My Biggest... ¿Mistake? (Brutasha)

The End... Or is it?

Hola otra vez! Soy yo 🤭! Creo que nunca van a ser suficiente las disculpas que les debo por hacerlos esperar tanto tiempo. Gracias a Dios las cosas han ido mejorando poco a poco y con eso mi ánimo y mi inspiración (yeeeii!) Éste es el capítulo final (OMG) y ya sólo quedaría el epílogo que espero poder subir más tarde o mañana por la mañana. Muchas gracias a todos los que han llegado hasta aquí y por sus buenos deseos, LOS QUIERO!!

3 meses después

Natasha se estaba volviendo loca. Y no, no exageraba. De verdad que así era.

Bruce había salido del hospital hacía poco más de dos meses y al principio todo había marchado de maravilla. Bruce se había recuperado lento pero bien y ella se encargaba de cada uno de sus cuidados y de consentirlo.

Tanto Natasha como Susan habían aprovechado todo el tiempo para volver a reconectar con Bruce. La experiencia que habían vivido no había sido nada fácil y ambas temían que en algún momento ocurriera algo. Bruce estaba más que encantado por toda la atención que estaba recibiendo.

El saber que la vida le estaba dando una nueva oportunidad no sólo de vivir en compañía de las mujeres más importantes en su vida, sino de ser padre. Por segunda vez. Porque, a pesar de que su primer bebé con Natasha no había podido nacer, dentro de sí, él se consideraba padre. Y estaba emocionado por vivir esa experiencia maravillosa de la que había sido privado en el pasado.

La cuestión era que, a partir de que Bruce se había recuperado por completo, se había convertido en un sobreprotector total can Natasha. Si ella tenía sed, él le acercaba agua. Si tenía hambre, él le cocinaba algo. Si ella iba al baño, él iba detrás de ella, como si tuviera miedo de que el inodoro la fuese a tragar. Y Natasha ya estaba harta.

Con cinco meses de embarazo, lo último que quería era ir a cárcel por haber asesinado a su sobreprotector esposo. Pero Bruce lo hacía difícil.

- Voy al baño - avisó Natasha levantándose con cuidado del sofá y caminando en dirección al baño. Y claro, Bruce detrás de ella - Ok, suficiente - Natasha se detuvo y volteó tan abruptamente que Bruce estuvo a casi nada de chocar con ella - Esto tiene que parar.

- ¿Qué cosa? - preguntó Bruce realmente confundido.

- Esto - respondió ella señalando entre ambos - Tienes que dejar de ir detrás de mi en todo lo que hago. No me voy a ir por el excusado, ni me voy a hacer daño con el papel de baño, Bruce. En serio, me estás volviendo loca.

- Solamente te estoy cuidando, Nat - respondió un poco avergonzado Bruce al escuchar a su esposa. ¿De verdad se había estado comportando de manera irracional?

- Lo sé, y te lo agradezco. Pero esto va más allá de eso. ¡No me dejas hacer nada!

- ¡Porque no quiero que te pase algo! - gritó Bruce dejando a Natasha en silencio - No lo soportaría - finalizó en un susurro ligeramente audible pero que ella escuchó.

- ¿Qué es lo que en realidad te preocupa, Bruce?

- No soportaría que algo te pasa a ti... O al... O al bebé - Bruce la miró con tanto dolor, que Natasha no pudo evitar que sus ojos comenzarán a humedecerse - Ya perdimos un bebé Nat - ambos esquivaron la mirada del otro - Y el sólo pensar en que no podamos conocer a nuestro bebé, es algo con lo que no puedo lidiar.

- Oh, amor - Natasha no pudo soportarlo más y envolvió a Bruce en un abrazo. La vida que ambos crearon segura entre ellos - Entiendo tu miedo Bruce. Yo lo tengo todos los días, al despertarme, al comer, al irme a dormir, todo el tiempo. Cada mañana me levanto y lo primero que hago es tocar mi vientre buscando sentir una patada que me confirme que todo es real y no sólo un sueño. Es una tortura cuando no la siento porque nuestro bebé está tranquilo o dormido y un total alivio cuando lo siento - ambos lloraban sin poder evitarlo - Pero no podemos dejar que ese miedo sea mayor que nosotros. Además, recuerda lo que dijo la doctora, nuestro bebé está bien y creciendo como es debido.

- Lo sé - Bruce le dió un beso en los labios, uno cargado de amor - Y tienes razón. Perdón. Te prometo que trataré de mantener todos mis miedos controlados y no sofocante con mi presencia.

- Oh no, créeme, adoro tu presencia - Natasha lo miró coqueta - De hecho, de no ser porque de verdad me estoy orinando, te demostraría cuánto la amo.

Bruce soltó una carcajada al mismo tiempo que soltaba a Natasha y la miraba dirigirse al baño.

No había sido consciente de cuánto necesitaba escuchar esas palabras de su esposa. El saber que ella compartía sus miedos lo hacía sentir menos estúpido. Y ver su fortaleza, le debía enseñar a ser una roca para ella también, así como ella lo era para él. Y el recordar la última visita con la doctora, no pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa.

Su bebé estaba creciendo como era debido y todo estaba bien.

- Listo - la voz de Natasha lo alertó de su presencia - ¿Por qué tienes esa sonrisa boba en la cara?

- Estaba pensando en nuestro bebé - le respondió acercándose y acariciando con tanto amor su vientre.

- Nunca he sido más feliz en toda mi vida - respondió ella colocando su mano encima de la de él.

- ¿Oh, enserio? ¿Ni cuando te despiertas a las dos de la mañana con antojos y te los cumplo?

- Depende

- ¿De qué?

- De que tipo de antojo estemos hablando - Natasha lo recorrió con la mirada - Ahorita tengo un antojo, y no es comida.

- Benditas hormonas - respondió Bruce sonriendo de oreja a oreja.

- Nunca me voy a cansar de tener sexo contigo - respondió Natasha sensualmente en su oído.

- Perfecto porque yo tampoco. Además, el sexo es muy bueno para la salud.

- Espero que digas lo mismo dentro de 16 años y sea tu hija la que quiera tener sexo - se burló Natasha antes de soltarlo y dirigirse a la habitación.

Bruce se quedó congelado en su lugar, sin mover ni un sólo dedo y con los ojos muy abiertos. Mil escenarios pasaron por su mente y cada uno lo enfurecía cada vez más.

- ¡MI HIJA NO VA A TENER SEXO ASÍ DEBA METERLA EN UN CONVENTO!

La risa de Natasha se escuchó por toda la casa.

- ¡ES EN SERIO!

Con los puños cerrados, Bruce caminó hacia la habitación. La risa de Natasha seguía sin cesar.