-¿Quieres ir a dar un paseo?-pregunté con mi cabeza sobre su hombro.
-No estoy de humor.-suspiró.Le pasé un brazo por la cintura.
-Como quieras.
-Vete, por favor.-se alejó-No te lo tomes a mal pero...es mejor que me dejes.
-Brian...-toqué su hombro y me miró con los ojos cristalizados
-No lo hagas más difícil.-escuche a su voz quebrarse y suspiré dolida por verlo así.
-No quiero dejarte solo y no lo haré.
-Por favor, Samala. En serio, vete o no podré aguantar.-tiró el cigarrillo a la acera que había debajo y entró en la habitación.
-No voy a dejarte viendo como estás.
-Esto es más difícil para mí de lo que te imaginas,-las lágrimas empezaban a brotar de sus ojos-no tienes idea de las ganas que tengo que decirte todo lo que se me pasa por la cabeza pero no puedo, no soy Mick.
-Dímelo.-me acerqué y tomé sus manos-Si te pesan, dímelas.
-Me gustas muchi-soltó mirándome directamente a los ojos-Me pareces la chica más perfecta que existe, quiero estar contigo. Quiero que haya algo más que amistad. No puedo decir otra cosa. Sami, pero Andrew nunca permitiría que sucediese nada, además de que Mick se pondría histérico.
-Eres adorable, Brian.-lo abracé.
-Si no eres su novia...¿puedo pedirte un beso?