Capítulo 13: Coliseo

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  Las montañas rasca cielos era un lugar muy seco, no había árboles y apenas una nubes hacían sombra para las personas que vivían aquí.

+ Oye no mires mucho a la gente - Dijo Gabriel - Pueden tomarlo de dos maneras.

- ¿Cuales? - Estábamos caminando por un sendero que llevaba a más escaleras

+ Pueden pensar que eres un prisionero peligroso y que te tengan miedo o se pueden ofender y te atacarán.

- ¿Enserio? - Eso me daba miedo - Está bien, trataré de no mirar a nadie.

+ Ahora centrémonos en ir con el sacerdote para que arregle una pelea.

Me quedé callado y lo seguí sin quejarme.

+ Muy bien allí a unos metros está la casa del sacerdote. - Señalo hacia el frente.

- ¡Es inmensa! - la casa era inmensamente grande. Estaba hecha de piedra y con un estilo rústico.

+ Si, pues el gobierna estas tierras. - Se dio la vuelta y me miró - Yo voy a ver al sacerdote, tu espérame aquí.

- Si, como tú digas Gabriel.

  Él se fue a la casa y yo me quedé esperando parado. Pasó una hora y el no regresaba, se tardaba mucho y me estaba aburriendo. Decidí sentarme en una banca hasta que llegase.

+ ¿Oye chiquillo, no tendrás dinero? - Apareció un hombre muy alto y musculoso, que sostenía un palo grande, su rostro me decía que tenía malas intenciones.

- No, no tengo. - le respondí fríamente.

+ Eres un pobre, me das asco. - Se acercó y me escupió.

- Asqueroso, como te atreves. - tome mi espada y rápidamente lo ataque. - ¡Cortes sagrados! - No lo iba a lastimar, solo le rompí su ropa.

+ ¡Estoy desnudo! - Gritó, se echó a llorar y se fue corriendo.

  Los llantos de ese sujeto llamaron la atención de las personas. Estaba rodeado y todos me estaban observando, eran como un montón de ojos juzgándome. La situación se ponía tensa, algunos estaban haciendo escándalos de que lastime a alguien de su pueblo, querían llamar a los guardias. Por suerte Gabriel regresó...

+ ¿Pero que rayos está pasando? - Gritó él furioso.

Todas las personas se dispersaron asustadas y se escondieron, algunos murmuraron cosas.

+ El guerrero más fuerte de élite defendiendo ese vagabundo.

- Es una deshonra.

+ Si fuera fuerte le daría una paliza a ambos.

  Muchas cosas fueron susurradas. Lo único que en verdad me preocupaba era de que él era el guerrero más fuerte de élite.

+ Bien Owen, el Coliseo estará para esta tarde.

- ¿Y que haré hasta entonces? - Me toque la barbilla.

+ ¿Quieres conocer el altar del elemento de tierra? - Preguntó.

- Dale, me parece una buena idea.

+ Esta bien, pues sígueme. - se dio la vuelta y empezó a caminar.

Yo lo seguí, estábamos corriendo hace ya más de dos horas, el calor era insoportable.

+ Mira, por allí a la derecha tenemos el coliseo. - Señaló.

- Es enorme, esto se debe llenar cuando hay combates.

+ Si, se llena bastante, y más en épocas de torneo. - Siguió caminando - Porque el q participe y triunfe, puede ganar el elemento de tierra. Se cree que es una forma más fácil de ganar el elemento a enfrentarse con el mago maestro. Este torneo se hace una vez por año, ya pasó la fecha y el triunfador fue un chico de no sé cual país.

Los caminos de la magiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora