Capítulo 27: Revelaciones y sangre

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La dimensión de la perdición, un lugar oscuro y de tinieblas, muy similar al infierno. El color del cielo siempre es morado o negro, enormes paredes de una piedra indestructible te rodean y anulan tu poder no importa que tipo de mago seas, no hay escapatoria.

Para salir es completamente difícil, múltiples monstruos se esconden entre las paredes listos para devorarte, los restos de los muertos quizás ayuden, pero cuando tengas un arma propia es mucho mejor, las probabilidades de sobrevivir son aún mayores.

Al cruzar todo el laberinto los poderes son devueltos a sus dueños, pero con un costo, enfrentarte a ti mismo en un combate a muerte.

+ Con que esta es la dimensión de la perdición... - Dijo Bill. - ¡Me vengaré de ti Owen y del imperio de magos!

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Gracias a Valen, los hermanos se curaron rápidamente de las heridas mortales que tenían, y ya era hora de retomar el entrenamiento para comenzar nuestra primera expedición en el mar Ragata.

+ Muy bien. ¿Estamos listos? - Pregunté.
- ¡Si Owen! - Gritaron Lía y Valen.
+ Lo siento Owen... - No se levantó de cama, seguía en reposo. - Use una técnica muy peligrosa en el combate, a pesar de no tener heridas mi cuerpo me duele y no siento la magia.
- ¿Cuál fue esa técnica? - Estaba tan serio que parecía verdad.
+ La furia del dios de arena, es una técnica que solo nosotros los elementos de tierra podemos usar, el poder aumentar un 10% pero al obtener tan bruscamente esa cantidad de poder, nuestro cuerpo no está acostumbrado y queda en un estado paralítico, puede durar días, meses, años o tal vez toda la vida...
- No digas tonterías, - Si el se quedará así para siempre no sería lo mismo. - ya verás que en estos días podrás volver a moverte o mejor aun, mañana.
+ Eso no es lo que importa ahora Owen, - susurró. - ¿Qué sabes del maestro?
- Emmm... - No sabía que responder.
+ Es verdad, ¿Qué paso con él? - Pregunto Lía.

La habitación quedó en silencio, en ese momento recordé la estrella de aquella noche, era tan bella, según en la historia antigua de los magos, una estrella fugaz representa la despedida de un mago puro que batallo hasta el final...

Inesperadamente se me salió una lágrima, me tape la cara por qué no quería contarles que el estaba muerto...

- Él.... Él... - No soporte la presión y explote en llanto. - ¡Está en el cielo descansando!
+ No... No te lo puedo creer... - Susurró Gabriel.
- ¡Losiento! - Trataba de disculparme por no llegar a tiempo.

Me limpie las lágrimas y cuando mire bien, Lía ya no estaba en la sala....

+ No se los voy a perdonar... - Cerro los puños y le salían lágrimas.
- Una pérdida... - Susurró Valen desde una esquina de la habitación.
+ ¡Jamás! - Hizo fuerza para levantarse, la piel estaba rojiza y se le notaban las venas.
- ¡Tranquilo, quédate y descansa, todo fue mi culpa! - Trate de detenerlo pero Gabriel desprendía un aura de furia, bastante intimidante.
+ ¡Voy a hacer que paguen por lo que han hecho! - Rápido como el viento abrió la ventana y salto hacia afuera.
- ¡Detente! - Grité.

Hizo un cráter en la entrada de la casa y fue corriendo al norte del bosque.

- ¡Espérame Valen, iré tras él! - Ella se quedó quieta sin hablar y yo salí volando por la ventana siguiendo las huellas de Gabriel.
+ ¡Vengan aquí cobardes! - Gritaba él.
- ¡Escúchame Gabriel! - Si no paraba de correr me iba a ver forzado a atacarlo.

De manera rara mi amigo se desmayó, un crujido sonó en sus piernas, los efectos que tuvo al usar su técnica aún continuaban, y al seguir tratando de moverse le volvió en su contra.

Los caminos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora