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Especial 5 / 5

— Harry... Muchacho, sin un juicio...

— Él fue una víctima de las posiones que alteraron su realidad así como la mía. No es cómplice de Flint ni sabía el complot que estaba montado para emboscarme.

La voz de Potter era firme, demandante y clara, sin intimidarse ni titubear por un momento. Draco estaba sorprendido, y no era para menos, el héroe se estaba enfrentando nada más y nada menos que contra el Ministro de Magia sólo para que no lo toquen.

— Pero el asesinato de Gregory Goyle... — Empezó a decir uno de los aurores.

— Yo fui el que lo ha asesinado. — Declaró el líder del escuadrón Alfa, robandole el aire a varios. — Bajo la influencia de la imperius, que Flint me puso junto a una cantidad absurda de pociones que tenía en el organismo.

— Pero muchacho...

— Es verdad, señor. Aquí tengo los resultados.

La voz de Luna Lovegood silencio y desvió la atención de casi todos en el atrio, a excepción de Potter que seguía en pose defensiva y sin intenciones de permitir que alguien se le acercara a Malfoy.

La mujer alta, rubia y algo desaliñada, se acercó al ministro mientras le entregaba una carpeta que casi todos quería hojear.

— Es una nueva combinación, contiene belladona, un poco de extracto de hiedra venenosa y sumado, tiene fragmentos diminutos de piel de corazón de Dragón. Una poción totalmente ilegal, cuyo principal efecto es meter a quien la bebe en un estupor extraño en la que ve lo que su captor desea, por medio de un hechizo, ya que tiene ciertas estelas de magia oscura. Ni si quiera los nargles se quedaron en cuanto empecé a analizarla...

El silencio había desatado una ola de confusión tan espesa, que el que quisiera podría cortar el ambiente con su varita.

Hermione miró con intensidad a Harry por largos minutos hasta que puso su mirada en los orbes grises del dragón.
Ambos estaban de acuerdo en que Harry estaba extraño, pero no lograban entender el qué. Su magia seguía siendo poderosa, mucho, pero no era magia oscura.

— Bien, muchacho. Tu ganas. — Dijo el ministro mientras alzaba las manos. — Pero dinos... ¿Cómo lograste escapar?

— Sólo fingí que seguía bajo la imperius, pude liberarme de sus efectos luego de un esfuerzo y desgaste increíble. A penas tuve la oportunidad, efectúe los hechizos. Una vez las cabecillas estuvieron... Fuera, sus secuaces se echaron a volar como los cobardes que son.

— ¿En qué lugar estabas?

— En Holanda. Pero no importa, realmente, estoy agitado, hambriento y...

— Necesitas ir a San Mungo a que te revisen y pasar por un chequeo de seguridad mágica.

Aquellas palabras fueron de Malfoy, muy para la - nuevamente- sorpresa de todos.
Harry volteó a verle entonces, por un par de segundos fugaces antes de sonreír con sutileza y asentir.

— Lo haré si eso logra convencerte de que realmente soy yo.

Aquello lo dijo más bajo, a penas para que Draco escuchara.
El rubio mordió su mejilla interna y se cruzó de brazos, un poco atónito por aquella respuesta.

Always / HarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora