Capítulo veintidós.

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—¡Mina, baja que ya nos vamos!—Gritó Jeong desde abajo.

Mina ni siquiera respondió. Salió de su habitación y bajó las escaleras. Ignoró a su tía pasando de largo a un lado de ella y salió junto a su madre y Nayeon para subir al auto.

Chaeyoung tuvo que hacer un gran esfuerzo para no sufrir una erección cuando Mina se subió al auto, mostrándole así una hermosa vista de su trasero ¡Uf, si! bonito culo. Se aguantó las ganas de querer posar sus manos en ese redondo y suave trasero y ayudarla a subir. En vez de eso, esperó a que subiera sola para después seguirla. En todo el trayecto ninguno de los dos habló, cada uno miraba por la ventana en silencio, mientras que Nayeon y Jeong hablaban animadamente entre sí. Jeong aparcó el auto para ser recibidos por Jihyo.

—¡Nayeon!— Exclamó una mujer que aparentaba tener unos treinta y ocho años de edad, al parecer, quien era Jihyo.—¡Tanto tiempo! Estás... ¿más morena?

—Sí, es que acabo de llegar ayer de Miami junto con mi esposa.—Sonrió.—Bueno, aquí está Jeong, mi hermana Chaeyoung y Mina, mi hijastra.—Tomó a Mina de los hombros y la posicionó al frente suyo.

—Mina, estás más grande... y guapa, muy guapa.—Sonrió y se inclinó para abrazarla.—¿Cómo has estado?

—Bien, gracias.—Dijo tímida.

Chaeyoung amaba la timidez de Mina.

—Bueno, pasemos adentro. La cena ya está lista.—Dijo emocionada y se giró para caminar.

Todos siguieron a Jihyo por detrás y al momento de entrar fueron recibidos por Daniel, el esposo de Jihyo y su hijo Yugyeom, quien se acercó a Mina al momento de verla. Educadamente Mina sonrió y lo saludó cortésmente. Todos se sentaron y empezaron a comer, Nayeon hablaba con Jihyo, Jeong con Daniel y por último Yugyeom y Mina.

—Estás muy hermosa hoy, Mina.—Dijo Yugyeom, en un intento por seducirla, como lo ha estado tratando de hacer los últimos años.—Bueno, en verdad siempre lo estás.

En otra ocasión, Mina se hubiera sonrojado por su cumplido. Pero no hoy. Ni siquiera se sintió atraída, simplemente no le importó.

—Gracias.—Contestó y siguió comiendo.

Pero Yugyeom no se rindió. Siguió hablándole y de vez en cuando Mina le respondía con palabras cortas y distantes, solamente para parecer amable. De repente, se sintió observada. Miró por todos lados y se cruzó con los ojos de Chaeyoung, quien no había dejado de verla desde que se sentó a comer. Su mirada era penetrante y apretaba con fuerza los cubiertos con sus manos. Días atrás, Mina hubiera seguido hablando con Yugyeom ya que le encantaban los celos de Chaeyoung. Pero en vez de hacer eso, Mina se encogió de hombros y se hundió en la silla.

—Mina.—Dijo Nayeon.—¿Puedes retirar los platos, por favor?

—Si, claro.—Se levantó y cogió unos cuantos platos.

—Yo te ayudo.—Dijo Yugyeom con la intención de levantarse, pero Chaeyoung intervino colocando su mano en el pecho de él.

—No, yo lo haré.—Su voz era mordaz, por lo que Yugyeom no insistió.

Mina rodó los ojos y caminó hacia la cocina, mientras que Chaeyoung la seguía por detrás.


➤Una Tía Sucia | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 𝑮!𝑷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora