Seguramente por todo las lágrimas que había derramado durante la noche.

Después de llegar a su antiguo departamento, Natasha se quitó el vestido, se colocó una bata para dormir y se acurrucó en la cama. En posición fetal y una mano en su levemente abultado vientre.

Fue cuestión de que su cabeza tocara la almohada para que las lágrimas comenzaran a fluir. No podía creer lo que había pasado. Le parecía imposible que Bruce hubiese pensado que ella era el tipo de persona capaz de cometer una infidelidad. Mucho menos con cuatro meses de embarazo.

Si bien tenía razón al pensar que algo raro estaba pasando por lo que escuchó, no le daba el derecho de reaccionar como lo hizo. Ni de decirle todas esas cosas.

Tampoco lo justificaba el haber tenido una experiencia en ese tema con su última relación. No porque alguien le haya sido infiel, significaba que siempre sería así.

Natasha se dirigió a la cocina. Al parecer, a su bebé no le importaba los problemas de sus padres y estaba demandando un buen desayuno.

Sonrió y acaricio su vientre con amor. Su hijo o hija era lo único que la había tranquilizado durante la noche. De tan solo pensar que algo podría pasarle si no se controlaba, bastó para que las lágrimas cesaran y el sueño poco a poco llegara a ella. Aunque sea a las cinco de la mañana.

Estaba a punto de abrir la puerta del refrigerador para sacar las cosas que iba a ocupar, cuando el timbre del apartamento sonó. Natasha fruncio el ceño antes de caminar hacia la puerta.

Eran a penas las nueve de la mañana y no recordaba estar esperando visitas. Pensó entonces que podría ser Bruce, quien se había tranquilizado y había entrado en razón y estaba dispuesto a disculparse.

Resultó estar en lo correcto.

Al abrir la puerta, Natasha se quedó estática en su lugar. Una sonrisa se coló en sus labios aún en contra de ella misma. Ahí, en la puerta y de rodillas, se encontraba Bruce. Con un ramo de rosas en una mano, tres globos con la frase "Lo siento" en la otra y un peluche del tamaño de un niño de ocho años detrás de él. El peluche tenía un corazón que estaba siendo sostenido entre las manos del peluche y que decía "I Love You".

- No digas nada, por favor - habló Bruce antes de que Natasha pudiera hacerlo - Sólo te pido que me escuches y después puedes hacer lo que quieras conmigo - Natasha maldijo internamente a sus alocadas hormonas que decidieron tomar ese comentario por el lado equivocado - Me comporté como un verdadero estúpido y patán, lo . Pero quiero que estés segura de que en ningún momento fue mi intención lastimarte ni mucho menos decirte todo lo que te dije. Te juro que no creo ni una sola palabra que haya salido de mi boca. Tu eres la mujer más buena, cariñosa y amorosa que he conocido. Y no puedo creer que te haya tratado de esa manera. A ti, que me vas a dar el regalo más grande que le pude haber pedido a la vida - si Natasha había estado enojada o excitada, en esos momentos, lo que estaba era emocionada y su rostro ya estaba mojado por las lágrimas que bajaban por sus mejillas - Te amo y que nunca dejaré de hacerlo. Sin importar si envejecemos o no juntos, tu siempre seras la única para mi. Perdoname por como reaccione. Pero el tan solo imaginarme una vida sin ti y sin nuestro bebé, me hace sentir un miedo irracional que me nubla los sentidos y no me deja pensar con...

Natasha tuvo suficiente. Antes de que Bruce pudiera terminar de hablar, Natasha se colocó frente a él y a la misma altura, tomó su rostro entre las manos de ella y acercó los labios de él a los suyos.

Ambos se fundieron en un beso de reconciliación. Uno que si bien aseguraba que aún tenían mucho de que hablar, también prometía que podrían superar esta amarga experiencia.

- Yo también te amo, Bruce - dijo Natasha una vez que se separaron - Y por eso quiero que estés convencido de que no hay otra persona a la que yo quisiera en tu lugar. No hay otro con el que yo me imagine viviendo este momento tan importante de mi vida - tomó la mano de Bruce y la colocó sobre su vientre - Tu también eres el único para mi. Y no importa si hubo mas personas antes, lo que importa, es que no habrá nadie más en un futuro. Solo tu.

Bruce le sonrió con lágrimas en los ojos y volvió a unir sus labios con los de ella en un beso que terminó muy pronto para gusto de ellos.

- No que hice para merecerte, pero le agradezco a la vida por esa noche loca en la que nos conocimos y me cambiaste la vida.

- Lo mismo digo, amor - Natasha se colocó de pie y Bruce hizo lo mismo - Ahora, ¿podríamos pasar? Me estoy muriendo de hambre - como para puntualizar eso, el estómago de Natasha hizo un sonido en ese justo momento y ella no pudo más que ruborizarse ante la risa de Bruce.

- Por supuesto - Bruce le ofreció las rosas y los globos, que Natasha aceptó con una sonrisa, y tomó el oso para entrar en el departamento.

- Ese oso esta más grande que yo - comentó Natasha con un puchero.

- Me encantó en cuanto lo vi y no pude evitar comprarlo.

- Me encanta.

Natasha se dirigió a la cocina, donde tomó un florero de una de las gavetas, lo llenó de agua y colocó ahí las flores. Amarró los globos en una de las sillas del comedor y retomó la tarea de sacar las cosas del refrigerador para preparar el almuerzo.

Bruce la miró hacer todo con una sonrisa de enamorado. Natasha era lo mejor que le había pasado en la vida y la noche había sido una completa tortura de sólo pensar en perderla.

Bruce juró en ese momento, que se jugaría hasta la vida por mantener esa sonrisa en el rostro de Natasha en lugar de lágrimas. Y que no volvería a hacer algo que la alejara de él.

Antes muerto, a que eso pasara.

My Biggest... ¿Mistake? (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora