20 de agosto

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«Gender Bendering»










Bakugou siempre termina por seder ante las extrañas conductas "amistosas" de la peliroja, quien está todo el tiempo pegada a ella.

Ahora mismo están caminando a su salón tomadas de la mano.

A Eiji le gusta acariciar con su pulgar la mano ajena, pues dice que son muy suaves y delicadas, mientras que Natsuki, sin saber bien qué responder ante aquello, termina simplemente accediendo en silencio a caminar así.

Después de todo, las chicas son mucho más de piel que los chicos.

Nadie les dirá nada si se abrazan, se besan o se toman de las manos.

Y Bakugou siente que aveces ellas se aprovechan un poco de eso.

Como ahora...

- ¡Natsuki! Necesito un abrazo reponedor, estoy segura de que reprobé el exámen -se quejo la peliroja, sentándose sobre las piernas de su amiga, abriendo sus brazos esperando a que Bakugou accediera

Y eso no tardó en suceder.

Natsuki suspiro antes de envolver el cuerpo ajeno, viendo que, a espaldas de la peliroja, estaba sucediendo algo bastante distinto.

Sero estaba junto a Kaminari, el último de ellos lloraba dramáticamente tras asegurar su fracaso en el exámen.

- ¡Lo reprobé! ¡Lo reprobé, Sero! -insistió, sintiendo las palmadas amistosas y reconfortadoras de su amigo pelinegro

Porque los chicos no se abrazan. No, eso es de gays.

Natsuki bufó, los hombres eran unos idiotas.

- Natsuki, tu pelo huele bien. ¿Qué shampoo usaste hoy? -comentó la teñida, separandose un poco, permitiendo que la rubia apoyara su cabeza sobre sus pechos

- No lo sé, solo saque lo primero que vi - confesó Bakugou, encogiéndose de hombros ante el poco interés que le daba a su corto cabello

Eiji rio ante el desinterés de su amiga por su propio cabello, acariciándolo antes de que la campana que anunciaba el final de las clases de ese día sonara.

Ambas se levantaron y recogieron sus cosas encaminándose juntas a las habitaciones que les correspondían.

Se toparon a Tsuyu en el ascensor, de quien se despidieron (o al menos Eiji) y luego bajaron a su piso.

- Quiero dormir un poco, ¿nos vemos más tarde? -preguntó la peliroja, estando fuera de su puerta, al igual que la rubia en la suya

- Como sea -respondió desinteresadamente la ceniza, sintiendo un ruidoso beso ser dejado en su mejilla

Cortesía de la peliroja, claro está.

- Adiós entonces -se despidió, entrando a su habitación al mismo tiempo que su amiga.





















- Si no te apuras llegaremos tarde -recordó la rubia, frunciendo su ceño con molestia por la inseguridad de su amiga

¡Ni que fueran a ir a una jodida pasarela!

- Es que no sé qué ponerme -reclamó la teñida, mirando su clóset y la ropa esparcida en su cama

Natsuki suspiro con pesadez, caminando hasta su amiga y sacando rápidamente un conjunto simple de ropa.

La peliroja la miro, agradeciendo su ayuda, cambiándose ahí mismo la ropa.

Bakugou se acomodó sobre la cama ajena, mirando con desinterés la ropa, esperando a que la peliroja terminará de vestirse, para así poder irse.

- ¡Listo! ¿No tengo nada? -preguntó, volteandose y esperando a que Bakugou le avisara si es que había alguna irregularidad en su retaguardia

- No -por suerte, todo estaba normal

Así que, sin tardar más, salieron de la residencia, caminando para poder llegar a tiempo al cine.

Eiji tomo nuevamente la mano de su amiga, meciendola con la propia, sonriendo con emoción.

- Ojalá vendan de esos chocolates de maní -fantaseó, relamiéndose los labios con anticipación a lo que se avecinaba

Unos deliciosos dulces para compartir con su rubia amiga.

- Ojalá no nos estemos perdiendo la película -murmuro Natsuki

Pero Eiji la escucho, por lo que se disculpó repetidas veces, intentado besar las rojas mejillas de su amiga, quien se resistía a su tacto.

- ¡Natsuki! Voy a estar triste si no me das un besito -reclamó Eiji, acercando su mejilla a los delgados labios de la mayor, quien, a duras penas, la beso, manteniendo sus labios apenas por un par de segundos- ¡Gracias, me has salvado la vida! -exageró, riendo de su propia contestación

- Cállate, tonta -suspiro la rubia, apretando la mano que estaba aferrada a la suya

KiriBaku Month 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora