Los caminos de la magia

Capítulo 17: Una combinación letal

+ Rogelio, necesitamos que traigas a ese sujeto. - Dijo Killa.
- ¿Cuál es el apuro? - Respondió algo molesto - ¿Qué no puedes esperar?
+ No, ahora mismo él está peleando una batalla feroz, - Hablaba con un tono ansiosa - ya escuchaste a Angélica.
- A pesar de que seas mi novia, aveces eres muy fastidiosa, - Suspiró - Pero así te quiero jajajaja...
+ Idiota - Su cara se puso roja como tomate.
- Bien chicos, no se pongan cursis, deben traerlo lo más rápido posible,  - hablo Angélica desde las sombras - en cualquier momento el maestro puede volver de ver a su hija.
+ Entendido. - Dijo Rogelio mientras se dirigía a su cuarto.

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Levantó sus brazos y creo un tornado para desviar las flechas.

+ Bien hecho Dan. - El combate estaba difícil, era tres contra dos. - ¡Debemos separarnos!
- Está bien Owen, me iré hacia el norte. - Dante se dirigió corriendo e iba siendo perseguido por Bill.
+ ¡Muy bien, estamos solos ahora Aníbal! - Saque mi espada.
- Escúchame niño, ahora no está tu maestro ni Valen para salvarte, las cosas no volverán a repetirse. - Saco su espada de la muerte y se puso detrás de su mascota Hilton.
+ ¡Cortes sagrados! - Ataque a su mascota para poder lograr un combate uno a uno.
- ¡Ingenuo! - Hilton se lanzó contra el ataque - ¡Modo hierro!
+ ¡Eso no es impedimento para mí espada! - La bestia transformó su piel en hierro y el ataque apenas si lo había rasguñado.
- ¡Ahora es mi turno! - Desapareció entre la oscuridad - Te dejaré contra mi mascota...
+ ¡No te burles de mí! - Levanté mis brazos - ¡Tornado! - Mi poder era bajo, el viento era casi nulo y apenas si pude crear un tornado de 10 metros.
- ¡Que patético! - La voz de Aníbal se escuchaba detrás - ¡Espada de la muerte!
+ ¡Maldito! - Sentía a mi cuerpo completamente adolorido, el dolor estaba disperso en toda mi espalda, sentía como la sangre me caía, era fatal. - Me las pagarás... - Susurré y mi vista se estaba nublando... Aníbal y su bestia se dirigían hacia Dante.
- Que descanses Owen... - Susurró Aníbal.

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El combate entre Bill y Dante era casi parejo, una pequeña diferencia de poder por parte de la oscuridad.

+ Sabes que estoy en desventaja, si no te daría una paliza. - Dante enojado no hallaba la solución.
- En primer lugar, tú fuiste el idiota que entró a nuestra trampa.
+ A pesar de esto voy a derrotarte... - Bostezó - ¿Sabes por que me llaman el maestro de la espada de viento?.
- Por burla supongo... - Bill se burlaba sobre su pregunta.
+ Aunque para ti sea una broma, yo no necesito armas, - Estaba muy confiado de si mismo - mi brazo es la mejor espada de viento...
- Pues prueba tu teoría miserable gusano. - Miraba con un rostro de desprecio.
+ ¡Espadas cortantes! - Empezó a cortar el aire a gran velocidad.
- Ningún ataque logra llegarme, - Cerró los ojos - espera ese ruido... ¡Es la técnica con la que Owen me quito el ojo!
+ ¿Sabías de esa técnica? - Pregunto Dante exaltado.
- ¡Si y no caeré de nuevo! - En un abrir y cerrar de ojos, esquivó todos sus ataques. - ¡Ahora es mi turno de atacarte!
+ ¡Ven yo te esperaré! - El gran valor de Dante permitía intimidar a su oponente.
- ¡Bolas de fuegos! - Bill estaba creando 5 ataques alrededor suyo al mismo tiempo. - ¡Muere!
+ Demonios debo escapar. - Su energía se agotaba y se escondía tras los grandes árboles del bosque.
- Dante... - Lo llamaba como un loco - ven solo quiero que recibas mi ataque.
+ ¿Desde cuándo Bill cambio tanto? - El bosque se incendiaba...
- ¡Novato! - Gritó Aníbal - Acaba con tu oponente rápido, yo ya me encargué de Owen.
- ¡No! - Surgió un gritó de Dante - ¡Él no puede estar muerto!
+ Si no me crees, antes de matarte te llevaré a que le hagas una visita. - Dijo Aníbal.
- ¿Enserio planeas hacer eso? - preguntó Bill.
+ Si, quiero ver su rostro de dolor... - Hizo un pausa - ¡Ven vamos! - Chasqueó los dedos y se abrió un portal a donde se encontraba Dante.
- Monstruo... - susurró Dan.

Los cuatro se dirigieron a donde se encontraba el cadáver de Owen, pero al llegar se tomaron una gran sorpresa.

+ ¡Pero si confirme que estaba muerto! - Aníbal no podía contener su furia.
- Ahí rastros de sangre, de que lo dañaste, lo hiciste. - Bill trataba de consolar con sarcasmo a su compañero. - Además, con esa heridas no debió ir tan lejos.
+ ¡Owen! - Dante empezó a correr en dirección de los rastros de sangre de su amigo.
- ¡Siganlo! - Dio la orden Aníbal.

A pocos metros estaba el gran barranco mortal, un lugar donde es tan profundo que se dice que conecta con el centro de la tierra, 2 veces más alto que las montañas rascacielos. Otra diferencia es que allí abajo no ahí tierra ni piedras, se encuentra una muerte peor, la lava...
El gran mago Owen estaba a unos metros del barranco, apenas si se podía poner de pie.

+ ¡Owen! - Gritó Dante.
- Dan, debemos hacer un tornado, ellos ya vienen. - Mi cuerpo estaba muy débil, apenas si podía abrir un ojo. - Acá tenemos ventaja, esta zona es muy ventosa.
+ ¡Como cuando Doris y Falco combinaron su poder y lo hicieron más poderoso!
- ¡Exacto, pero en vez de un tsunami es un mega tornado! - Respondí.
+ ¡Con que aquí están! - gritó Aníbal - Es increíble que tú mocoso puedas pararte en pie después de recibir mi gran ataque.
- Bueno acabemos con ellos... - Dijo Bill.
+ ¡Combinación de tornado! - Grité junto a Dan y empezamos con nuestro gran ataque.
- ¡Bola de fuego oscura! - Gritaron Aníbal y Bill que no parecían desistir a la derrota.
+ ¡Vamos con toda nuestra fuerza Dante! - Creamos un tornado de alrededor de 70 metros de altura, la combinación salió un éxito. Pero no era momento de cantar victoria, pues su gran bola negra era muy grande y hacia tambalear nuestro ataque.
- ¿Será Owen? - Pregunto Aldair quien estaba observando desde el balcón de su casa.
+ ¡Debemos resistir! - Ningún poder cedía, y al ver tanta presión entre ellos parecía explotar. - Si no fuera por el viento que se encontraba en el barranco no hubiéramos igualado su poder.
- ¡Solo tienen ventaja por que aquí ahí demasiado viento! - Gritaba Bill muy molesto.
+ ¡Aguanta! - Un estruendo de explosión nos hizo volar a Dante y a mí hacia el barranco, y los otros tres salieron despedido a las afueras del bosque - ¡Es nuestro fin Dan losiento!
- ¡No te disculpes, fue mi culpa de que ocurriera esto! - Estaba arrepentido.
+ Me quedo sin fuerzas... Pero al menos creo que derrotamos a esos ridículos... - Owen se desmayó.
- ¡Llegue a tiempo! - Apareció un sujeto vestido de un traje negro con rojo, un cabello blanco, una capa, parecía alguien muy poderoso, como un rey de la oscuridad.
+ ¿Quién eres? - Preguntó Dante mientras caía - ¡Ayúdanos, te pagaremos lo que sea!
- No hace falta... - aplaudió dos veces y abrió dos portales que teletransporto a Owen y Dante a un lugar desconocido. - Descansen... - susurró.

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+ ¿Bill cómo estás? - preguntó Aníbal.
- Bien con unos pequeños raspones - Respondió un poco agresivo.
+ ¿Lo sentiste?
- Si, una presencia de tu nivel apareció y se llevó a nuestras presas, - Suspiró - no importa de igual manera volveremos a vernos.
+ Yo también, me encargaré de que esté bien muerto la próxima, vámonos que me estoy frustrando. - Aníbal estaba furioso por no poder matarlo y mucho más por qué una presencia de igual poder se los llevó.