Capítulo 14: El primer despertar

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El combate entre Owen y Gabriel era muy intenso, el público estaba más emocionado de lo normal. Nadie se quería perder ni un instante de la pelea.

Por otra parte, Aldair estaba en su casa esperando que volviera Owen, ya había pasado casi una semana y no aparecía. Eso le preocupó, y decidió enviar a una de sus mascotas.

- Escucha loro, necesito de tus servicios - abrió la jaula - quiero que te dirijas hacia las montañas rasca cielos y que hables con alguno de los guardias de élite para ver si saben algo de Owen.

+ Entendido, entendido, jefe. - Lentamente el loro salió de la jaula y voló hacia las montañas.

- ¡Te deseo suerte amiguito! - al viejo brujo le preocupaba todo este asunto de su alumno, temía de que Gedeón se lo haya llevado.

El sol ya se ocultaba y el loro ya estaba llegando a su destino...

+ Gabriel, eres muy fuerte... - mi cuerpo estaba muy duro, apenas si podía moverme. Mis articulaciones estaban envenenadas con esa tierra - Ni creas que vas a ganarme por tus golems.

- El combate ya está decidido Owen, rindete y no me des más problemas. - Camino tranquilamente hacia su lanza y la tomó. - Elige rápido si no quieres que te deje inmóvil para toda la vida. - levantó su arma y la punta empezó a girar a una velocidad fenomenal.

+ Necesito mi espada... - Susurré, cada vez mi movilidad era menor, y para colmo mi espada estaba a unos metros a mi derecha. - Yo elijo...

- ¡Apura que el público quiere ver sangre! - Gritó.

+ Yo elijo... ¡Ganarte! - Pude sentir una brisa relajante que me acariciaba la piel. - ¡Lluvia de vientos cortantes! - Perdí el control...

- De dónde saca el poder... - Retrocedió - ¡Golems ataquen!

Los golems venían listos para atacar, enfurecidos, pero cuando se acercaron a Owen, su ataque los cortó en mil pedazos.

- ¡El vagabundo es muy fuerte! - Gritó el público.

+ No lo puedo creer... - Estaba sorprendido por qué Owen libero más poder y sus ojos se pusieron blancos...

- ¡Voy a ir con mi maestro! - Gritó y puso su brazo derecho como espada.

+ ¡Aunque liberaste ese poder, sin tu arma no podrás ganarme Owen! - Ya estaba listo para lanzar el ataque.

- ¡Lluvia de vientos cortantes!

+ ¡Lanza dividete y ataca!

Ambos atacaron, Gabriel dividió su arma en 10 para dañarle más, y Owen bloqueaba todas sus lanzas utilizando únicamente su brazo. Su piel se lastimaba, pero el parecía no sentir dolor, en su rostro se posaba furia, es como si la hubiera aguantado mucho tiempo...

+ ¡No, mis lanzas! - no tenía escapatoria.

- ¡Gabriel! - gritó su hermana.

+ ¡Muere! - Gritó con un tono agresivo e intimidante, mientras levantaba los brazos. - ¡Tornado!

El ataque se género en el centro del coliseo y poco a poco tomaba un tamaño letal, hasta el punto de llegar a los 40 metros...
En ese momento todos los del público empezaron a sentir miedo, y el sacerdote quien observaba el combate no paraba de sorprenderse.

+ No me queda más que... - Se cubrió con los brazos, el tornado estaba apunto de llevarlo. - ¡Fuerte de arena!

Gabriel para defenderse género una cápsula para poder aguantar a su brutal ataque.

Los caminos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora