KiriBaku Month 2019

9 de agosto

«Tattoos»

Kirishima era tatuador, con aquello se ganaba la vida, sin embargo, últimamente han venido muchas personas a su local.

Y no es como si eso fuese algo malo, de hecho, es bastante bueno para su bolsillo, pero él no tiene las manos suficientes como para hacerce cargo de tantos encargos.

Así que decidió contratar a un ayudante.

"SE BUSCA TATUADOR"

Aquel cartel era lo suficientemente claro como para evitarse preguntas estúpidas, por lo que volvió a ingresar en su local y se sentó a esperar a que llegara su clienta que agendo hora hace un par de semanas.

- Buenos días -saludó una cantarina voz, ingresando en el lugar y presentándose frente del teñido, quien la reconoció como su clienta

Por suerte, el tatuaje era pequeño y bastante sencillo, así que Kirishima pudo acabar rápido para atender al siguiente en su lista.

Su trabajo en si era bastante divertido, al menos para él, ya que le gustaba dibujar e interactuar con la gente.

- Que tenga linda noche -se despidió, cerrando su puerta y cambiando su letrero de "abierto" a "cerrado"

En todo el día había recibido un par de llamadas consultando por el empleo, a las cuales respondió con un entusiasta tono alegre.
Entrevistaría a todos los que lo habían llamado mañana a primera hora, pues era su día libre.

No creía que hayar un compañero fuese muy difícil, así que no se molestó en darle muchas vueltas al asunto. Ahora simplemente descansaría.

Tock! Tock! Tock!

Se detuvo a mitad de camino hacia el baño, mirando a través de la puerta transparente a quien estaba tocandola. Era un chico rubio, se veía joven, pero impaciente, mirándolo con sus gruesas cejas fruncidas en una mueca de molestia.

Kirishima decidió acercarse para saber qué era lo que el joven quería.
Abrió la puerta y preguntó: - ¿Qué se te ofrece? -

El rubio simplemente rodo los ojos, señalando el cartel de "Se busca tatuador".

- Vengo por el empleo -explicó, cargando todo su peso en su pierna derecha, colocando sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón rasgado- ¿Vamos a entrar o me harás la entrevista aquí afuera? -preguntó, sonando bastante irritado según Eijiro

Aquello descolocó un poco al pelirojo, perdiendo el hilo de la conversación, demorando más de lo que debería en responder la pregunta ajena.

- ¡Hey! ¡¿Me estás escuchando, bastardo?! -exclamó repentinamente el rubio

Kirishima anoto mentalmente que aquel chico tenía la mecha corta, sin embargo, también era realmente muy atractivo, y eso sumaba puntos para el local.

Aún recuerda cuando su primo Shoto trabajo un tiempo con él. Su primo hacía perforaciones. Siempre había fila para poder lograr que el joven te atendiera.

Aquella fue una buena época.

- Es todo, ¡me voy! -grito el cenizo, volteandose dispuesto a irse de ahí

Pero Kirishima logro reaccionar a tiempo, tomando la muñeca del rubio y tratando de acercarlo nuevamente.

Pero el chico tenía fuerza, por lo que no fue nada fácil retenerlo.

- ¡Espera, lo siento! Pasa, por favor -pidió Eijiro, haciéndose a un lado e indicándole al rubio que se acercara nuevamente a su local

El ojirubí accedió, pero mantuvo su juvenil rostro con aquella aterradora expresión de enojo.