Parte 3: Acuerdos indebidos

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3-Acuerdos indebidos

**Byakuya**

-Onii-chan.... ¡Onii-chan!! ¡Mira, mira!!- alzo mi cabeza hacia el árbol que me está señalando mi gemelo donde hay una cigarra enganchada al tronco.

-¿Qué es, nii-chan?-

-Una cigarra. Abundan mucho en esta época veraniega-

-Ahh ¡que guay! ¿Podemos cogerla?- pongo una mueca de asco negándome en el acto y Seikan se entristece escondiendo sus brazos tras la espalda y mirando al suelo. Es claramente visible la diferencia que hay entre nosotros pese a tener ocho años. Si no fuera por el físico...

-¡¡Tatatachán!!! ¡¡Aquí llega el recolector de cigarras!! ¡El increíble y maravilloso Abarai Renji, de cinco años!!!-

-¡Ren-chan!!- mi hermano aplaude la aparición penosa del recién miembro acogido en la familia. Nuestro perro particular. Es tan molesto como una cucaracha, está en todas partes allá donde voy.

-¡Cogeré la cigarra para ti, Sei-chan!!- a mi hermano se le esboza una sonrisa de emoción y yo sin embargo ruedo los ojos hacia otro lado cruzándome de brazos. Tsk!, estos juegos no son para mí, ya no soy un crío.

-¡Ale-hop!! ¡¡Ahí voy!!!- Renji empieza a escalar el tronco del árbol como un mono y Seikan le mira preocupado hasta que le ve bajar con la cigarra en la mano.

-Jeje, lo he conseguido. Toma cógela ¡no tengas miedo!- mi gemelo agarra la cigarra con cuidado y sin ningún asco mientras yo retrocedo al ver como Renji ha reparado en mi presencia y me sonríe con su boca mellada. Le faltan dientes y está ridículo.

-¿Quieres una cigarra para ti, Bya-chan?-

-No me llames así, perro ¡para ti soy Byakuya-sama!!-

-¿Eeeh? ¿Por qué te tengo que llamar igual que al viejo usando el sama?-

-¡No insultes a mi padre!! ¡Eres un deslenguado!!-

-¿Un qué? No entiendo cuando hablas así, Sei-chan habla mejor que tú-

-¡Porque es tan tonto como tú!!- jadeo al haber gritado eso sin consideración y veo por un momento como Seikan baja la cabeza pero luego fuerza una sonrisa al mirarme.

-Seikan, yo....-

-No pasa nada nii-chan, si no quieres jugar con nosotros no importa ¿verdad Ren-chan? no asustes a Bya-nii con las cigarras, no le gustan-

-Valeee, lo siento "Byakuya-sama". Iba a regalarte la piel de una cigarra que tengo como amuleto ¡pero se la daré a Sei-chan! Humph!!-

Veo enfadado como Seikan se va de la mano de Renji que tira de él para apartarse de mí. Yo golpeo las hojas del suelo y le propino varios insultos mientras abandono el jardín de la mansión para volver dentro. No me importa lo que hagan juntos ¡no quiero ningún regalo de ese niño! De ese perro sin domar, de....ese vagabundo que solo busca mi aprobación....

-Renji.....- pronuncio su nombre entre mis labios y entreabro los ojos lentamente para ubicarme en la penumbra de mi habitación. Intento incorporarme pero noto un peso sobre mi hombro izquierdo y cuando miro a mi lado veo a Seikan abrazado a mí durmiendo plácidamente. Suspiro volviéndome a tumbar y miro a mi gemelo durante unos largos segundos. Pese a que ya tenemos treinta años, sigue viniéndose a mi cama cuando tiene pesadillas y en las noches de tormenta lo mismo. Conmigo es con el único hermano que se tranquiliza.

-¿¿Me has llamado Byakuya?- jadeo sin pensar cuando veo la figura de Renji a mi lado de pie y le golpeo con la almohada haciendo que se vaya hacia atrás.

"Tu precio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora