Parte 14: El cuento del tiburón

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14-El cuento del tiburón

**Mugetsu**

Me cruzo de brazos nuevamente al ver como Haruka se da la vuelta en la cama dándome la espalda sin ánimo de hablar. Desde que le llevé a ese lugar y mi padre le sacó, he podido saber que ambos follaron durante las dos horas que estuve esperando a que salieran y sé que mi padre no es de los que repite en el sexo si algo no le interesa, pero lo que más me escamó fue lo que le dijo a Haruka sobre su hijo. ¿Qué hijo?

-¿Se lo contarás a tu padre? avísame si lo haces para salir corriendo antes de que me maten-

-¿Qué quieres que le cuente? ¿Que voy a darte un hermanito?- abro los ojos de par en par y me acerco a su cama para tirar de la sábana oyéndole refunfuñar por eso. Cuando sus ojos me miran, es como si pudiera ver a Seikan también y eso me desconcierta. Maldición, no puedo dejar de pensar en lo que hicimos ni un segundo y sentir cómo mi polla se pone algo dura bajo mi apretado pantalón.

-¿Qué quiere decir eso? Haruka ¿es lo que estoy pensando? Me parece una locura, pero...-

-¿Te follas a mi hermano y no lo sabes? – me quedo mudo cuando dice eso. Me aseguré de que nadie nos oyera ¿Cómo se ha....? -Sei-nii no deja de tocarse pensando en ti. Le oigo cada noche-

-Joder....ya no tengo secretos para ti. Entonces ¿es cierto? ¿Puedes tener hijos?-

-Dilo en plural. "Podemos". – me quedo blanco al pensar en Seikan y Haruka me muestra una sonrisa torcida y triste. –Sí. Es lo que estás pensando. Sei-nii también puede engendrar-

-No me dijo nada...yo no tenía ni idea de esto ¿Cómo es posible?-

-Es una historia de genética larga de contar. No lo des vueltas, lo hecho, hecho está-

-¿Eso es lo que piensas de tu situación? ¿Pretendías que ese hombre te abriera en canal como a un cerdo? ¿Solo por gestar un hijo de mi padre?-

-¿¿SOLO??? – Haruka se pone de pie en la cama y es curioso que aún así soy más alto que él. Es diminuto. En comparación con mi padre, es un niño en sus brazos. Tal como le vi cuando le sacó en volandas de esa casa con una mirada que pocas veces he visto en el rostro de mi padre. Este crío le importa...y no me extraña. Incluso cuando se enfada es mono. Como Seikan.

-Imagínate con quince años y preñado de un hombre que te saca cuarenta años nada menos. ¿Querrías tenerlo? ¿¿Después de una violación? ¿Te dejarías destrozar la vida por algo tan insignificante?-

-¿Por qué no me llamaste a gritos cuando mi padre te estaba follando en ese piso?- Haruka enmudece y retira la mirada con un extremo rubor.

-Estaba afectado por la droga y no me controlaba. Eso no significa nada-

-Ya- me aparto de la cama para que se tranquilice y veo de reojo como su mirada se ensombrece de nuevo antes de ocultarse bajo las sábanas de su cama. Salgo de su habitación con los ánimos encendidos y en cuanto entro en la habitación de Seikan, éste me sorprende apareciendo a mi lado y tomando mi rostro para besarme ansiosamente.

-Sei...mm...Seikan, espera... ¡para!- le agarro las manos viendo la sorpresa en su rostro e intento calmarme aunque estoy muy alterado. –Tenemos que hablar-

-¿Qué pasa? ¿Estás enfadado conmigo? ¿Porqué?-

-Porque no me dijiste que puedes tener hijos- Seikan palidece casi al instante y tengo que sostenerle al ver como parece perder el equilibrio unos segundos. Le miro fijamente intentando descifrar su mirada de terror y le acompaño hasta la cama para que se siente.

-Lo...había olvidado....-

-No, eso no se olvida. Más bien has querido olvidarlo por alguna razón. Seikan...mírame...- cojo su mano apretándosela para que me mire y él frunce los labios. –Tuviste sexo con alguien en el pasado ¿verdad?-

"Tu precio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora