Unidos por un grave error. [Michael Clifford]

Adiós.

Llego al hotel vestida con un vestido rojo corto, de escote corazón, y unos zapatos negros, a juego con mi gabardina.

-¿En que le puedo ayudar señorita?-Me pregunta el administrador.

-Busco una habitación a nombre de Michael Clifford.-Digo y el teclea en el ordenador.

-Habitación 516.-Dice y yo me dirijo hacia el ascensor. Llego al largo pasillo lleno de puerta. 514, 515, aquí, 516. Toco la puerta y alguien por dentro quita el pestillo.

-Pasa, te estaba esperando.-Dice Mike con una camisa medio desabrochada mirándome de arriba a abajo.

-Te has puesto demasiado guapo para acabar como vamos a acabar.-Digo ríendome. Paso a la habitación y me quito la gabardina, dejando a la vista mi vestido.

-Tu siempre vas guapa, pero hoy, te has superado.-Dice cogiendo la gabardina y colgándola en un perchero.

-Bueno.-Suspiro cayendo de espaldas a la enorme cama.-¿Que tal el día?-Digo para que no sea todo tan brusco.

-Mejor después de esto.-Dice lanzándose como una bestia encima de mi y mirándome con ansia.

-Lo mismo digo.-Digo comenzando a desabrochar los botones que aún le quedan abrochados de la camisa. Me rodea con sus brazos y me incorpora para deslizar lentamente mi cremallera. Lanza mi vestido y yo su camisa. Desabrocha mi sujetador, también lo tira, y empieza a recorrer de sur a norte mi cuerpo a base de besos húmedos. Yo, torpemente, desabrocho sus vaqueros, dejando a la vista sus bóxers negros de Calvin Klein, lo que le hacen una cinturita... Comienza a pasar sus frías manos por mis pechos, haciendo que suelta un gemido ahogado y él sonría pícaramente. Muerde mi cuello con cuidado, provocándome placer. Pasa a mis labios, donde juega con mi lengua como quiere mientras baja lentamente mis bragas de encaje negras. Le miro y él me mira, sonríe, yo comienzo a bajar su bóxer y él, con cuidado, abre un poco mis piernas. Coge un preservativo, lo abre, y se lo pone sin apartar la vista de mis ojos. Bruscamente miro al techo, indicándole que empiece. Entra y sale suavemente, no muy rápido. Va aumentando el ritmo, respiraciones agitadas a duo, gemidos que las acompañan, una despedida perfecta. Llegamos y se recuesta a mi lado, rodeándome por el abdomen y acercándome a él.

-Sam... Te quiero.-Me susurra.

-Y yo.-Digo intentando ocultar mis lágrimas.

Cuando ya esta dormido profundamente, me incorporo con cuidado, veo la marca de mi rímel y mi delineador en la almohada blanca. Dejo la nota apoyada en la mesilla, me visto rápidamente, me pongo la gabardina, y salgo sigilosamente de la habitación.

*Narra Mike*

Abro los ojos y respiro fuertemente al recordar el buen rato de ayer, creo que nunca he sentido esto por una persona.

-Buenos días a...-No esta.-¿Sam?-Me levanto y me asomo al baño, tampoco esta. Vuelvo a la la cama y veo que hay una pequeña nota plegada encima de la mesilla.

"No pasará un día que no añore tu sonrisa, pase lo que pase, te quiero"

Se ha ido, ha esto se refería Kat.

La llamo con la esperanza de que me diga que esto es una broma, pero su número no existe. Me visto corriendo, bajo, y cojo un taxi, necesito ir a su casa, allí tiene que estar. Llego, toco a la puerta, y su madre, con lágrimas en los ojos, me abre la puerta.

-Sam se ha ido.-Digo. Corro escaleras arriba, abro la puerta de su habitación, esta completamente vacía, esto es de verdad.