Capítulo veintinueve.

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Chaeyoung apretó los labios cuando Mina le bajó los boxers y capturó su pene con las manos, ciñéndolo con fuerza. Fue un movimiento rápido. Inesperado. Bajó la mirada para verla. Sus ojos estaban oscuros, negros por el deseo. Chaeyoung gimió cuando Mina le recorrió con la lengua su glande hinchado, exigiendo ser engullido.

—Hazlo ya.—Gruñó ella, impaciente. Mina se rió.

En un ágil movimiento, Mina ya tenía metida toda su polla en la boca. La calidéz de su lengua envolvió todo su miembro, haciéndola gruñir de placer. Ella misma se oía gemir en el silencio de la habitación, mientras que la boca de Mina se deslizaba de arriba hacia abajo, por toda su longitud. Podía sentir sus dientes rozarlo, haciéndola temblar. Apretó los dientes cuando Mina succiono con fuerza la punta de su pene.

—Sí, justo así princesa.—Gimió.—Oh, me encanta como lo haces. Más preciosa, más... mmh...

Chaeyoung sintió como su cuerpo temblaba con cada mamada. Curvó los dedos de los pies. Los pechos de Mina se mecían con cada movimiento que hacía, excitándola aún más. Pero que buena vista tenía desde ahí arriba...

Y ya no aguantó. Tomó a Mina del cabello y trató de alejarla.

—Nena... apártate.—Gruñó.—Joder, me corro...

Pero no le obedeció, todo lo contrario. Succionó con más fuerza. Chaeyoung cerró los ojos y explotó llenando toda la boca de Mina con su semen caliente.

—Sí, sí.—Gimió Chaeyoung.—Tragalo todo preciosa...

Enterrando los dedos en su cabello, Chaeyoung sintió como la boca de Mina la exprimía por completo. Dejándola satisfecha y exhausta. Abrió los ojos y observó el movimiento que hacía su garganta al tragar. Cuando la dejó saciada del todo, Mina se levantó y se acercó hacia Chaeyoung. Una delgada capa de sudor cubría su frente y cuerpo, enmarcando aún más sus músculos. Su pecho se contraía por la urgencia de llenar sus pulmones con oxígeno.

—Eres...—Jadeó Chaeyoung en busca de aire.—Extraordinaria.

Mina sonrió.

—Te amo.

—Y yo a ti.

Chaeyoung posó su mano sobre el pecho derecho de Myoui. Mina gimió, mientras sentía los largos dedos de Son enroscar su pezón, sintiendo como se endurecía aún más.

—Mmh... ya puedo ver lo mojada que estás para mi princesa.—Dijo Chaeyoung con la voz ronca y áspera.

Chaeyoung la levantó y la llevó hacia la cama. Sacó un condón del bolsillo de su pantalón y se acomodó al medio de Mina. Esta enredó las piernas alrededor de la cintura de Son, presionandola a entrar en ella. Sintió el glande de Chaeng presionar su entrada.

—Apresúrate.—Gruñó Mina.

—¿Ahora quién es la impaciente?—Se rió.

Mina abrió la boca para discutir,pero en vez de eso, un fuerte gemido salió de sus labios al sentir a Chaeyoung entrar fuertemente en ella. Fue duro. Potente. Salvaje. Lo tenía tan dentro que se sentía en el cielo.

—Dios princesa, estás tan estrecha y calentita.—Sonrió Chaeyoung mientras se movía dentro de ella cada vez más rápido.

Los movimientos fueron aumentando mientras Chaeyoung se deslizaba dentro y fuera, chocando sus cuerpos. Acunó sus pechos con las manos y se fue deslizando cada vez más rápido, en un movimiento desesperado por estar dentro de ella. Chaeyoung jamás se había sentido así. Chaeyoung la deseaba de una manera inhumana. Primitiva. La amaba demasiado que hasta se empezaba a preguntar si eso era normal. Y mientras seguía penetrándola escuchó a Mina gritar su nombre al mismo tiempo que colapsaba en su orgasmo. No bastó mucho tiempo para que le siguiese Chaeng, y luego caer encima de ella. Mina la abrazó por la cintura y Chaeyoung la besó. Mezclando nuevos sabores, sensaciones y sentimientos. Chaeyoung le acarició la mejilla y le sonrió.

—Eso fue...

—¡Chaeyoung!

Ambos se sobresaltaron al escuchar la voz de Nayeon fuera de su habitación, buscándola.

—Mierda.—Masculló Chaeyoung, mientras se levantaba a la velocidad de la luz y tomaba toda la ropa desparramada en el piso.—No pensé que llegarían tan temprano.

—Date prisa.—Le apresuró Mina, nerviosa.

—Niña, ¿Dónde estás?—Bufó Nayeon

Mina y Chaeyoung se quedaron en silencio mientras sentían los pasos de Nayeon alejarse. Ambos suspiraron aliviados. Chaeyoung terminó de vestirse lo más rápido que pudo y besó a Mina.

—Te amo.—Le susurró sobre los labios y antes que ella pudiera hablar Son ya había desaparecido de la habitación dejándola sonriendo como estúpida.

➤Una Tía Sucia | 𝑴𝒊𝑪𝒉𝒂𝒆𝒏𝒈 𝑮!𝑷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora