Capítulo 3: El tornado destructor

148 24 2
                                    


  Era mi turno. Estaba muy nervioso por que todos mis amigos demostraron poseer un gran poder. Temía de no lograr ser igual de fuerte que ellos. Hubo un descanso para lograr reparar un poco el lugar donde estábamos. Mientras esperaba, planeaba que ataque utilizar, podría ser barrera de viento para desviar ataques, o tal vez, vientos cortantes como Dan, pero sería repetitivo, podría también usar tornado, pero no lo he dominado aún del todo, la única opción era onda expansiva de viento. Este ataque consistía en soltar ondas de mis manos que ataquen al contrincante, y provocando una prisión aire en el adversario sin dejarlo respirar. Esta técnica es muy buena para acabar con tus oponentes, pero a su vez es muy agotador, debías mantener el hechizo hasta que la persona quedara inconsciente o muerta, dependiendo de la resistencia de esa persona.

- Vamos Owen, es tu turno. - Dijo el director desde la cabina central de mando.

+ Esta bien, ya voy. - Pase caminando lentamente al centro, todos estaban muy callados y demasiados serios. Solo tengo 3 oportunidades para mostrar que en verdad soy un buen mago, así que no los decepcionare papá y mamá. Me coloque en pose de pelea, cerré mis puños y golpee hacia un árbol con todas mis fuerzas, como si las articulaciones fueran a separarse.

- ¡Ondas expansivas de viento! - No sucedió nada. El árbol no sufrió daños, y mi ataque no surgió...

+ Joven le quedan 2 oportunidades para mostrar que puede ser mago. - Aclaró el director.

Murmureos de personas se escuchaban por toda la tribuna. Esto me ponía nervioso. ¿Y si no lo logró? ¿Qué dirían papá y mamá? En fin, calmándome un poco, planee utilizar vientos cortantes ya que era una técnica más sencilla. De nuevo me puse en pose de pelea y corté el viento con mi brazo como si fuera una espada al igual que Dan.

- ¡Vientos cortantes! - Ataque mientras apuntaba al mismo árbol. Una pequeña ráfaga apenas si corto una rama.

+ ¡Buu! - La gente empezaba a decepcionarse de mi. - ¡Jamás serás un mago! - Los abucheos de la gente ponían mi corazón a mil, me hacían dudar de si era capas de ser un mago.

- ¡Por favor, les juro que ahora lo haré bien! - Trataba de disculparme por no ser capas de usar mi magia. el agua chorreaba por todo mi cuerpo y los malos pensamientos dominaban de mi mente.

+ ¡Es tu última oportunidad Owen! - Dijo el director .

 Me puse muy nervioso, tenía ganas de llorar y vomitar. Fue entonces que recordé algo que mi padre me dijo cuando era niño, para poder usar tornado, debía concentrarme en algo que en verdad quiera proteger, o algo por lo que daría la vida entera. Entonces me hice esta pregunta. ¿En verdad quiero ser el mejor mago de todos?

- ¡Si! - Estaba decidido a hacerlo -¡Seré el mejor mago de todos! - Sus palabras me dieron valor y fuerza para intentarlo una vez mas. Debía convertirme en el mejor mago y vengar las muertes de mis padres. - ¡Tornado destructor! - Grité mientras levantaba ambas manos hacia arriba. Mi visión se ponía borrosa y al frente mío se estaba generando un tornado, lo había logrado. Tenía la altura de unos quince metros, y estaba arrasando con todo lo que estaba en la cancha. ¡Era impresionante, al fin lo había logrado!

+ ¡Muchacho para! - Gritó el maestro Aden.

  Tome conciencia de nuevo y me di cuenta que el tornado sé estaba yendo de mis manos e iba a destruir el orfanato. No podía hallar la forma de resolver el problema que cause. En ese momento pensé que sería el fin, pero el maestro Aden, envío una ráfaga de viento cortante y destruyó mi tornado como si fuera nada. Su poder era increíble, deseaba ser tan especial como él.

- ¡Lo siento! - Haciendo una reverencia, trate de compensar lo que había hecho. - Perdí el control maestros. Todos me miraban con cara de disgusto, parecían estar enojados conmigo. Me retiré al recibir la orden del director y me fui a sentar en las tribunas a esperar alguna noticia.

Al rato, a paso lento, el director se dirigía hacia mí.

+ Lo siento Owen, pero ningún maestro te quiere aceptar como su discípulo. - Suspiró. - Parece que para algunas personas ser mago no es lo suyo, así que por favor te pido que busques un trabajo y consigas un lugar  donde vivir, si necesitas ayuda ven a buscarme aquí. Te aseguro que ser un ciudadano no tiene nada de malo, además el estilo de vida es muy tranquilo.

- Pero director quiero ser un guerrero, por favor denme otra oportunidad no les fallaré. - Me empezaron a brotar lágrimas.

+ En verdad lo siento, por favor, ven vamos a preparar tus maletas. - Bajaba su gorra hasta su pecho con lastima, era similar al gesto de los médicos ese día que me llevaron.

- Está bien. - No tenia remedio para esta situación. Me quedé callado y prepare mis maletas. Empecé a despedirme de mis amigos mas pequeños en el orfanato y los que si consiguieron convertirse en discípulos. - Les he fallado mamá y papá... - Dije entre dientes para ser escuchado pero a la vez, para no ser entendido. Con la cabeza agachada, abandone el orfanato en busca de una nueva manera de vivir, de sobrellevar ese sueño que les había prometido a mis padres.

Los caminos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora