Escribí las más felices poesías
en las líneas de tus estrías.
Que osadía, las que han tenido mis manos,
al escribir ese verso después de haberte acariciado.
Apaciguado palpito,
entre tus brazos me adormecí,
te hablé de mis problemas,
los cuales solucionaste cuando te vi sonreír.
Cuando el llanto es por alegría, euforia y plenitud,
ese día supe que la melancolía también pueda ser una virtud.
Ya no siento desamparo, ni una soledad que pesa,
no me hace falta nada más que estar recostado en tus piernas.
Mirar al cielo y agradecer lo bueno,
que no sé si haya un Dios y esto sea el cielo,
pero si lo supuesto no se parece,
entonces estar ahí no quiero.
Todo este tiempo en el que no te conocía,
esperando verte, por mi ventana, cuando salias.
Con ese apuro, yendo a tu laburo; desarreglada,
pero lo linda no se te quita así estés despeinada.
Salir a la calle, toparte por casualidad premeditada,
con el ambicioso plan de robarte una mirada.
encontrarme tu silueta, y en medio del nerviosismo dar media vuelta.
Pero después de tu saludo, se me escapa un murmullo:
que no son buenos días si no despierto al lado tuyo.
No cabe duda de que mis frases no son tan tristes,
y es que si se trata de ti, no pueden haber versos infelices.
¿Pero quién eres tú? ¿Hace falta que lo diga?
Digo no, son lo suficientemente tuyas estas rimas.
La nostalgia es tan honda
cuando el alma está tan vacía,
pero esta vida cobra sentido
cuando tu mirada es mía.
Que grande es la imaginación del enamorado,
describe sucesos que jamás han pasado.
Mientras tanto tú no notas a este escritor solitario,
que dedica poemas a un amor platonizado.
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Poesía Bastarda
PoetryEsto es una compilación de varios de mis poemas hasta ahora, y se actualizará con nuevos poemas cuando yo lo crea necesario. El diseño de la portada es hecho por mí. La obra tratará de diversos temas y situaciones por las que he pasado y sé que much...
