Muy a mi pesar, me separé.
-Mick, tienes que ir a dar el concierto.
-Vale.-asintió muy contento y me dejó en el suelo antes de dirigirse a la puerta-Ah,-se giró-y...es mentira, Alison no besa mejor que tú.Reí levemente y entró al backstage. Fui tras él, cuando llegué ya estaban en el escenario. Lo observé moverse como lo hacía siempre, cuando miré al público me di cuenta de la enorme cantidad de gente que acudía a verlos.
Después del concierto, decidieron ir a tomar algo así que buscamos un local cercano.
Mick estaba a mi lado con una mano sobre mi rodilla de manera que los otros no lo notaran. Puse la mía encima para entrelazar nuestros dedos y me miró sonriendo mientras los chicos conversaban como si nada.
-¿Les parece si mañana vamos a la piscina del hotel? Es el primero en el que nos quedamos que tiene una.-se animó Keith.
A todos les encantó la idea.
Esa noche, cuando ya estaban todos en sus habitaciones, escuché unos leves toques en la puerta. Miré a Brian, que estaba durmiendo como un tronco así que me levanté a abrir.
-Ven conmigo.-Mick me ofreció su mano hablando en susurros.
-No puedo.
-Da igual, te vas a levantar primero que él. No se despertará, tiene el sueño muy pesado.
-Está bien...-cerré la puerta detrás de mí y lo seguí sin soltarlo-¿Y Keith?
-Él lo sabe todo.-entramos en su cuarto.
-Pero...-me senté en su cama.
-Tranquila, no dirá nada. Confía en mí.-se quitó la camiseta y nos acostamos bajo las sábanas.Me abrazó desde atrás y suspiré sintiéndome mejor que nunca.
-Me gusta estar contigo.-mantuve el tono en el que habíamos estado hablando todo el rato.
-No sabes lo feliz que me haces cuando dices eso.-sonrió ampliamente-Por fin me haces caso.-me estrechó con fuerza y besé su mejilla-Qué ganas de tener una habitación para mí solo y poderte traer cada noche.-dijo en tono sugerente.
-Alguna vez quizás.-reí levemente dándole un beso corto que convirtió en largo al agarrar mi cabeza para que no me alejara de su boca.Me giré, hundiendo las manos en su cabello para profundizar el contacto. Sentí a una de sus manos agarrar la parte posterior de mi rodilla para que mi pierna pasara sobre su cadera mientras la otra, descansaba sobre mi mejilla.