KiriBaku Month 2019

13 de agosto

«Insecurities»

Katsuki cree que es extraño estar con alguien tan brillante como Kirishima, ya que son totalmente distintos, ni siquiera coinciden en gustos culinarios.

A Bakugou le gusta lo picante, lo condimentado, mientras que, a Kirishima, le gusta lo dulce, lo empalagoso.

A Bakugou no le gusta tener mucho contacto físico, tampoco le gusta ser meloso, Eijiro es todo lo contrario. Pues el pelirojo es alguien muy de piel, le gusta abrazar y ser romántico con su pareja.

Cosa que aveces molesta más de la cuenta a Bakugou, más que nada por ser también alguien bastante vergonzoso.

Sin embargo, algo que ha estado molestando bastante al cenizo este último tiempo, es que Kirishima también parece ser un tipo bastante al pendiente de la anatomía ajena.

Katsuki puede asegurar que ha sentido, ya más de una vez, la mirada de Kirishima descender hasta su pecho, abdominales o, a veces, hacía su trasero.

Y aún que antes no le daba más atención de la necesaria a esas miraditas fugaces que el pelirojo le daba a su cuerpo, ahora eso estaba comenzando a tomar un rumbo distinto.

Porque Bakugou no es uno de esos chicos que sientan la necesidad de recurrir a estímulos carnales (provocados por si mismo o por otros), en cambio, Eijiro si muestra bastante interés en realizar ese tipo de cosas.

Aquello resultó un poco vergonzoso al inicio. Bakugou intentaba ocultarse discretamente bajo capas de capuchas y pantalones anchos, sin embargo, con el tiempo aquello comenzó a molestarse.

Pues Kirishima seguía mirándolo así.

- Hey, Blasty -llamó el pelirojo, tocando el hombro del aludido, buscando captar su atención

Y lo logró, Bakugou se volteó a verlo, esperando a que hablara de una vez.

- ¿No tienes calor? -preguntó Eijiro, apuntando el gran poleron que Bakugou tenía puesto

Y si, Katsuki estaba sudando mucho y era bastante asqueroso, pero no quería mostrar más piel de la necesaria.

Bakugou anotó, aquel era otro Punto de diferencia entre ellos.
Él era más recatado que Kirishima, quien se paseaba sin vergüenza frente a todos, presumiendo sus abdominales y espalda ancha.

- No... -respondió, acomodándose en la cama ajena

Eijiro asintió, pero no dejo de mirarlo, observando el perfil del rubio, el cual, para sus enamorados ojos, era perfecto.

Su pequeña naríz, sus rosados labios, sus ojos rojos siempre tan amenazantes, tan sensuales...

Kirishima mordió el interior de su mejilla, cuidando de no hacerce más daño del esperado.

- Bakugou -volvio a llamar, tomando un impulso para acercarse más al aludido, quien lo miro solo de reojo, esperando a que no hiciera nada raro

Sin embargo, Kirishima tenía intenciones de hacer algo "raro".

Katsuki aguanto la respiración cuando los labios del pelirojo se posaron sorpresivamente sobre los suyos, manteniéndose inmóvil durante un par de segundos, segundos en los cuales Bakugou miraba con los ojos bien abiertos los párpados cerrados de su novio.

Ellos, en las dos semanas de noviazgo que llevaban, no se habían besado nunca en los labios.

Sin embargo, Bakugou se sintió pequeño cuando Eijiro comenzó a mover lentamente sus propios labios, intentando acomodarlos entre los suyos, buscando profundidad en su beso.