Chaeyoung estiró uno de sus brazos sobre la mesita de noche y sacó un condón. Lo deslizó por su largo y grueso miembro y volvió a posicionarse al medio de ella. Chaeyoung sintió debajo de sus manos cómo el pulso de Mina se aceleraba. Temblaba de miedo.
—No tengas miedo, princesa. Sólo cierra los ojos y disfruta.—Murmuró la pelicorta.
Mina hizo caso a lo que le pidió y cerró los ojos. Tratando de relajarse, se imaginó a sí misma en un paisaje tropical, con el agua azulada transparente y el sol iluminando la blanca arena bajo sus pies. Uf, si, muy bonito. Sacándola de sus pensamientos Mina sintió como la enorme polla de Chaeyoung presionaba su entrada. Ella apretó los ojos aún cerrados.
—¿Lista?
Mina sólo asintió y Chaeyoung empujó, despacio, con un movimiento leve para no hacerle daño ya que sabía que era virgen. Enseguida Chaeyoung sintió lo estrecha que estaba, haciéndola gruñir de placer. Mina enterró sus uñas en sus brazos, dando a entender que sentía dolor. Chaeyoung se detuvo inmediatamente, preocupada.
—¿Te he hecho daño?
Ella solo negó con la cabeza sin siquiera abrir los ojos aún. Pero Chaeyoung no se volvió a mover dentro de ella. Era la primera vez que Chaeyoung se acostaba con una virgen y temía hacerle daño. Inexperta, Chaeyoung optó por mantenerse quieto un momento, aunque su pene palpitaba fuertemente por follarla duro. Debía acostumbrarse a su tamaño.
Pasado un tiempo, Mina habló.
—Chaengie...—Musitó.—Muévete.
Su voz la alivió, sintiéndose más segura, Chaeyoung volvió a moverse dentro de ella. Y de un momento a otro, todo el dolor que Mina había sentido fue sustituído por una ola de placer indescriptible.
—Chaeyoung...—susurró con una expresión de dolor en su rostro.
—¿Mmh?
—M-más...—gimió.—M-más rápido...
Su voz envió una descarga eléctrica directa hacia su polla. Chaeyoung enterró sus dedos en sus caderas y empezó a moverse más rápido con un vaivén muy erótico que volvería loco a cualquiera. Mina al fin abrió los ojos y observó la expresión en la cara de Chaeyoung. Tenía los ojos cerrados, mordía su labio inferior con fuerza y una delgada capa de sudor cubría su rostro y sus hombros. Mina gimió con fuerza al sentir como Chaeyoung había cambiado la fuerza de sus embestidas. Ahora era duro, potente, pero aún así sin perder la ternura.
—Sí, sí, sí...—Chaeyoung apretó los dientes al sentir como las paredes de Mina ceñían con fuerza su pene.
Y acto seguido, un orgasmo descomunal terminó con ellos después de haber gritado sus nombres. Después de haber llenado el condón hasta con la última gota de semen, Chaeyoung se desmoronó cayendo encima de Mina pero con el cuidado de no aplastarla. La abrazó con ternura, como si no quisiera que se fuera de su lado jamás. Mina percibió la ternura con la que la abrazaba y se acurrucó a su lado para consecutivamente caer en un profundo sueño.
[...]
Chaeyoung se despertó con la mejor sensación del mundo. Adoptando una posición más cómoda. Se movió en la cama y observó a Mina, quién se encontraba acurrucada en su pecho. Parecía un ángel. No. Era un ángel... su pequeña e inocente sobrina, ahora no tan inocente , había hecho que tuviera el mejor sexo de toda su vida. No, decir que había tenido exo era poco, mínimo en comparación a lo que había sucedido esa noche, Mina había despertado sentimientos que nunca había experimentado, sentimientos que no sabía con exactitud de qué eran y eso ciertamente la asustaba, sin embargo era obvio el hecho de que lo que había ocurrido era más que solo simple sexo, ella lo había dado todo y sabía que Mina también, lo que ocurrió esa noche fueron los sentimientos sin nombre que se habían proclamado para unirlos en uno solo.
Como si hubiese sentido su mirada Mina se movió en sus brazos y abrió los ojos.
—Buenos días, pequeña.—susurró la castaña, acariciandole el cabello.
—Buenos días.—sonrió Mina y se inclinó para besarla dejando ver así sus pechos desnudos y expuestos. Chaeyoung observó sus senos y con un movimiento lento los acarició pellizcando sensualmente sus pezones y dándole una sonrisa hermosa a Mina volviendo a observarla a los ojos sin dejar de tocarla. Su mano bajó hasta sus caderas bajo las sábanas mientras Mina la observaba embobada por las caricias y por la sonrisa que le había brindado.
—¿Cómo te sientes?—preguntó la castaña lentamente mientras acariciaba sus caderas.
—Estupenda, ha sido... magnífico.—respondió sonrojándose.
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➤Una Tía Sucia | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 𝑮!𝑷
Hayran KurguElla era extremadamente joven y Chaeng una cretina por posar sus ojos en ella. Luego de que la madre de Myoui Mina junto con su madrastra hubieran decidido tomar unas vacaciones y que la dejaran a cargo de su tía, que por cierto venía con sorpresa i...