Serendipia, Episodio XIII: Carta para mí mismo (2020)

6 0 0
                                    

He sabido de las malas lenguas que planeas algo,
que todos los días piensas como efectuarlo,
y en como dicha acción,
dará solución al problema que cargas contigo.

Ya estoy informado de muy buena fuente,
que no quieres seguir abriendo los ojos,
Que la rutina te absorbió, y estas cansado de lo mismo.
Que no sabes si colgarte o lanzarte a un abismo.

La vida no era tan buena como creíamos de chicos,
no pudiste ser astronauta o futbolista reconocido,
Que no sabes cómo manejar tu vida,
y ahora mucho menos quieres tener hijos.

Que estás joven, te dicen, en ocasiones tú también,
para subirte el ánimo, creyendo que todo va para bien.
Pero ese bien nunca llega, y empiezas a perder tu fe.
El amor, el dinero, la salud, las amistades,
incluso tu tranquilidad mental te abandona.

No sabes que hacer, y te refugias en una sola persona,
que ni si quiera es tu madre, que eres tú mismo,
intentando ser un poco más amable.

Contigo claro, pero termina siendo lo contrario,
por alguna razón no ves nada bueno en ti,
y te terminas detestando.
Pierdes tu autocuidado, y el interés por las cosas.

Cómo te decía, te refugias en ti, encerrándote en tu choza,
que más que una choza, parece un búnker de guerra,
nadie más que tú entra ahí, y la comida ya escasea.
Intentas pedir ayuda, pero afuera nadie escucha.

O quizá lo hagan, pero no entienden una mierda.
Continúas solo, con las pocas fuerzas que te quedan.
Preguntándote el para qué seguir,
o al final el esfuerzo valdrá la pena.

Tienes tiempos enérgicos, donde dices que podrás
ganar esta batalla,
pero nada más allá de la realidad, los recuerdos son como metralla.
Te pulverizan, y te arrepientes de cosas que por más
que olvides, en algún momento vuelven a estar presentes.

No se irán de ti, y por eso a veces estás ausente.
Mis problemas no son tuyos, los tuyos tampoco míos,
quizá se parezcan, pero no son los mismos.
¿Estamos en el hoyo? Si, pero todavía se puede seguir escarbando.

Quizá lleguemos al otro lado, o terminemos calcinados.
Piensa bien tu decisión, más de lo que ya lo has hecho,
aunque estés resguardado, la guerra no tiene techo.
Reflexiona un poco más, y piensa en porqué te quieres suicidar.

Te diría débil, pero nadie está obligado a luchar,
te diría hazlo, pero ni siquiera yo tengo los huevos de hacer eso,
aunque a veces lo deseo tanto.

Mis palabras son tan vacías que nunca entenderán el dolor ajeno,
conozco el mío, y trato de no dejarme vencer,
por 11 largos años preso de mi propia miseria,
siendo consciente de que estoy mal,
pero sin poder erradicar de mi la tristeza, la nostalgia.

Melancólico y adicto al mal tiempo.
Sigo respirando, porque no estoy viviendo,
esto no es vivir, solo me estoy descomponiendo.
Se suponía que esta carta era para que te sirviera
de ayuda.

Pero nada puedo hacer yo, cuando la decisión es tuya,
por más que te hable y te aconseje,
no podré apartar esas ideas de tu mente, si tú de verdad no lo quieres.

Suena tonto, pero es la verdad, para ser ayudado,
hay que dejarse ayudar, no hables tanto conmigo,
hazlo por tu bienestar, mira a lo que te condujo esto,
depresión y desarrollar otra personalidad.

Inclusive hay otra, pero esa no la alimentes más,
a mí déjame morir, y lucha por subsistir,
que el fin no siempre es el fin,
no sabemos que pasa, eso es lo que quiero decir.

Mantente vivo, aunque se lo mucho que te cuesta,
que el motivo sea ver otra mañana, con el sol
entrando por tu ventana abierta, sé que no sales,
pero inténtalo, no puede ser tan malo.

No tienes que socializar, intenta mantenerte
tranquilo.
Nadie te conoce, pero no tengas miedo de ser tu mismo.
Quién se quede cuídalo, y quién te juzgue ignóralo.

Y si no encuentras motivos para ser feliz,
sigue buscándolos o invéntalos,
al menos así tendrás un propósito.
Sé que nunca te lo he dicho, pero te quiero,
y me preocupas.

Pero no se trata de mí, o del otro, esto es por ti.
Yo moriré en tu cabeza, pero puedo revivir.
Si tu mueres, solo quedará tu recuerdo, yo jamás existí.

Eres libre de escoger tu celda, toma la llave y cierra la reja.
El espacio es muy pequeño ¿No te parece?
La vida es también muy corta no hace falta tomar un atajo,
relájate, disfruta, que no habrá fajo
que te salve de la guadaña que venga a cortarte de tajo.

Te estás viniendo abajo, lo estoy notando,
pero recuerda lo mucho que habías escalado,
ya eras un pez que había
aprendido a nadar en el fango.

Enfócate, que tu felicidad no dependa de que alguien te quiera,
a menos que esa persona seas tú.
Sé tu luz, al sol ya no le tires piedras,
no podrás fundir su foco.

Verás como de a poco todo mejora,
no te mientas a ti mismo por parecer mejor persona.
No busques agradar con quienes
tu personalidad no encaja ni funciona.

Continúa siendo cuidadoso con tus decisiones,
que el corazón no se arregla con silicona.
Más no seas tan duro y regio contigo
ni las demás personas.

A todos algo nos ha dolido, empieza por ser empático,
y deja de preocuparte solo por ti mismo.
Todos tenemos derecho a equivocarnos,
solo si después nos corregimos.

Ya que de nada vale arrepentirnos,
si al final, eso que hace mal, lo repetimos.
Repele los malos pensamientos,
concéntrate en mejorar, que bien lo venías haciendo.

No importa la soledad, no importa el frío,
pero debes seguir llenando ese vacío.
Que la eterna tristeza no existe,
ni tampoco es tu destino.

Ten claro que los tropiezos son solo desatinos,
no te prohíbas ser amable ni demostrar cariño,
que al fin y al cabo todo se regresa,
eso sí, no como lo esperas.

Ama siempre con la misma fuerza,
si el amor te ha dolido o no ha sido correspondido,
la culpa no es del individuo nuevo que se acerca.
No ames a medias, nadie merece cargar con una pena ajena.

No justifiques tu amargura,
deja de ser tan caradura,
¿Que ganas con a cada cierto
tiempo tu existencia maldecir?

Solo entras en un circulo vicioso
del cual cada vez se te complica más salir.
Perdona las cagadas que te han hecho,
perdónate tú, por ser tu peor enemigo, de hecho.

Escapa de esas situaciones que te producen estrés,
no te mortifiques con lo que pasó antes,
ahora tienes la oportunidad de hacer las cosas bien,
no te olvides del futuro, pues de lo que hagas hoy,
depende lo que ocurra después.

Procura que tu locura sea solo por pasión,
la misma con la que escribes un poema o una canción.
A veces cuesta ser feliz, es difícil adaptarte al cambio,
pero de eso se trata vivir, y debes ser fuerte para lograrlo.

Maneja tus cambios de humor, tú más que nadie sabe
el daño que causan las palabras mal dichas,
cuando su intención es dañar,
pueden acabar con una vida.

Aprende a pedir perdón, y no huyas de una situación mal favorecida,
el orgullo no siempre es tan bueno, cuando es más ego que amor propio.
Aprende a decir lo siento y no trates de desahogarte haciendo daño a otros.

Por ahora me iré a descansar.
Pd: no desperdicies tu vida.
Aprende a soltar, y solo busca volar
cuando conozcas a fondo la tierra que pisas.

Poesía BastardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora