Capítulo 16: El viejo ídolo

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Pasaron 10 días desde que Owen volvió a la casa de su maestro...
Nada fuera de lo normal ocurrió, todo esto hasta que Aldair decidió empezar nuevamente con el entrenamiento.

+ Owen, ya has estado de vago muchos días, - Se toco lo cabeza y suspiró - creo que necesitas buscar una armadura también para este entrenamiento al que pienso someterte.
- Pero maestro... - No tenía ganas de ir a otro viaje - puedo entrenar sin una armadura.
+ Lo sé, pero si te pones a pensar, pueden salvarte de muchas ocasiones, y resulta que al norte se encuentra un calabozo al lado de una aldea con una gran armadura.
- Pero existen muchos magos, quizás y ya no esté.
+ Eso lo deberás averiguar, y no te estoy preguntando, es una orden como tú maestro. - Me miro a los ojos serio, parecía enojado - Además valdrá la pena si la consigues, es una armadura sagrada
- Bueno si usted lo dice así, entonces lo haré.
+ ¡Prepara las provisiones en tu mochila! - Gritó.
- ¡Si, señor! - Me fui corriendo por las escaleras hacia mi habitación y preparé mis cosas. Cuando terminé, volví a bajar y me encontré al maestro sentado en un tronco en las afueras de la casa. - ¡Aldair!
+ ¿Ya estás listo muchacho? - Tenía una mirada cansada, era un poco raro por qué estas noches se quedaba meditando hasta más tarde de lo normal.
- ¡Por supuesto que estoy listo! - Salté y empecé a volar en círculos.
+ Bueno, como te dije, - Señalo con su bastón - al norte a unos 200 kilómetros se encuentra una aldea, y al lado de ella, un calabozo subterráneo.
- Suena un lugar interesante... - Por alguna razón tenía un mal presentimiento.
+ Solo te digo que tengas cuidado con las criaturas de ese calabozo... - Bajo el bastón y tocó dos veces el suelo con él.
- ¡Bueno ya me voy maestro! - Camine hacia el norte y me despedí. De repente el día se puso soleado, era un sol abrasador.
Caminaba y caminaba por un bosque verde y alegre, los pájaros silbaban y yo lo hacía con ellos. El viaje me parecía un poco aburrido de por sí, pero si la armadura valía la pena quería hacerlo.

Me preguntaba en como estaban aquellos compañeros de orfanatos, quizás ya eran muy fuertes, hasta maestros...

Pero no debía pensar en eso, por que yo seré el mejor mago, no habrá quien se burle de mí, y cobraré lo que hicieron los malditos de Evil Ghost.

Tanto pensar en eso perdí la noción del tiempo, y sin darme cuenta, al frente mío había un sujeto caminando adelante mío. No sabía si hablarle o seguir caminando atras de él, por qué podría estar llevándome a una trampa.
Lo pensé y lo pensé, hasta que lo hablé:

+ Disculpe señor... - Lo hablé con tono bajo - ¿Hacia donde se dirige?

Se detuvo y lentamente se dio la vuelta... Cuando lo vi al rostro no podía creer de a quien estaba viendo.

- ¿Tu eres...? - Dijo sorprendido
+ ¿Dante?
- ¿Owen?
+ Ha pasado mucho viejo amigo, - ambos estábamos sorprendidos - ¿Qué haces aquí?
- ¡Lo mismo digo Owen! - Cambio la expresión a una seria.
+ ¿Eso fue sarcasmo? - Me confundí.
- No, es solo que... - parecía estar cansado, llevaba una grande mochila e iba vestido de una túnica negra bastante intimidante, tenía ya una barba y un cuerpo muy bien ejercitado. - no me siento bien por lo que te solía decir en el orfanato, discúlpame por mi idiotez.
+ Está bien, eso no importa ahora, me gusta el hecho de que hayas querido cambiar. - Mi ídolo después de Aldair en el elemento de viento - Además eso pasó hace como 7 meses...
- Jajajaja como digas. - Sonrió.
+ Por cierto... ¿A donde te diriges?
- Pues voy hacia una aldea que está hacia al norte, ¿Y tu?.
+ ¡Yo también! - Íbamos al mismo camino, tal vez y así, el me ayudaría a sobrevivir en el calabozo. - ¿Y a que vas? - le pregunté.
- Un viejo amigo al igual que tú quiere que nos encontremos, dijo algo sobre cómo en los viejos tiempos...
+ Sinceramente me parece muy sospechoso, ¿Puedo acompañarte?
- Bueno como tú quieras, pero si te has vuelto un traicionero, te recuerdo que soy más fuerte que tú, mi poder es de 43% y soy rango "D".
+ No, claro que no, yo solo voy por una armadura, solo te he dicho si te puedo acompañar. - Me dio un poco de enojó que pensara eso. - Lo que si te quiero aclarar es que yo también me volví fuerte, mi poder es de 41%.
- Es impresionante, eras uno de los peores y saber que te has vuelto más fuerte me sorprende. - Parecía molesto al saber que estaba por alcanzarlo. - ¿Que te parece si descansamos aquí y mañana seguimos?
+ Me parece bien Dan, ya voy a dejar mis cosas listas para descansar. - Me saque la mochila y preparé un sitio para dormir.
- Dime Owen, ¿qué tal la vida de vagabundo? - Preguntó.
+ Es horrible, pero gracias a mi maestro todo ha mejorado, es por él a lo que se debe mi fuerza ahora.
- Pero si ningún maestro te escogió. - Estaba confundido - ¿Quién es?
+ Se llama Aldair, y te aseguro que el es más fuerte de todos.
- Escuche ese nombre hace tiempo... - Me miró fijamente a los ojos - Creo que era un mago ermitaño bastante poderoso...
+ ¡Es él! - Dije con entusiasmo.
- En fin, vamos a dormir... - Tiro su manta y se acostó. - mañana ahí que continuar.
+ Tienes razón, que descanses... - Parecía estar molesto que iguale su poder, y no solo eso, parece que no le fue muy bien en su vida. ¿Pero por qué? Esa era mi pregunta...

Los caminos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora