Capítulo 44: Reloj de arena.

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  Limbert contra las cuerdas, debía tomar una decisión cuanto antes o perdería la batalla. El público no tenia una visión adecuada a través de la niebla. Un sonido agudo se oía por la arena, listo para estallar. La brisa del aire cambió, se dirigía a un solo punto del coliseo.

- No voy a perder tan fácil. - Concentraba una  gran cantidad de aire en la palma de sus manos en dirección a las piedras que agarraban sus pies. - ¡Estalla! - Explotaron las piedras que lo atraparon.

+ ¡Es tu fin! - Lanzo su arma cargada de fuerza hacia su rival y despejo las cortinas de niebla.

  En esa explosión doble de poder, la lanza quedo incrustada en la pared junto a un enorme cráter que había generado. En el campo de visión de Gabriel, su rival había desaparecido del blanco. Aldair quedo admirado al ver que su alumno había aumentado la velocidad con su propio entrenamiento. Por su contrario, Alex miraba callado a Owen, esperando que otra novedad podía  presentar en el campo de batalla.

- Tenía miedo de pelear enserio y lastimarte. - Susurró en el oído izquierdo de Taxón con mucha calma. 

+ Imposible. - Paralizado, levantó la mirada sobre él.

- Pero si no lo tomo enserio voy a perder. - Su cuerpo flotaba sobre su adversario de cabeza con un puño listo para atacar. - ¡Toma esto! - Comprimió aire en su mano derecha para que al golpear tuviera el triple de fuerza.

  El cuerpo salió despedido en un abrir y cerrar de ojos contra un estanque en el ambiente de agua. Limbert, levitando sobre toda la arena se preparaba para atacar con su espada. El arma brillaba desde la base, una luz cegadora color blanco que daba indicio de una gran carga mágica. Los espectadores no podían quitar la vista del combate, de ese giro drástico que se había producido.

- Lluvia de cortes elementales... - Estando frente al estanque, empuñó su espada y cortó en todas direcciones para finalizar la pelea.

  El agua salpicó en toda la arena vaciando la mitad del estanque, se daba por hecho de que Gabriel estaba acabado. No había respuestas de él, solo un silencio y preocupación de su hermana menor.

- Empiecen el conteo para descalificación maestro. - Dijo Owen muy seguro de su victoria.

+ Espera unos segundos y comenzaré. - Aldair notaba aun el espíritu de Taxón ardiendo como una intensa llama.

  A espaldas de Limbert una gran masa de arena se generaba con rapidez. Tomaba la forma similar a la de un golem que abría su enorme boca para devorarlo. 

- ¿Y ese ruido...? - Cuando se dio cuenta ya era tarde, el creer que había ganado le jugó un mal movimiento. 

+ Eres mío Owen. - Apareció dentro de esa masa de arena y ordenó el ataque. 

  De un salto, la arena se tragó a Owen y hacía bastante presión arrebatándole la espada de sus manos. El arma cayo al suelo y el poder de Gabriel tomaba la forma de una torre muy alta que aprisionaba a su adversario. 

+ No puedes hacer nada ante mi prisión de arena. - Descubrió la parte de la cabeza para dejarlo respirar, manteniendo la presión en todo su cuerpo. Se elevó en otra pequeña torre de arena para verlo a la cara. Estaban a diez metros del suelo, y los espectadores podían observar mejor la situación. - No tienes escapatoria esta vez. - Apretó sus manos ejerciendo más presión en la masa de arena.

- En cuanto me suelte voy a derrotarte. - Contestó molesto por haberse confiado. Sin que lo supiera su adversario, intentaba de nuevo comprimir aire para reventar la torre. 

+ Jugaré un juego contigo, se llamará el reloj de arena.  - Movía sus manos dándole forma a la torre a la de un reloj de arena. - Tendrás tres minutos para rendirte, y cada treinta segundos, la presión más fuerte será. - Una sonrisa se dibuja en su rostro. - Hace un rato me había cegado por pasar a la siguiente ronda y me olvide de la vez que me humillaste en mi hogar, es momento de que pagues.

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⏰ Última actualización: May 20, 2022 ⏰

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