Tres Puntos Suspensivos... (2014)

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Los meses han pasado, y de mi mente no te he sacado, no creo que el tiempo tenga al olvido de aliado, pues esa vieja herida aún no se ha sanado.

Podría escribir un texto sin fin, en el que expresaría todo aquello que nunca me atreví a decir,
pero... ¿De qué valdría?, no creo que mi situación en algo pudiese cambiar.
Vivo atado a un pasado que no me deja avanzar, desengaños y desilusiones,
me han hecho despertar en una realidad que en ocasiones me hace desesperar.

No hallo paz, miles de cosas por mi cabeza pasan sin parar, a veces pienso no poder más...
Pero mi mente es un lugar tan complicado, que tengo dilemas hasta para respirar.
En ocasiones ni yo me entiendo, no sé que quiero en realidad, creo tanto en el amor como en mi capacidad de odiar.

Odio que a veces me consume, pero el amor que aun te guardo hace que todo se esfume.
Maldita incertidumbre que agiganta mis dudas, solo quedan secuelas de una mentalidad insegura.

No tengo certeza de nada en concreto, vivo perdido y congelado en el tiempo...
Todo es obsoleto, sin sentido alguno, no me encuentro, no visualizo un futuro.
Aunque me cueste aceptarlo, he cambiado, ya no soy el mismo de tiempos pasados, me he convertido en alguien desconfiado.

Ya nada es igual, me has revolucionado... un cambio brusco y a quemarropa, pero después de todo no me arrepiento de nada, igual confieso que eres el secreto que tanto guarda mi almohada.
Pero no quiero llegar a lo mismo, no trato ser poético y querer conquistarte, pues considero yo que de nada vale.
¿Me olvidaste? apuesto que sí, nunca fui tan importante como tú lo eres para mí.
No sé si me haga daño con esto que hago, pero hoy es de esos días en que no aguanto y me desahogo escribiendo para no caer en llanto...
En realidad no recuerdo la última vez que llore por tristeza, pues la mayoría de veces era por rabia y frustración por cosas que me estresan, pero he llorado por ti y decirlo no me da pena.

Tal vez jamás creíste en el amor que te profesaba, seguramente si eras superficial... Algo que tanto me negabas, pero resulto ser verdad, pero aun después de todo eso no he podido dejarte de amar, porque a pesar de también sentir odio, en mi corazón estas en lo más alto del podio, pero sin trofeo alguno, ya que no tengo nada que brindar después de un golpe tan duro.

Pero basta de lamentos, no me voy a seguir quejando, seguiré adelante como siempre lo he intentado,
pero mirando siempre atrás, no puedo darle la espalda al pasado,
por más que quiera no puedo dejar de hacerme una pregunta que siempre me persigue,
una de las mayores razones por las que este ser patético se desvive.
¿Qué hubiera pasado si nuestro amor no hubiese sufrido aquel declive?,
no tendrá respuesta, pues la realidad es cruel y funesta.

Queda muy poco que decir, pues no todo lo que siento lo puedo escribir, he tenido que omitir algunas partes,
pues sé que para ti no son importantes. No puedo ser metódico, tengo un desorden mental, estoy en un estado de limerencia que no es posible controlar, no hay momentos en que vea la luz; siempre estoy en el mismo oscuro lugar.

Las epifanías no existen, solo he tenido ratos de tranquilidad efímera, siento que enloqueceré uno de estos días, es inefable lo que por ti siento, no quiero ser repetitivo pero así pienso.

Fuiste una casualidad dolorosa, te encontré en un hoyo y luego de sacarte me empujaste a la fosa. Te dedico mi prosa, mientras de ti me alejo,despidiéndome y dejando plasmados mis sentimientos etéreos, pero al parecer serán eternos.

Poesía BastardaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora