La profecía transcurre,
Sin mayor novedad,
El tiempo le sigue,
Llevando a la verdad.~~~^§§§^~~~
Los meses pasaron y Daemian ya se encontraba por cumplir los dieciocho años, faltaba muy poco para que Sebastián lo llevara con su padre y comenzara el entrenamiento.
Infortunadamente el destino tenía otros planes.
Semanas antes de que la fecha esperada llegará, Daemian y Caleb, el hijo de Atenea y Poseidón, tuvieron un curioso encuentro, varios sucesos se llevaron a cabo y en medio de una tranquila cena, los sirvientes de Atenea se llevaron a su hijo al Olimpo.
Posteriormente Sebastián hizo lo mismo con Daemian y ambos rivales comenzaron, algo antes de lo planeado, su entrenamiento.
Muerte, al ser un sirviente de ambos reinos, ayudaba a prepararse a los dos chicos, siendo de los seres más antiguos del lugar y habiendo entrenado también en vida, era uno de los guerreros más fuertes, después de los dioses.
Sebastián ayudaba únicamente a Daemian, con el pasar de los años, también había aprendido a dominar algunas artes de la guerra.
Inesperadamente, Daemian descubrió que su rival era Caleb, aquel chico de quien se había enamorado, lo mantenía oculto en cada encuentro y muy en el fondo de su corazón, tenía una decisión firmemente tomada.
Caleb disfrutaba cada momento con el joven, prometiendo silenciosamente que haría lo que sea para ganar, que entrenaría incluso más fuerte, todo para poder continuar junto a su amado, desconociendo que era él a quien debía vencer.Mientras las sesiones de entrenamiento continuaban, Sebastián se interesaba un poco más en Bratt y ahora que, en ocasiones, circulaba por el mundo mortal con su aspecto humano, el joven sentía cierta curiosidad por el demonio también.
Muerte los observaba desde lejos, con dolor en su alma, pero con la pequeña alegría de que quizá Sebastián encontraría la felicidad y eso llenaba de una mezcla de emociones su corazón, pero no tenía el derecho de interferir, no cuando él había causado tanto daño.Erick realizaba su trabajo como de costumbre y en aquella ocasión, el cuerpo que encontró, lo descolocó ligeramente. Ordenó a uno de sus sirvientes llamar a Sebastián y así lo hicieron.
Bratt había sufrido un accidente automovilístico, dejando como consecuencia su inmediata muerte, Erick le aconsejó realizar el "ad vitam", un ritual prohibido para todo aquel que no fuera un dios.
El demonio tomó su consejo y lo realizó, en cuanto terminó, un sentimiento de vacío y dolor le llenó, había gastado demasiada energía, incluida aquella que había sido usada para sellar sus emociones, revivió al chico con el hechizo y lo dejó en su departamento, él regreso al Infierno y buscando deshacerse de aquel malestar retomó su pequeña lectura de un muy interesante libro humano, no sirvió de nada, la sensación permanecía en su interior.Muerte suspiraba cansado mientras terminaba su trabajo, había tenido una pequeña discusión con Alex, su más fiel ayudante, el demonio insistía que que debía ir tras Sebastián, que era su destino.
¡Ja! El destino jamás estaría a su favor, Erick lo tenía más que claro.
Los días pasaron, normales para Muerte y todo un desastre para Sebastián, el demonio no había podido dormir en mucho tiempo y aunque, se suponía no necesitaba dormir, su cuerpo se había acostumbrado a hacerlo.
Las ojeras se marcaban en su pálido rostro, cada vez que cerraba los ojos, venían a su mente pequeños matices de recuerdos, unos hermosos ojos chocolate, con ligeros tintes rojizos, un brillante y sincera sonrisa y una suave y ronca voz que lo arrullaba con delicados te amo.Una tarde se encontraba junto a Daemian en el mundo mortal, el menor le bombardeaba con preguntas sobre su apariencia, en medio del improvisado interrogatorio en el centro de la calle, Muerte llegó al lugar, Hades se había enterado del ritual realizado por Sebastián y exigía verlo, su comportamiento merecía un castigo.
Erick caminó pesadamente a donde ambos se encontraban, susurró suavemente el nombre del demonio, provocando que este temblara reconociendo al instante su voz, sabiendo que se trataba de Muerte, aún cuando él mismo se encontraba de espaldas al mayor.
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¿Una fugaz eternidad? [Yaoi/Gay]
RomanceEn aquella época tan remota, cuando la Tierra era joven y la población escasa, dos almas se encontraron, destinadas a amarse, ambas de mundos tan diferentes, porque aún en aquella era, la división social prevalecía, un latente recuerdo de que su amo...