5 de agosto

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«Distance relationship»






"Te extraño"

Al darle al botón de enviar, Bakugou cerro un ciclo. Un ciclo en el cual se negaba a admitir aquel anhelo infinito que tenía por volver a estar junto a su pareja.

"Igual yo. Te amo"

Aquella fue la respuesta del pelirojo, quien sonreía mirando la pantalla de su celular.

Pues, por motivos de trabajo, aquel "dúo dinámico" tuvo que ser separado durante un par de meses.

Meses en los que ambos se llamaban, mensajeaban y extrañaban.

Mutuamente.

Pero todo valdría la pena al volverse a juntar. Katsuki tenía una lista mental de las muchas cosas que se le acumularon y temió no poder decirle a su novio.

Un "te amo" estaba incluido entre esas cosas que tanto quería decirle.

Y que, a pesar de sentirse avergonzado por la repentina sinceridad con la que estaba comportándose, sería definitivamente recompensado con besos alrededor de sus mejillas y sobre sus labios.

Cosa que, secretamente, le gustaba mucho.

- Extraño dormir en mi cama junto a mi Blasty -se quejo Kirishima, hablando a través de su celular, escuchando la ronca risa del cenizo al otro lado

Bakugou soltó una potente maldición, pensando en que decir para hacerle saber, discretamente, que él también lo extrañaba a su lado.

- Solo termina rápido con lo que estés haciendo. El frío de la mañana hace que se me congelen los huevos -bufo

Eijiro sonrió al oír lo que su novio maldecía, dedicandole unas palabras más y finalmente despidiéndose.

Katsuki agradecía el poder, al menos, mantenerse en contacto a través del celular con su pareja. Porque, de no ser así, definitivamente no podría estar tranquilo sin saber nada de él.

Y no porque no confiara en la fuerza y habilidades de Kirishima, si no que, su mismo instinto sobreprotector no lo dejaba tranquilo sin asegurarse de que el pelirojo estaba sano y salvo.

Cosa que lograba con las llamadas y chats.








Aquella era la la última noche que pasaba en soledad, su adorable teñido volvía dentro de unas cuantas horas (apenas amaneciera).

Katsuki apenas pudo dormir aquella noche, la ansiedad era tanta que apenas cerraba los ojos pensaba en el rostro sonriente del pelirojo.

Realmente ese idiota le había hecho alguna especie de amarre, porque no podía pensar en nada más que no fuera él (al menos en aquel momento).

Sus pies apuraron el paso, trotando hasta el aeropuerto, buscando con la mirada el singular cabello rojo que debería de estarlo esperando a un lado de la zona de objetos perdidos.
Y así era, estaba justo ahí, mirando con emoción su alrededor a la gente y carteles.

Posiblemente extraño su idioma natal.

Katsuki no pudo evitar mucho que las comisuras de sus labios se elevarán, camino con calma hasta llegar frente del chico que ahora también lo miraba, riendo alegremente al ver la sonrisa que el mayor portaba en su juvenil rostro.

- Te extrañe -murmuro el cenizo, acercándose para apretar en un asfixiante abrazo a su pareja, quien dejó sus maletas en el piso y le correspondió, apretando igual o más fuerte que el contrario

- ¡Yo más! No tienes idea de cuánto -murmuro Kirishima, soltando bocanadas de aire caliente sobre el cuello de Katsuki, quien pellizcó su espalda para luego contradecirlo

- Cierra la boca, yo te extrañe más -

Risas fue lo siguiente que soltó Eijiro, separando a Katsuki de su cuerpo para poder besar sus rojos labios. El beso era lento, pero profundo, transmitiendo todos los sentimientos que compartían al verse nuevamente uno junto al otro.

Se habían extrañado demaciado.

Pero ahora ya estaban nuevamente juntos, tan inseparables como siempre.

KiriBaku Month 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora