Capítulo 39: Visita especial

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Al abrir los ojos contemple el techo con tanta paz. Todo me recordaba a la casa de mis padres y el orfanato en el que crecí. De vuelta tenía seguridad, era feliz, nuevos amigos me rodeaban y un maestro que se preocupaba como si fuera nuestro padre. De tan solo pensar me daban ganas de llorar, en esta historia los únicos que faltaban eran mis papás. Me hubiera gustado que me vean lo fuerte que me hice en todos estos años. Las lagrimas se desparramaban por toda mi cara, pero a pesar de eso sonreía como si todo fuera feliz. El canto de los pájaros aliviaban a mi llanto, el sonido del viento moviendo las hojas, la tranquilidad era absoluta.

+ El mundo es demasiado bello... - Me levante de la cama y me apoye en la ventana a apreciar el bosque a mi alrededor. - Es tan bello pero, ¿Por que hacemos parecer al mundo como algo horrible? - Las lagrimas eran secadas por el calor de la primavera. Por una parte era lindo, pero por otra hacia mucho calor para entrenar. No existían las ganas de salir a practicar en pleno sol, más bien quería descansar por hoy.

Luego de un rato observando las afueras por la ventana, fui a prepararme algo de comer. El maestro aun no regresaba y seguía solo en casa. El pasar el tiempo seria un poco aburrido, pero para entretenerme iba a pulir mi espada elemental y mi armadura sagrada.

+ Ya es de tarde y nadie ha vuelto... - Murmure mirando el hermoso atardecer. El viento era fresco y era perfecto para recostarse en el césped del patio. - Como me gustaría estar con alguien para charlar... - Suspiré como nunca antes y cerré los ojos para dormitar un poco.

- Han pasado meses desde la ultima vez Owen. - Una voz masculina y el sonido de un portal provinieron del oeste.

Sin hacer ningún ruido di un brinco para ver si la visita era amigo o enemigo. El sol se había ocultado y no podía saber de quien se trataba. Lo único que podía distinguir era la figura de un hombre adelante y alguien en sus espaldas. Estaba en graves problemas si era el enemigo, yo aún no tenia la condición apta para luchar con alguien de Evil Ghost o del clan Fenix.

- ¡Vamos muchacho atácame! - Luego de que gritara pude distinguir la silueta y esa persona era el asesino de Aníbal. - ¿Tienes miedo? - Al entrar en razón, la persona que estaba detrás era su bestia.

+ Maldito, ¿Qué haces aquí? - Trate de empalmar una conversación para ganar tiempo, en este momento mi espada y armadura estaban dentro de la casa. - Si buscas a Valen, ella esta muy lejos de este lugar.

- No vengo por esa chica, estoy aquí por que mis ordenes son acabar con tu miserable vida. - Dio unos cuantos pasos al frente hasta quedarse a diez metros de mi rango de ataque. El momento era perfecto para atacar con una lluvia de agujas y escapar al bosque. Sin embargo, su mascota estaba quieta, podría atacarme en cuanto intentase escapar. - ¿Preparado? - Levanto su mano como si fuera una espada muy filosa.

+ ¡Lluvia de agujas! - Con gran velocidad apunte con mis dedos hacia sus puntos nerviosos y empece a disparar con todo el poder que tuviera. - ¡Desgraciado! - Como un relámpago esquivo mi ataque y se acercaba con gran rapidez de frente.

- Esperaba más de ti... - Tras decir eso, un fuerte puñetazo aterrizo en mi estomago acabando con toda mi fuerza.

+ Eres fuerte... - La vista se me nublaba y mi cuerpo no reaccionaba a lo que yo quería hacer.

- Perdió el conocimiento Angélica, acércate que ya lo reanimo. - Ascendió la cabeza con una sonrisa.

+ ¡Maestro la prueba que le hizo fue muy dura! - Lo regaño bien molesta por ese saludo tan descortés.

- Tranquila, en realidad no lo golpee. - Coloco el cuerpo del joven en el suelo y paso sus dedos por la frente formando un símbolo de dragón. - Lo que hice fue hacerle la ilusión de un golpe tan potente que lo desmayara. Un mago como yo pude realizar esta técnica en los entrenamientos con los alumnos.

Los caminos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora