27 de agosto

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«Fashion»










Jadeos ahogados estaban apunto de salir de los labios del cenizo, quien movía con rapidez su mano, frotando su falo.

Acomodó la revista frente a él, observando detalladamente las partes que lo enloquecian, que lo hacían sentir a punto de desfallecer.

- Mierda -murmuro, aumentando gradualmente la velocidad

Y, a pesar del dolor en su muñeca, continuó. Terminando finalmente al cabo de unos cuantos segundos.

Katsuki soltó un profundo suspiro de satisfacción, murmurando otro insulto antes de tomar papel higiénico para limpiarse.

Miro por última vez la portada de la revista, mordiendo su labio inferior con un potente sonrojo en su rostro.

Joder, le encantaba ese sujeto, más de lo que le encantaba humillar a Deku.

Y es que era tan perfecto. Con su cabello rojo, ojos grandes, sonrisa agradable.

Y mierda, ese jodido cuerpo tallado.

Bakugou volvió a suspirar, acomodando su ropa y volviendo a dejar la revista en la comoda de su habitación.

Una simple revista de moda que tenía en la portada al dueño de sus problemas mañaneros.

Y, realmente, era bastante extraño. Pues el modelo "Kirishima Eijiro" no hacía poses sugestivas o demaciado sensuales. Pero Bakugou aún así se sentía realmente muy atraído hacía él.

Hacía su figura y hermoso rostro, hacía su extrovertida personalidad (que demostraba en las entrevistas) y hacía sus lindos gestos que lo hacían sentir acalorado.

Su madre pensaba, ingenuamente, que lo que a él le gustaba era la ropa que ahí se mostraba.

Lo más a la moda.

Y acababa comprandole ciertos articulos que pensó podrían ser del gusto de su mocoso.

Gran error, pero Katsuki no pudo decir que no.

- Gracias, bruja -agradeció, tomando entre sus manos su nuevo pantalón

Su madre, luego de reprender su contestación, le entrego la nueva revista que salió.

- Cambiaron al modelo que estaba en las portadas. Escuché que renunció -comentó su madre, señalando al nuevo rostro de la revista de moda

Katsuki frunció su ceño, ojeando la revista y notando que, ciertamente, Kirishima no estaba.

Ahora tendría que tomarse la jodida molestia de buscar más fotos del pelirojo en su nuevo trabajo, pues no pensaba perderse la temporada de trajes de baño.






















Eijiro cerro con un fuerte portazo lo que antes era su departamento.

Ser un chico "a la moda" era agotador.

Todos diciéndote que vestir y que lucir.

Sin embargo, ahora podría por fin ser libre, libre de las presiones sociales que conllevaba ser modelo de ropa y estar, como la revista pedía, a la moda.

Sonrió, relajando sus hombros mientras caminaba hacia su nuevo hogar.

Un barrio simple en el cual podría volver a empezar.

- Disculpa, ¿Sabes dónde queda la calle del árbol torcido? -preguntó Eijiro, posando su mano cuidadosamente sobre el hombro de un transeúnte

Pero, y aún que él se hubiera sometido a la abstinencia de colorante para su cabello, dejándolo totalmente negro, Katsuki logró reconocerlo.

Ni creas que tu cambió simplón de apariencia me puede engañar. Pensó el rubio.

- ¿Te llevo? -preguntó, intentando parecer amable, sonrojandose al ver la hermosa sonrisa que le dedicó el mayor

- Muchas gracias, eres muy amable -agradeció Eijiro, caminando junto al cenizo, quien intentaba ocultar su pequeña sonrisa de emoción

Que ya no fuera moda no significaba que ya no lo volviera loco.

KiriBaku Month 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora