7 de agosto

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«Best Friends»








Los mejores amigos son esos que siempre están ahí para ti, que no dudan en extenderte una mano cuando lo necesitas. Lo mejores amigos son aquellos en los que puedes confiar a ojos cerrados.

Sin embargo, lo mejores amigos también deben de aceptar los errores del otro, sus debilidades, sus desacuerdos y sus diferencias.

Aquello nunca había resultado un problema para Kirishima y Bakugou. Eso hasta que Kaminari interrumpió con su particular humor de Bro.

- Kirishima nos tiene abandonados, se olvida de su mejor amigo -exclamó, haciendo una exagerada pose dramática, la cual causó risas para el azabache y la pelirosa

Pero no para el aludido y para el cenizo.

- ¿Y quién se supone que es ese? -se burló Sero, sentándose en el sofá de la sala común

El lugar estaba rodeado de sus compañeros, pero estos no prestaban atención a la conversación del grupo ruidoso.

- Yo, claro está -se auto apunto Kaminari

Katsuki se volteó de inmediato a mirar al pelirojo, quien miraba divertido, pero incómodo a Kaminari.

Claro que era su mejor amigo, pero, en realidad, todos lo eran.

Kaminari, Ashido, Sero y Bakugou.

A Kirishima no le gustaba marcar favoritismos, pues estaba seguro de que alguno de sus amigos podría sentirse mal con ello.

Claro que, olvidó pensar que, para otros, el dilema estaba en ser igual al resto.

En no ser especial.

En ser uno más del montón.

- ¡Kirishima! ¡Pensé que yo era tú mejor amiga! -reclamó Ashido, frunciendo lo labios hacia abajo, volteando su rostro para que el pelirojo no viera su traviesa sonrisa

Sero, imitando a su amiga pelirosada, volteó su rostro, poniendo una mano en su pecho, simulando estar dolido.

- ¡Chicos! Saben que todos son mis mejores amigos -exclamó preocupado el pelirojo, tragándose el teatro ajeno- ¡Los cuatro! -agrego, consiguiendo un "aw" conjunto de todos los mencionados

Exceptuando a Katsuki, quien decidió irse de ese estúpido centro de idiotas.

Sus pasos fueron rápidos pero silenciosos, marchándose con cuidado de no llamar la atención. Pues no tenía ganas de hablar con nadie.








Kirishima insistió con tres toques más en la puerta de la habitación ajena.

Katsuki no le respondía, así que el pelirojo supuso que estaba dormido.

- No me queda de otra -susurro para si, girando suavemente el pomo de la puerta para así poder abrirla

A Bakugou no le gustaba que Kirishima entrara cuando estaba durmiendo, pero no hacía mayor problema por la obvia falta de permiso que el pelirojo tomaba.

KiriBaku Month 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora