Parte 22: Un nuevo hogar

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22-Un nuevo hogar

**Renji**

-Renji ¿por qué no me estás escuchando?? ¡¡REN-JI!!- abro los ojos sobresaltado y gritando cuando veo los furiosos ojos de Byakuya dejándome helado en el sitio. Veo que sigo bajo el árbol donde me he quedado dormido y me restriego el pelo haciéndome el tonto para intentar calmarle.

-Va, va, no te enfades Byakuya, solo estaba reposando un poco la comida...-

-¡No me tutees!! Tsk! ¿Cuántas veces tengo que decírtelo? Sigues siendo un perro sin domar, no puedo perder el tiempo contigo-

-¡E-espera!!!- le agarro de un brazo viendo cómo abre sus ojos de par en par y acto seguido me da una bofetada que me tira al suelo.

-Ay, ay, ay ¡¡eso duele! ¿Porqué siempre la tomas conmigo?- veo como por un momento su rostro se sonroja brevemente y aprieta los labios con fuerza.

-Padre me había dicho que te encontrabas mal y he salido a buscarte ¡creí que te habías mareado!-

-Estabas...preocupado por mí....- Byakuya se sonroja mucho más y me da una patada en la entrepierna que me hace doblarme y dar vueltas en la hierba quejándome.

-¡¡Agh! ¡¡Byakuya!! ¡¡Pero serás....!!!- jadeo al ver cómo sus ojos están algo aguados y tiene los puños fuertemente apretados. En aquel entonces, yo con quince años y él con dieciocho, no solo habíamos crecido, sino que Byakuya se había vuelto más hermoso aún si cabía. Con esas facciones de su rostro más alargadas, su cabello más largo y sus ojos mucho más grandes y penetrantes que nunca.

-No vuelvas a asustarme así. Nunca más- me echo a reír intentando que él no se dé cuenta mientras se aleja y de repente siento como el corazón se me detiene al verle marchar. Sin pensarlo me levanto rápidamente del suelo y le abrazo desde atrás hundiendo mi rostro en su cabello haciéndole gemir.

-Renji....-

-No te vayas....por favor, no te alejes, he...tenido un mal sueño....-

-Para tu desgracia sigo aquí, aunque creo que seré yo el que no me libre de ti fácilmente- aunque me dice eso para intentar hacer una "broma" de las suyas, yo le aprieto con más fuerza hasta que protesta por el dolor. No sé qué me pasa, pero no puedo soltarle, porque si lo hago sé...que le perderé para siempre...

-Renji....oye Renji ¿me escuchas?- abro los ojos jadeando cuando un camarero pone delante de mí un plato de ramen y Haruka sigue mirándome sin pestañear. Salivo inconscientemente por el hambre que tengo y me limpio las babas con la manga de mi camisa roída antes de coger el cuenco y empezar a tragar sin parar. Cuando termino suspiro de gusto y veo como Haruka me sonríe haciendo que mi oscura realidad vuelva a aplastarme. Ese rostro...es idéntico al suyo cuando éramos más jóvenes...

-Renji- Haruka agarra mi mano y yo se la retiro sorprendiéndole. Carraspeo mirando hacia otro lado y veo como el resto de clientes del restaurante al que me ha traído me miran con pena y vergüenza. Joder, necesito echar un trago antes de que me tiemblen más las manos por la abstinencia...

-Estás horrible, sí- miro sorprendido a Haruka y le gruño molesto por su impertinencia. En eso no ha cambiado nada.

-¿Qué quieres de mí?- mi voz suena rasgada y gangosa, tan ronca que no la reconozco ni yo mismo. Haruka incluso se da cuenta y chasqueo la lengua mientras me rasco el cuello notando el roce áspero de mi barba roja y mal recortada.

-Quiero que vuelvas a ser mi aniki.- ahora sí que le miro perplejo y suelto una amarga carcajada que molesta a los de alrededor.

-"Aniki"...ju, si ya no puedo protegerme ni a mí mismo...-

"Tu precio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora