¡Zodiaco se volvió loco! [Signos]

Virgo tiene la culpa ✦*·

Advertencia:

Este capítulo cuenta con niveles de violencia intermedios; si no eres apto para este tipo de contenido después de los tres puntos (•••) dejar la lectura.

Los quiero. <3

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Narra Aries:

¿Dónde estoy? Comprando para que los simios esos coman, me toca a mi este mes; ¡Odio salir a comprar! Prefiero mil veces quedarme en casa jugando o haciendo alguna otra cosa que no sirve de nada en mi día a día, por lo menos salir me sirve para despejarme, al fin tengo lo que quiero, y ya no lo quiero... ¡¿Qué rayos me pasa?!

Golpee el carrito de supermercado que cargaba para empujarlo con el pie, lo veía irse con tranquilidad hasta que veo que alguien se cruza, saliendo de un pasillo y ante la velocidad del carrito choca con este pero este chico cae arriba de el carrito y se va con este.

Quedé paralizada, viendo como su carrito se robaba a el chico que tenia aspecto asiático, después de un rato de piense y piense salí corriendo tras el carro.

Aries— ¡Eso es mío! ¡Devuelmelo maldito ladrón! — Dije corriendo detrás de el carrito con tomates en las manos.

¿?— ¡¿Es mi culpa?! ¡Esta cosa me esta secuestrando! — Decía el chico que parecía bastante enojado, aún no lograba ver bien su rostro.

Aries— ¡Claro que es tú culpa! ¡Te metiste en medio! — Dije sin dejar de gritar para que luego, a mi pasara un chico de estatura alta corriendo más rápido que ella y deteniendo el carrito.

Agitada puse mis manos en mis rodillas mientras agachaba la cabeza, intentando calmar mi respiración y esque hace rato no hacia mucho deporte; levante la cabeza un momento viendo a aquellos dos chicos, uno ayudaba a el otro a bajar.

¿?— Esta loca... — Escuche decir a el primero, el que se bajaba del carro con cuidado, aún tenia un pie sobre el carrito y el otro fuera de este, así que con toda la furia empuje el carrito haciendo que este se cayera de este.

Aries— ¡Loquisima! Ahora vete, me haces perder el tiempo. — Decía con mi aire victorioso; ja, pobre imbécil.

Me iba a ir cuando veo el rostro del chico alto; el más rápido que yo, ¿el no era Noa? Voltee a ver a el chico que se levantaba con su ayuda, era Danniel; ambos habían ido a casa los días en que descubrimos a Esther, y habían vivido en primera fila todo el espectáculo.

De la nada un chico que venía con bolsas de panes en sus manos se detiene a mí lado, mirándome de arriba a abajo sin sonrisa ni brillo en los ojos; a mi otro lado, soplandome la oreja aparece Luke, quien en un tono cantado y muy coqueto reía.

Luke— Miren~ Es la chica agresiva de la casa rara esa en el bosque; le tiraste un vidrio a la mano de tu novio... Me gustan las agresivas. ~ — Me hizo sentir un escalofrío el hecho de que estuviera tan cerca de mi oreja, mientras el de adelante, Edward, no hacía ningún movimiento para detenerlo.

Noa— ¡Me da igual quien sea! Debe disculparse con Danniel. — Decía acercándose a Luke y separándolo de mi.

Danniel— Ya, esta bien, nos dio casa por tres días y además un buen show. Ya no le debemos nada. — Dijo con una sonrisa negando con la cabeza.

Aries— ¡Adiós! — Dije en acto rápido ya estaba los tomates en mi carrito y salí corriendo a las cajas para pagar todo, así, llegue a el auto que conducía Virgo entrando con rapidez. — Virgo, pisa el acelerador, siento que van a venir corriendo detrás de mi. — Este, quien no entendía que pasaba hace caso y sale disparado de el supermercado a la casa.

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Leo, estaba vendada de los ojos, tenia la vista ciega mientras percibía el frío a su alrededor, no había llegado a la casa de los signos, pero, ¿Qué estaba pasando? ¿Todo era una farsa? En un rato escucho a alguien llorar, una chica, para después escuchar que la sentaban junto a ella.

¿?— Aquí están las dos modelos más hermosas. — Decía aquella voz masculina, la chica de un lado de Leo empezó a gritar, algo le estaban haciendo, y Leo se desesperaba más al no poder verlo.

En breve una mano de uñas semi largas empezó a recorrer el cuello de Leo, bajando por este, Leo quien no quería gritar como su compañera para que no le hicieran daño se muerde tan fuerte el labio que le sangra, haciendo que estas gotas caigan a la mano de su atacante.

¿?— Te lastimaste, querida, verás, tu estas aquí por otra razón que ella, ella morirá, tu... puede. — Decía aquel hombre para que la chica a milado empiece a llorar más y más.

Sentí como ese hombre se alejo, acercándose a la chica de un lado, esta que lloraba desconsoladamente empieza a gritar mientras escuchaba objetos metálicos.

¿?— Aquí, lo que tengo en la mano, Dennis, son tijeras, lindas tijeras. — Decía el hombre, cada variación en su voz me hacia temblar, la chica empieza a gritar. — ¡No muevas la mano! Solo te arrancare las uñas, es doloroso pero me gustan. — Al escuchar esto no pude evitar sentir ganas de llorar y hacerlo, pero en silencio. — Gritas mucho. terminemos con esto de una vez. —

Por alguna razón sentía otra presencia, pero en silencio, estaba muy cerca de esa chica quien lloraba y lloraba, la tome de la mano, estábamos de espaldas y la quería calmar, acto que logre, al parecer ambas estábamos vendadas, un ruido fuerte, tan fuerte que me quede sorda de un oído apareció detrás de mi, mientras sentí como mi piel y mi cabello se embarraba de sangre, la chica dejo de gritar, todo quedo en silencio después de eso.

¿?— Todo esta sucio, ahora, tú, supongo que no sabes que haces aquí, así que te explicó princesa, eres la cosa que va a obligar a Virgo a pagar. —

Leo— ¿Virgo? ¿Qué tiene que ver Virgo con esto? —

¿?— Todo, bueno, ese niño se metio en territorio que no debía con su amigo, Escorpio, y la niña, Aquaria, y me deben mucho dinero y muchas personas, la mitad de mi gente esta en prisión gracias a ese engreído y sus amigos, además que cerraron muchos de mis negocios gracias a la maldita Hacker esa, me dejaron en la ruina, así qué los voy a arruinar, no es el primero que intenta joderme. — Decía el hombre con lentitud. — La cámara esta puesta, sabes que hacer.

Respire hondo, mientras mis labios temblaban y de mi boca caia sangre que habría salido de mi labio al mordermelo.

Leo— Virgo, por favor... Salvame. —