11 de agosto

1K 194 22
                                    

«Nightmares»








"Ya no quiero verte nunca más"

Bakugou tenía esas palabras taladrandole la cabeza, se repetían una y otra vez en su sub consciente, no las podía olvidar.

- Eres débil, no necesito amigos débiles -agrego el pelirojo, mirando con sus pequeñas cejas fruncidas al sorprendido Bakugou, quien tenía su boca abierta de la impresión

Los ojos rojos del rubio se estaban comenzando a secar de tan abiertos que los tenía, sin embargo, no se sentía capaz de pestañear.

Su amigo, su mejor amigo... ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué había tomado repentinamente esa actitud?

- Kirishima... ¿Qué te-

- Ya no quiero seguir hablando contigo -termino el pelirojo, dándose la vuelta y comenzando a caminar, alejándose del cenizo

Katsuki, sin saber realmente el por qué, se comenzó a desesperar.
Quiso correr para poder detener al pelirojo, pero sus pies no se movían, los sentía pesados, como anclados al suelo.

- ¡Kirishima! -gritaba

Pero su voz no salía, parecía estar mudo.

Su desespero aumento gradualmente, sintiendo su rostro enrojecer. Cálidas lágrimas caían de sus rojos ojos, empapando sus mejillas, deslizándose hasta su barbilla sin que las pudiera detener.

- ¡¡Espera, joder!! -

Los gritos eran en vano, su garganta ardía por el sobre esfuerzo, pero él no se detenía.

Sin embargo, aquello comenzó a ahogarlo. Sentía que sus lágrimas comenzaban a ahogarlo.

Respirar se le dificultó, sentía las saladas gotitas que caían de sus ojos comenzar a inundarlo, tapándole las vías respiratorias.

Sus ojos se comenzaron a cerrar, teniendo como última vista la espalda de Kirishima alejándose de él.













Un estruendoso jadeo acompañado de una explosión fueron lo que, inmediatamente, alertaron al pelirojo, llevándolo a pensar lo peor.

¿Alguien se habría metido en el cuarto de Bakugou?

Se levantó rápidamente, viendo a Shoji quien también estaba saliendo de su cuarto.

Mientras que, en el cuarto del cenizo, este estaba totalmente empapado de sudor, su cabeza palpitaba dolorosamente y su garganta ardía.

El cuello de su polera fue utilizado para secarse las mejillas, sorbiendo su nariz y calmando poco a poco su alterada respiración.

Pero esta volvió a dispararse en cuanto vio a el pelirojo y al chico pulpo abrir la puerta de su cuarto a la fuerza.

- ¡Bakugou! ¿Estás bien? -preguntó preocupado Eijiro, corriendo hasta estar junto a Katsuki, mientras que Shoji se encargaba de revisar la habitación de Bakugou, notando que nada había pasado

Solo había sido un mal sueño.

- Kirishima -llamó el pulpo

Y Eijiro, sabiendo lo que su compañero estaba pensando, asintió, asegurándole que el ayudaría a su amigo.

- Bakugou... ¿Estás bien? -insistió Eijiro, viendo los ojos de Katsuki destilar preocupación y temor

Aquello lo preocupo, pero de inmediato se recordó que su amigo era fuerte, que no necesitaba a un príncipe que lo rescatará.

Solo necesitaba un poco de apoyo.

- No te irás... ¿Cierto? -susurro Katsuki, inseguro de sus propias palabras

No quería verse débil frente de su amigo, no quería que su pesadilla se hiciera realidad.

- ¿No lo harás? -insistió, esta vez elevando un poco más su tono de voz

Eijiro negó, tomando con fuerza lo hombros de Katsuki.

- No lo haré -aseguro, sonriendo con amabilidad para darle seguridad a sus palabras- Jamás lo haré -insistió

Y con ello Katsuki pudo volver a dormir más tranquilo, quedándose con el cálido tacto del pelirojo en sus hombros, dándole seguridad de que, efectivamente, él no lo abandonaría.

KiriBaku Month 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora