«Reincarnations»
Las lápidas marcaron aquel final para los jóvenes héroes.
Ground Cero y Red Riot.
Ambos eran amigos, y murieron juntos en el campo de batalla, por lo que, a sus amigos que aún permanecían con vida, les pareció un buen detalle el colocar sus lápidas una junto a la otra.
- Ahora están en un lugar mejor -susurro Mina, depositando flores en ambas tumbas
∞
Algunos creen en la reencarnación, sin embargo, otros no.
Y, aquellos que no creen, se mantienen simplemente flotando como fantasmas, viendo con anhelo las vidas que los demás llevan.Bakugou, a diferencia de Kirishima, no cree en la reencarnación.
Por lo que, a pesar de morir y ser enterrado junto a su fiel compañero pelirojo, no tuvo una sengunda oportunidad de estar junto a él.
Solo lo puede ver.
∞
- ¡Cuidado! -grito Bakugou
Pero claro. Nadie lo escucha.
Y, el pequeño azabache a quien le gritó, recibió un duro pelotazo en su redondo rostro.
- Mi nariz -se quejo el chico, aguantando las lágrimas que se asomaban de sus rojos ojos
Katsuki enfurecido, avanzo hasta el par de idiotas que agredieron al pequeño Eijiro y los empujó.
Aquello hizo que los chicos solo sintieran un pequeño escalofrío recorrer sus espaldas, cosa que ignoraron y siguieron jugando.
El cuerpo de Bakugou estaba de un furioso rojo, tomando posesión de una ramita tirada por ahí, golpeando descaradamente el rostro de ambos muchachos, quienes se asustaron por la repentina acción de la "barita maldita".
- ¡Ayuda! ¡La barita maldita nos persigue! -gritaron los mocosos, corriendo para refugiarse en los brazos de sus respectivos padres
Katsuki sonrió satisfecho, abandonando la barita y llendo nuevamente hacía donde estaba el azabache.
Kirishima era muy lindo de niño. Pensaba Katsuki, mirando al aludido jugar con tierra y rocas
∞
Aquel niño creció, ya era todo un adolescente y Katsuki lo veía en todo momento, en todas sus actividades.
Justo como ahora, que intentaba hacer una simple tarea de matemáticas.
- ¡No sé! Matemáticas es un asco -gritó, dejando a un lado sus cosas, tirándose de espaldas en el piso
Y Katsuki, en un momento de bondad absoluta, se permitió tomar posesión del lápiz grafito sobre la mesa, escribiendo la fórmula y el resultado de los ejercicios que el azabache debía hacer.
Ya terminado todo, arrojó el lápiz a la cara del dormido Eijiro y se sentó junto a él a esperar su reacción.
- ¡¿Qué?! Cuándo... -Exclamo Kirishima, revisando su cuadernillo y mirando a su alrededor
Bakugou sonrió con burla al ver la estúpida expresión en el rostro del azabache.
Decidió jugar un poco con él.
Volvió a tomar el lápiz y escribió su nombre en la hoja de abierta del cuadernillo de Eijiro
"Katsuki" se leía
Kirishima palideció, viendo como el lápiz se movía solo al rededor de aquel nombre desconocido para él.
Y finalmente, luego de un par de segundos, se desmayó.
∞
Katsuki no se arrepentía de ser un metiche, así había descubierto muchas cosas hacerca de su amigo, sin embargo, en aquel preciso momento, lo único que deseaba era poder salir corriendo lejos.
Y, a pesar de ser ese su deseo, sus piernas no querían responderle y sus ojos no dejaban de mirar al teñido frente a él.
Pues, si algo nunca espero ver en él, era la masturbación.
Sabía que aquello era algo natural, pero no estaba preparado para tal sorpresa, la cual, lejos de asquearlo, en lo más profundo de si, sabía que estaba logrando exitarlo.
Pero no hizo nada, solo se guardo para él aquella imagen y sonido que el pelirojo dejo.
Luego simplemente acompaño a Kirishima hasta su casa.
Como si nada hubiese pasado.
- ¡Hola, Katsuki! -grito Eijiro, mirando al aire
Pues si, el idiota teñido pensaba que su "ángel de la guardia" solo se encontraba en su habitación. Por eso tenía que "desahogarse" en otros lugares.
Kirishima sintió un escalofrío en su cuero cabelludo, lo que le indico que Katsuki estaba realmente cerca de él.
Lo que ya no le causaba pavor, si no que emoción.
Al pelirojo le costaba hacer amigos, por lo que, tener a alguien como Katsuki esperándolo en casa para ayudarlo y, de algún modo, quererlo, le hacía sentir bien.
Protegido y acompañado.
Y eso sin saber que el cenizo no solamente lo acompañaba en la soledad de su habitación...
- ¿Sabes lo que he estado pensando? Creo que podríamos hacer eso de los muñecos vudú -
Y siguió parloteando, Katsuki se sentó a su lado en la cama. Le gustaba escuchar la voz de Eijiro, y también el ver su rostro emocionado hablando de idioteces que pasaron en su día.
- Cielos... Como me gustaría poder verte... Y que me hables -
De pronto, el rostro del pelirojo se entrsitecio, y Katsuki se alarmó.
- ¿Crees... En las reencarnaciones? - susurro Eijiro, mirando un Punto fijo en la pared
Y Katsuki, a pesar de no poder responder, hablo.
- Claro que si -
- Sería lindo si... Tú y yo pudiésemos estar físicamente juntos en nuestra próxima vida -volvio a decir Eijiro, sonriendo al imaginarse codo a codo con su amigo fantasmal
- Haría lo que fuera para poder tener otra oportunidad -susurro Katsuki
Y, a pesar de no ser escuchado por el pelirojo, algo dentro de sí le decía que él lo había entendido a la perfección.
Su expresión facial le indicaba que, lo esperaría el tiempo que hiciese falta.
Para que se pudieran volver a encontrar.
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KiriBaku Month 2019
أدب الهواةEl mes completo de agosto dedicado a los pelopinchos del 1A 🤺✨ ★Art de la portada perteneciente a Kōhei Horikoshi ★Personajes igualmente pertenecientes a K.H, yo solo los ocupo con el fin de entretener (Faltas gramaticales y ortográficas terrib...