Capítulo dieciocho.

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Mina entró a la fiesta acompañada de Tae. Divisó a lo lejos a Jungkook, Tae le hizo una seña y este se les acercó.

—Hola cariño.—saludó Tae, rodeandolo de la cintura y besándolo suavemente en los labios.

—Hola Tae.—Sonrió y dirigió su mirada hacia Mina.—Hola Mina, ¿Cómo estás?

—Bien...¿Y ustedes dos? En unos cuantos días más cumplen... ¿Cuánto? ¿Una semana?

—Dos semanas.—Respondieron al unísono.

—Me alegro por ustedes... de verdad, se ven tan bien juntos.—Sonrió. Miró por detrás del hombro de Tae y vió a Sana, una amiga de la escuela.—Luego los veo chicos, que se diviertan.

Mina caminó entremedio de las personas y fue hacia ella. En cuanto Sana la vio, ambas gritaron de la emoción y se abrazaron.

—¡Mina, que alegría volver a verte! Pensé que no vendrías a la fiesta.—Dijo separándose del abrazo y sonriendo.

—Ni loca me la iba a perder, la fiesta está increíble...

—¿Cómo lo hiciste para venir? Creí que tu mamá te había prohibido las salidas.

—Oh, es que...—Se sonrojó. ¿Por qué se sonrojaba?—Convencí a mi tía de que me dejara salir.

—¿Tu tía? Oh, recuerdo que una vez la vi... está buenísima.—Mordió su labio inferior.—No entiendo como no puede tener novia, con lo guapa que es...

Mina solo sonreía mientras la escuchaba hablar. Aunque por dentro, sintió una pequeña chispa de celos aparecer. ¿Por qué le ponía tan verde escucharla hablar de Chaeyoung? No lo entendía. De repente, sintió unos brazos rodear su cintura por detrás y de inmediato se giró.

—Hola Mina.

—BamBam.—Sonrió falsamente y tomó sus manos que se encontraban aún en su cintura para retirarlas suavemente de ahí.—Tanto tiempo, ¿Cómo estás?

—Bien...¿Te gustaría bailar?

—No, gracias. Estoy con Sana.—Dijo ganándose a un lado de ella, como para excusarse.

—Bueno, si cambias de opinión, solo avísame.—Sonrió seductoramente para luego alejarse.

—Es lo mejor.—Le dijo Sana a su lado una vez que se fue.—BamBam no es para ti, mereces algo mejor.

—Lo sé.

Siguió ahí parada, mirando el mismo punto fijo en que BamBam fue. Era guapo, sí. Hubo una vez que había caído enamorada de él, como la mayoría de las chicas de la escuela, pero ahora que estaba Chaeyoung, todo cambió. BamBam era el típico chico mujeriego el cual todas las chicas mueren por él, pero eso a Mina nada más la asqueaba.

—Bueno, no te quedes parada ahí. Vamos a bailar.—Dijo Sana, la jaló del brazo y se la llevó al centro de la pista de baile.

Y unos cuantos movimientos de caderas, de parte de ellas, bastaron para que los chicos se les acercaran. Bailaron junto con unos cuantos amigos de la escuela, los cuales Mina no había vuelto a ver desde que salieron de vacaciones. Se lo estaba pasando en grande, hasta que...

—Mina, ¿Sabes que hora es?—Preguntó Sana, elevando la voz, pues la música impedía poder escuchar bien.

La sonrisa de Mina se esfumó, y el terror invadió su rostro. Rogando por que no fuera tan tarde, buscó el celular entre su bolso y se fijó en la hora, pero eso no fue lo que le llamó más la atención, sino la cantidad de mensajes y llamadas que tenía perdidas. Treinta y dos llamadas perdidas y trece mensajes. Y para empeorar, eran las tres y media de la mañana.

"Mierda, mierda, mierda" se repetía una y otra vez.

—Es demasiado tarde.—dijo Mina, con la cara llena de miedo.—Joder, mi tía me matará. Lo lamento, tengo que irme Sana.—Y se alejó de ella sin siquiera esperar su respuesta.

Mina se abrió paso entremedio de la gente y buscó a Tae. Lo encontró ahí, en una esquina besuqueandose con Jungkook. Caminó hacia él y le habló interrumpiendo el momento.

—Tae... es muy tarde, llévame a casa por favor.—Le dijo pero este la ignoró. Lo tomó del brazo y lo sacudió.—¡Tae!

—¿Qué pasa?—Preguntó, un tanto confundido.

—Pasa que mi tío me matará, Llévame a casa. Ven, vamos.—Lo jaló del brazo pero él no se movió.—Muévete.

—Lo lamento, es que prometí llevar a Kook a su casa.—Giró la cabeza para verlo. Él sonrió.—Pídele a Sana que te lleve.—Dijo simplemente, volvió a besarlo y desapareció. Mina estaba tan sorprendida que ni siquiera se inmutó para seguirlo.

Se giró sobre sus talones y de repente, estaba BamBam al frente de ella.

—Veo que necesitas alguien que te lleve. Puedo ir a dejarte, si quieres.—Le propuso.

Mina dudó un poco en contestar. Pero bueno, no tenía otra opción.

—Está bien.—Aceptó y se fué con él.

Salieron fuera de la fiesta y se subieron al auto de BamBam. Tal cual como prometió, la llevó y aparcó fuera de su casa. Ambos se bajaron.

—Bueno, gracias BamBam. Te debo una.—Sonrió de la manera más linda posible y se acercó para besarlo en la mejilla. Al momento de hacerlo él la tomó de la muñeca e impidió que se pudiera ir.—Debo irme...

—No lo creo.—Sonrió.—¿Qué te parece si disfrutamos un rato los dos juntos?—Deslizó una de sus manos por su espalda, hasta llegar a su cadera.

—Nel, gracias.— Dijo e intentó apartarse de él empujándolo. Pero él no la dejó.—Suéltame.

BamBam la ignoró y bajó sus manos hasta su trasero. Apretó. Mina se sobresaltó y alzó la mano para abofetearlo, pero no hizo falta ya que de repente, no sabía cómo pero Chaeyoung le pegó un fuerte puñetazo en la cara a BamBam dejándolo en el suelo. Todo ocurrió tan rápido, que ni siquiera le dio el tiempo para reaccionar.

—Le vuelves a poner una mano encima y te rompo la cabeza.—Lo agarró del brazo y lo obligó a meterse al auto. Él arrancó asustado y el auto desapareció.

Chaeyoung se giró y fulminó a Mina con la mirada. Mina pudo notar la furia y tristeza en sus ojos pero sobre todo terror. Chaeyoung la llevó dentro de la casa. Ya ahí dentro se desató la pelea.

—¡Maldita sea Mina! Te dejo ir a una fiesta y así es como llegas...

—¡Lo sé y lo lamento!—Gritó al borde de las lágrimas.— Por favor perdóname...

Chaeyoung negó con la cabeza.

—Esto es demasiado, estaba tan asustada...¿No pudiste haberme contestado mis llamadas por lo menos?

—No escuché el celular, de verdad lo siento tía Chaeng...

—Confié en tí y en tu amigo...

Y Mina ya no lo aguantó. Las lágrimas se hicieron presentes. Sin siquiera pensarlo dos veces fue hacia Chaeyoung y la abrazó con todas sus fuerzas. Son permaneció inmóvil.

—Por favor, perdóname.—Sollozó. Chaeyoung no dijo nada.—Dime algo...

—¿Quieres que diga algo? Está bien, y escúchame bien porque no lo volveré a repetir... vas a seguir las órdenes que dejó Jeongyeon porque yo ya no haré nada, ¿Entendido?—Dijo al borde de las lágrimas.—Te di libertades que no debí porque confié en ti, lo intenté pero ya no más. Solo te pedí que llegaras a la hora y que te cuidaras. Esperarás a que llegue tu mamá y listo.—La tomó de los hombros y la apartó de ella. Se abrió paso entre la sala y desapareció por las escaleras llorando.

Mina escuchó el fuerte sonido de la puerta cerrarse y se sentó en el sillón para llorar. Y es que aún no entendía... cómo una simple noche podía terminar tan mal.

➤Una Tía Sucia | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 𝑮!𝑷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora