A la mañana siguiente, escuché la alarma de mi reloj, la paré y me levanté para ir a vestirme pero agarró mi muñeca.
-¿Te vas sin despedirte?-sonrió abriendo sus preciosos ojos azules.
-Claro que no.-reí levemente dándole un beso corto-¿Podrás portarte bien hoy en la piscina?-acaricié su cabello.
-Pff...lo dudo.-negó.
-Pues debes hacerlo.
-Lo sé, pero ten en cuenta que hay ciertas partes que no controlo yo.-se encogió de hombros.
-Pues tendrás que controlarlas, nadie puede saber nada de esto.-avisé levantándome para salir.Me preparé, dejé el reloj en mi habitación y los fui despertando tocando en las puertas.
Después de desayunar, algunos fueron a comprar sus bañadores. Yo, por suerte, había recordado llevar uno. Cuando volvieron bajamos todos menos Ron.
-¡Bomba!-saltó Keith nada más ver la enorme piscina y reímos cuando el encargado lo reprendió.
Llevaba mi cámara para sacar algunas fotos pero antes fui a darme un baño. Me quité el pantalón corto primero dejando ver la parte de abajo del bikini rojo que traía puesto. Sentí la mirada de Mick que estaba en la amaca de al lado y efectivamemte me estaba observando con una sonrisa.
Negué con la cabeza sonriendo antes de quitarme la camiseta y tirársela a la cara. Los chicos ya estaban en el agua.
-Vamos, Jagger.
En menos de veinte segundos se quedó solo con un bañador marrón.
-¿Te gusta?-lo miró.
-Sí, te queda muy bien.-asentí.Sonrió y me di cuenta de que me miraba los labios.
-Aquí no.-susurré-Vamos.
Ese día saqué unas fotos geniales.
-Keith.-lo llamé.
Reí.
-Podría ser la portada del próximo disco.-bromeé.
-Venderíamos demasiado, es mucha belleza junta.-me siguió el juego saliendo del agua.