Las montañas rasca cielos era un lugar muy seco, no había árboles y apenas una nubes hacían sombra para las personas que vivían aquí.+ Oye no mires mucho a la gente - Dijo Gabriel - Pueden tomarlo de dos maneras.
- ¿Cuales? - Estábamos caminando por un sendero que llevaba a más escaleras
+ Pueden pensar que eres un prisionero peligroso y que te tengan miedo o se pueden ofender y te atacarán.
- ¿Enserio? - Eso me daba miedo - Está bien, trataré de no mirar a nadie.
+ Ahora centrémonos en ir con el sacerdote para que arregle una pelea.
Me quedé callado y lo seguí sin quejarme.
+ Muy bien allí a unos metros está la casa del sacerdote. - Señalo hacia el frente.
- ¡Es inmensa! - la casa era inmensamente grande. Estaba hecha de piedra y con un estilo rústico.
+ Si, pues el gobierna estas tierras. - Se dio la vuelta y me miró - Yo voy a ver al sacerdote, tu espérame aquí.
- Si, como tú digas Gabriel.
Él se fue a la casa y yo me quedé esperando parado. Pasó una hora y el no regresaba, se tardaba mucho y me estaba aburriendo. Decidí sentarme en una banca hasta que llegase.
+ ¿Oye chiquillo, no tendrás dinero? - Apareció un hombre muy alto y musculoso, que sostenía un palo grande, su rostro me decía que tenía malas intenciones.
- No, no tengo. - le respondí fríamente.
+ Eres un pobre, me das asco. - Se acercó y me escupió.
- Asqueroso, como te atreves. - tome mi espada y rápidamente lo ataque. - ¡Cortes sagrados! - No lo iba a lastimar, solo le rompí su ropa.
+ ¡Estoy desnudo! - Gritó, se echó a llorar y se fue corriendo.
Los llantos de ese sujeto llamaron la atención de las personas. Estaba rodeado y todos me estaban observando, eran como un montón de ojos juzgándome. La situación se ponía tensa, algunos estaban haciendo escándalos de que lastime a alguien de su pueblo, querían llamar a los guardias. Por suerte Gabriel regresó...
+ ¿Pero que rayos está pasando? - Gritó él furioso.
Todas las personas se dispersaron asustadas y se escondieron, algunos murmuraron cosas.
+ El guerrero más fuerte de élite defendiendo ese vagabundo.
- Es una deshonra.
+ Si fuera fuerte le daría una paliza a ambos.
Muchas cosas fueron susurradas. Lo único que en verdad me preocupaba era de que él era el guerrero más fuerte de élite.
+ Bien Owen, el Coliseo estará para esta tarde.
- ¿Y que haré hasta entonces? - Me toque la barbilla.
+ ¿Quieres conocer el altar del elemento de tierra? - Preguntó.
- Dale, me parece una buena idea.
+ Esta bien, pues sígueme. - se dio la vuelta y empezó a caminar.
Yo lo seguí, estábamos corriendo hace ya más de dos horas, el calor era insoportable.
+ Mira, por allí a la derecha tenemos el coliseo. - Señaló.
- Es enorme, esto se debe llenar cuando hay combates.
+ Si, se llena bastante, y más en épocas de torneo. - Siguió caminando - Porque el q participe y triunfe, puede ganar el elemento de tierra. Se cree que es una forma más fácil de ganar el elemento a enfrentarse con el mago maestro. Este torneo se hace una vez por año, ya pasó la fecha y el triunfador fue un chico de no sé cual país.
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Los caminos de la magia
FantasyEn el siglo XVIII en el imperio de magos, nació un niño prodigio el cual poseía el poder del viento... Lamentablemente sus padres murieron cuando el solo era un niño y lo llevaron a un orfanato. Cuando cumplió los 14 años, maestros de todos lados...